Nadal, un poco m¨¢s Nadal

La cosa comenz¨® mal y pintaba muy fea: un set en contra, el brazo izquierdo encogido y unas cifras llamativamente bajas. Dudas, tensi¨®n. Otra vez la cara larga y la bola besando la red y los pasillos con demasiada frecuencia. Por eso suspiraba Rafael Nadal, al que en los ¨²ltimos tiempos le cuesta remar contracorriente; al espa?ol, en pleno proceso de reconstrucci¨®n y con la mente diezmada, le cuesta hoy d¨ªa navegar en aguas revueltas, por eso el escenario que se hab¨ªa dibujado en el primer set de su duelo de los cuartos contra Jack Sock no supon¨ªa un buen presagio.

Pero no, esta vez no. Como ya la ocurriera otras veces esta temporada, pod¨ªa haberse dejado llevar por la inercia negativa del marcador y los golpes del estadounidense, un ca?¨®n. Pero no, esta vez no. Adi¨®s a la ansiedad, a la incertidumbre, al escepticismo que le envuelve desde julio de 2014. Nadal fue, en esta ocasi¨®n, un poco m¨¢s Nadal. Ese Nadal que se crece ante un panorama adverso, que disfruta de la batalla y que saca lo mejor de s¨ª mismo cuando peor pintan las cosas. Remont¨® el de Manacor (3-6, 6-4 y 6-3, despu¨¦s de dos horas y un minuto), ofreci¨® indicios y disputar¨¢ las semifinales del Abierto de Pek¨ªn, en las que se topar¨¢ (6.30, Canal+ Deportes2) con Fabio Fognini (6-1, 2-6 y 6-2 al argentino Pablo Cuevas).

Pero m¨¢s all¨¢ del triunfo (el 46? de esta campa?a, por 15 derrotas) y las semifinales (las s¨¦ptimas de este curso), la remontada frente a Sock supone la autoconfirmaci¨®n de que el n¨²mero ocho va por el buen camino. En otras circunstancias u otros d¨ªas, Nadal hubiese cedido ante el estadounidense. En Pek¨ªn (ATP 500), no. Y eso que comenz¨® completamente deste?ido, a merced del pegador de Nebraska (23 a?os, 30? del mundo), al que algunos se?alan como un digno heredero de Andy Roddick, exn¨²mero uno.

En el primer parcial, Nadal encaj¨® dos breaks y su izquierda estaba completamente dormida. Firm¨® solo tres golpes ganadores y sus segundos eran un caramelo para Sock, que a la que puede arma el brazo y dispara proyectiles, servicios que acarician los 220 km/h. Este era el panorama. Feo, feo, feo. De ah¨ª la importancia que tiene la secuencia que rubric¨® a continuaci¨®n el de Manacor, rehecho y concienciado para darle la vuelta al asunto y dar otro paso m¨¢s hacia el reencuentro consigo mismo.

En el segundo y el tercer parcial, increment¨® su ¨ªndice de segundos saques hasta equilibrarlo con el de Sock (51% de puntos retenidos con segundos para ambos) y llev¨® el de primeros hasta un notable 76%. Frente a un Nadal emergente, el estadounidense se descompuso progresivamente. Cedi¨® un break nada m¨¢s adjudicarse el primer set y a partir de ah¨ª fue arrastrado por la espiral de derechas y cortados del espa?ol, que permaneci¨® firme hasta lograr la victoria. Una victoria redentora y bals¨¢mica, que adem¨¢s de permitirle seguir en liza en Pek¨ªn le aproxima un poco m¨¢s hacia la Copa de Maestros de Londres (del 15 al 22 de noviembre).

En el O2, seguro, estar¨¢ el n¨²mero uno, Novak Djokovic. El serbio venci¨® a John Isner (doble 6-2) para superar la racha de triunfos (26) del norteamericano Jimmy Connors (entre 1974 y 1980, en Birmingham) en un torneo de la ATP. Nole, que gobierna en la capital china desde 2009 (menos en 2011, cuando no particip¨® en el torneo), suma ya 27 consecutivos en Pek¨ªn. En las semifinales se cruzar¨¢ (13.30, C+2) con David Ferrer, que despach¨® al taiwan¨¦s Lu Yen-Hsun (100? del mundo) por un claro 6-3 y 6-1, en 80 minutos.

Djokovic (26-0 en Pek¨ªn) igual¨® la secuencia de triunfos consecutivos de Jimmy Connors en un ATP

La cifra de Djokovic es fabulosa, pero no tanto como las 31 victorias de Nadal en Par¨ªs. De ese Nadal que, esta vez, fue un poco m¨¢s fiel a s¨ª mismo. Ahora le espera Fognini. Una dur¨ªsima prueba, puesto que el italiano ya le ha batido en tres de los cuatro careos que han mantenido en este curso: R¨ªo de Janeiro (febrero), Barcelona (abril) y Nueva York (septiembre). Solo en la final de Hamburgo (agosto) fue capaz de batirle Nadal, en un duelo de tensi¨®n m¨¢xima. Desde entonces, el balear ha seguido dando pasos adelante. ?Los suficientes como para despejar los fantasmas de una vez por todas? Fognini, el subversivo italiano, es el mejor baremo.

En el cuadro femenino, mientras, Garbi?e Muguruza sigue imparable despu¨¦s de acceder al top-5 y sellar su presencia en Masters de Singapur. Tumb¨® a Bethanie Mattek-Sands (6-1 y 7-5) y se enfrentar¨¢ en semifinales (10.30, Teledeporte) a la polaca Agnieska Radwanska, octava en la lista de la WTA.