Manchester City - Sevilla: Tan cruel como previsible
Un gol a la contra del City en el descuento fulmina a un inocente Sevilla, falto de tablas para conseguir un punto que casi ten¨ªa
As¨ª de cruel es el f¨²tbol. Y tambi¨¦n as¨ª de previsible. Un inconcebible gol a la contra de De Bruyne frustr¨® las opciones de un magn¨ªfico Sevilla, que fue cazado por su impericia y su falta de pegada. Los de Emery jugaron un fenomenal partido, pero Europa no admite bromas ni perdones. La calidad individual se acab¨® imponiendo y sepult¨® las opciones de los andaluces, que se complican mucho la vida en sus opciones de clasificaci¨®n. La justicia no existe en el f¨²tbol, y m¨¢s en el de ¨¦lite, solo la calidad y la pegada. El City, que no juega a nada, fue dominado a su antojo por el Sevilla, que no lo remat¨® cuando lo tuvo contra las cuerdas. Sobre todo, en una segunda mitad en la que Gameiro tuvo en su cabeza el 1-2, que hubiera plasmado la superioridad de los andaluces.
Para los anales de la historia sevillista y para las escuelas de f¨²tbol quedar¨¢ la jugada del segundo gol del City, despu¨¦s de una absurda p¨¦rdida de bal¨®n de Krohn-Dehli y una alocada anticipaci¨®n de Krychowiak a Tour¨¦. Se form¨® una contra y De Bruyne sentenci¨® con calidad. La pegada que proporcionan los 80 millones que cost¨® el belga, colocado de delantero por Pellegrini despu¨¦s de quitar a Bony. Casi todo lo hizo bien el Sevilla. Su ternura lo conden¨®. El punto era de oro, pero estas guerras no admiten prisioneros. Noventa minutos de f¨²tbol inteligente se fueron a la basura en una acci¨®n de infantiles.
Manchester City, 2 - Sevilla, 1
Manchester City: Hart; Zabaleta (Kolarov, m. 60), Otamendi, Mangala, Sagna; Navas, Fernandinho, Tour¨¦, De Bruyne (Kompany, m. 92); Sterling y Bony (Fernando, m. 76). No utilizados: Caballero; Demichelis, Barker y Glendon.
Sevilla: Rico; Coke (Mariano, m. 84), Rami, Kolo, Tremoulinas; Krychowiak, Iborra, Banega (Krohn-Dehli, m. 65); Vitolo, Gameiro y Konoplyanka (Nzonzi, m. 78). No utilizados: David Soria; Andreolli, Reyes y Fernando Llorente.
Goles: 0-1. M. 30. Konoplyanka, a pase de Vitolo. 1-1. 36. Rami, en propia puerta. 2-1. M. 90. De Bruyne.
?rbitro: Bas Nijhuis. Amonest¨® a Bony, Iborra, Gameiro.
Etihad Stadium. 45.595 espectadores.
Que el Sevilla no sali¨® como en Tur¨ªn, acobardado y entregado, se demostr¨® a los 11 minutos, cuando Krychowiak casi mat¨® de un balonazo a Zabaleta. No se arrug¨® el conjunto andaluz, atendiendo a las dos consignas b¨¢sicas esbozadas por Emery: tensi¨®n e inteligencia con el bal¨®n. Esta vez no hubo ni un pelotazo ni p¨¦rdidas absurdas de la pelota, sino una transici¨®n ordenada del bal¨®n a trav¨¦s de Banega y Konoplyanka, que regresaron al equipo titular y dotaron de personalidad al cuadro andaluz.
Que el Sevilla compitiera no evit¨®, obviamente, que el tremendo potencial del City se expresara en alguna de sus muchas variantes. Por ejemplo, en un disparo con veneno de Navas, un remate de Bony a centro de De Bruyne o un tiro de Tour¨¦ que no entr¨® de milagro. Pero el Sevilla estaba en el partido, intentando utilizar sus armas. As¨ª, Konoplyanka lanz¨® al palo en una falta y Hart salv¨® el posterior remate de Vitolo.
Era un buen Sevilla, que puso en apuros al City y que mostraba la personalidad suficiente para competir en un escenario de tan alta alcurnia. Entonces, con el partido igualado, emergi¨® Vitolo, se hizo con un rebote y se meti¨® en el ¨¢rea como los futbolistas caros. Su pase al segundo palo desbord¨® a la defensa del City y Konoplyanka marc¨® a placer. El Sevilla, entero, sabiendo sufrir, con la inteligencia por bandera y una pizca de suerte reinaba en el Etihad, que rumiaba otra de sus decepcionantes noches europeas.
El gigante Tour¨¦
Al City lo sac¨® de su marasmo una monumental jugada del gigante Tour¨¦, que se movi¨® en el ¨¢rea con la destreza de un delantero. Rico salv¨® el primer remate de Sterling, pero el rechace le fue a Bony. Rami meti¨® la pierna, llegando el empate. El Sevilla supo conservar la calma, entendiendo que el City no necesita jugar bien para marcar. Es m¨¢s, no juega a nada, amparado en los destellos de sus figuras, capaces de resolver sin la articulaci¨®n de un engranaje colectivo de juego. Por eso el City no presion¨® al Sevilla tras el empate. Fio su suerte a la calidad individual de sus jugadores, enorme pese a las ausencias de peso de Ag¨¹ero y Silva.
El Sevilla, muy bien en l¨ªneas generales, ansiaba el partido redondo para vencer en un estadio grande. Lo puso todo de su parte, entrega, f¨²tbol y un orden exquisito, aunque el triunfo exig¨ªa adem¨¢s la necesaria dosis de suerte para pelearle el segundo puesto del grupo a un gigante como el City. No tuvo esa fortuna.
Amparado en el buen resultado del 1-1, el Sevilla se mantuvo entero ante las r¨¢fagas del City. Un equipo sin patr¨®n, pero temible en sus apariciones. La tuvo Gameiro de cabeza tras un gran pase de Tremoulinas. El City no apretaba, confiado y Banega fue sustituido por Emery. Y Pellegrini se carg¨® a Bony para meter a Fernando, un mediocentro defensivo, y poner a De Bruyne de delantero centro.
No sufr¨ªa el Sevilla, que se permiti¨® el lujo de tener el bal¨®n y silenciar el Etihad. Solo le faltaba al equipo andaluz el golpe definitivo, el gol que definiera su superioridad ante uno de los grandes del f¨²tbol ingl¨¦s, una superpotencia en lo econ¨®mico. El Sevilla decidi¨® inmolarse con una ¨²ltima jugada en ataque absurda. Se dej¨® sorprender en el alargue en una contra culminada por De Bruyne.
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