1-5 en Vigo: Alc¨¢cer y Parejo apagan el incendio del Valencia

Los vericuetos del f¨²tbol son ingobernables. El Valencia gole¨® en Bala¨ªdos a un Celta que le super¨® durante bastantes minutos, que encim¨®, agobi¨®, remat¨® y hasta, por momentos, zarande¨® a su esforzado oponente. Apenas pasada la hora de partido el Valencia llevaba cuatro remates a puerta y cuatro goles, todos ellos no solo irreprochables sino de bell¨ªsima factura. Podr¨ªa ser justo decir que el equipo de Nuno necesit¨® bien poco para marcar, pero tambi¨¦n lo es deducir que precis¨® de bastante. Hay que tener clase para definir como lo hicieron Alc¨¢cer y Parejo, que marcaron y fabricaron los primeros cuatro goles de su equipo en una inolvidable exhibici¨®n. Mustafi firm¨® al final el quinto sin que el Valencia necesitase un remate m¨¢s para anotar: tir¨® cinco veces entre los tres palos e hizo rep¨®ker.

El Valencia hizo diana en los momentos que m¨¢s le conven¨ªa. Marc¨® de inicio, detalle nada balad¨ª para un equipo que buscaba confianza, emboc¨® de nuevo en el ¨²ltimo minuto de la primera parte y en el primero de la segunda, eso que el canon denomina goles psicol¨®gicos. Luego anot¨® el cuarto cuando m¨¢s le apretaba el Celta, cuando se jugaba en el ¨¢rea de Jaume Dom¨¦nech y el equipo de Berizzo se ve¨ªa con argumentos para ajustar el marcador y llevar el partido a un final discutido.

La primera ventaja ch¨¦ premi¨® una intensa puesta en acci¨®n y compendi¨® todo lo bueno que hizo. Javi Fuego recuper¨® en su propio campo por anticipaci¨®n y la pelota acab¨® llegando a Alc¨¢cer, que no oper¨® como un nueve est¨¢tico sino que busc¨® el desmarque hacia un costado para recibir y buscar una pared de nuevo hacia dentro, all¨ª un ¨²nico toque de Parejo le dej¨® ante el gol porque el Celta tambi¨¦n estuvo remiso en el repliegue. La reacci¨®n del Celta fue inmediata y hasta furibunda. Hern¨¢ndez marc¨® en fuera de juego casi de inmediato, se redobl¨® la presi¨®n, surgi¨® Nolito para forzar una acci¨®n dudosa en el ¨¢rea con Barrag¨¢n, comenz¨® a conectar el equipo con Iago Aspas y compareci¨® el Orellana m¨¢s brillante. Es en esas ocasiones, cuando el Celta se ajusta, cuando resulta intratable para cualquier equipo del campeonato. Cualquiera incluye a todos, tambi¨¦n a un Valencia que tiene varios problemas, pero uno de ellos tiene que ver con los n¨²meros que maneja porque si vienes de un verano en el que gastas cien millones de euros parece l¨®gico demandar algo m¨¢s que orden y esfuerzo. Y el equipo de Nuno padeci¨® durante bastante minutos expuesto como se qued¨® al vendaval celeste. El Celta es un equipo que siempre le da ritmo a los partidos, que se desata aunque vaya por delante en el marcador. Entiende el f¨²tbol de esa manera as¨ª que con el marcador en contra se lanz¨® a por el empate y lo encontr¨® en un error de Gay¨¤, que se atornill¨® bajo la porter¨ªa tras un saque de esquina y habilit¨® a medio Celta. Tres toques de cabeza en el ¨¢rea precedieron el gol local, se?al de que algo mal hizo el Valencia en esa acci¨®n. No volvi¨® a fallar.

Poco cambi¨® con el marcador de nuevo igualado. El Valencia se pleg¨®, el Celta se esforz¨® con tanta constancia como desacierto, con remates a los palos o sacados bajo palos por zagueros. Y Parejo y Alc¨¢cer aparecieron de nuevo para decidir plenos de brillantez. El centrocampista marc¨® el segundo gol en la ¨²ltima jugada de la primera parte al colocar un libre directo en la escuadra, el delantero en la primera acci¨®n tras el descanso tras aprovechar una mala cesi¨®n de Jonny al meta Sergio ?lvarez y desequilibrar a este con un amago sin bal¨®n. Cada gol fue un mazazo para los jugadores del Celta, que acab¨® desanimado por tanto gasto sin recompensa, por tanta punter¨ªa rival y por, no cabe desde?arlo, el regreso de su fragilidad defensiva. Y la grada, que hab¨ªa comenzado con retranca entonando el ¡°Nuno vete ya¡± habitual en Mestalla, se fue con una agria sensaci¨®n de cara al derbi gallego que ya se anuncia en Riazor.