Diego Costa vuelve a liarla

Otra vez. De nuevo, ¨¦l, Diego Costa. Reincidente. Otra vez protagonista por sus malas artes y no por sus goles o su buen hacer sobre el c¨¦sped. Ayer, el Chelsea sufri¨® en el terreno del Stoke City su s¨¦ptima derrota en la liga inglesa (1-0), en una tarde en la que el t¨¦cnico de los blues, Jos¨¦ Mourinho, no pudo sentarse en el banquillo por estar sancionado. El preparador portugu¨¦s y la negativa secuencia de resultados de su equipo eran la noticia, hasta que el ariete hispano-brasile?o volvi¨® a hacer de las suyas. Un doble episodio que a buen seguro tendr¨¢ sus consecuencias. Ahora, de nuevo, Inglaterra apunta hacia ¨¦l, internacional de la selecci¨®n. Costa, otra vez, es se?alado.

Ayer, frente al Stoke, volvieron a aparecer los diablos del delantero. Costa se las tuvo tiesas toda la tarde con Shawcross, zaguero del conjunto rival. Forcejeos, agarrones y malas miradas; nada nuevo. Sin embargo, en un momento dado y despu¨¦s de agarrar por el cuello al defensa, Costa comenz¨® un nuevo show. Se dirigi¨® directamente a Shawcross se?al¨¢ndole, a la vez que olfateaba su propia axila y se tapaba la nariz, insinuando el mal olor del capit¨¢n del cuadro local.

Pero ah¨ª no qued¨® la cosa. En otro instante del partido, Costa fue a recoger un bal¨®n perdido por la l¨ªnea de fondo, junto a uno de los c¨®rners del Britannia Stadium. Con tanta urgencia fue el delantero que al ir a recogerlo, no se sabe si de forma voluntaria o no, pis¨® a uno de los empleados de seguridad que se encontraba en esa zona del campo. Posteriormente, seg¨²n indica la BBC, el steward interpuso una denuncia contra el jugador, que esta semana fue citado por Vicente del Bosque para los pr¨®ximos compromisos de la selecci¨®n espa?ola: el viernes 13 de noviembre, contra Inglaterra en Alicante, y el martes 17, en Bruselas ante B¨¦lgica.

Del Bosque, que ya censur¨® su comportamiento, le ha citado para el pr¨®ximo compromiso de La Roja

El seleccionador, este curso, ya le dej¨® fuera de la lista a principios de octubre por el mal comportamiento del atacante en el derbi londinense contra el Arsenal. Entonces, Costa forz¨® la expulsi¨®n del defensa Gabriel, al que provoc¨® constantemente. La Federaci¨®n Inglesa decidi¨® sancionarle con tres partidos de suspensi¨®n y Del Bosque reprob¨® p¨²blicamente la actitud violenta del bad boy, que la temporada pasada ya fue castigado otros tres encuentros por pisar a Emre Can, del Liverpool. "No soy un santo, pero no voy a cambiar mi estilo", asegura ¨¦l, de 27 a?os, de nuevo expuesto a otra sanci¨®n, aunque el Chelsea considere que la protesta "no tiene sentido".

Muy criticado, a Costa se le censura porque en Inglaterra entienden que con sus artima?as atenta contra la tradici¨®n y el fair play hist¨®rico del f¨²tbol ingl¨¦s. Siempre al l¨ªmite, con el instinto callejero de las calles de Lagarto, donde se cri¨®, Costa no entiende otro f¨²tbol que el que se juega a mil revoluciones. Sobreexcitado, su car¨¢cter y su ansia competitiva le juegan a menudo muy malas pasadas. Le ocurr¨ªa cuando desfil¨® por Espa?a, en sus pasos por Vigo, Albacete, Valladolid y el Manzanares, y tambi¨¦n en sus dos a?os en Londres, donde su cartilla de antecedentes est¨¢ creciendo en exceso.

V?DEOS: Las burlas de Costa y su pisot¨®n al empleado de seguridad.