La desconexi¨®n divina
La baja de Benzema ha activado varios protocolos de emergencia en el Real Madrid.
El primero de ellos consiste en sofocar el repertorio de aspavientos de Cristiano Ronaldo. Con m¨¢s raz¨®n que nunca, CR exhibe su desesperaci¨®n por el c¨¦sped como un inv¨¢lido de guerra. El puesto de delantero centro le exige jugar de espaldas, con el defensa pegado a la nuca, aguantar el bal¨®n y repartirlo; esa labor artesana, tan poco explosiva, reclama de ¨¦l un equilibrio art¨ªstico que Cristiano, extremo en plena mutaci¨®n gen¨¦tica a finalizador puro, no va a aprender ahora. Lo habitual es que al recibir no espere a nadie: arranca con el bal¨®n como Custer con el caballo a morir matando en Little Big Horn. La paciencia de CR est¨¢ en el punto de mira del vestuario del Real Madrid: la estrella reclama su h¨¢bitat, la ¨®rbita desde la que dirigirse a porter¨ªa como un meteorito y no como un astronauta flotante.
Hay varios animales imprescindibles en el Madrid, pero ninguno tiene el plumaje de Benzema
Hay otro protocolo y est¨¢ relacionado con el astronauta y su infancia novelesca, atado a los amigos de la infancia, las pandillas de los suburbios de Lyon que empezaban rompiendo cristales de veh¨ªculos para robar radios antes de llevarse directamente los coches, como relata Paris Match. Las drogas, las chicas y el rap; Sarko hubiera gritado: ¡°?Racaille!¡±. De ese h¨¢bitat salvaje creci¨® un diamante con c¨®digos manufacturados, que son los m¨¢s duros de romper. El genio imprevisible del Real Madrid est¨¢ ¡°desconectado de la vida real y piensa que todo se puede comprar con dinero¡±, seg¨²n la revista. Esa burbuja hecha a medida le ha convertido en el delantero m¨¢s delicado del f¨²tbol mundial, un hombre taciturno en el campo que deambula entre los defensas a punto de preguntar el camino a casa antes de desembarazarse de dos marcadores y filtrar un pase de gol. Hay varios animales imprescindibles en el Real Madrid, pero ninguno tiene el plumaje tan distinto como el de Benzema: un ave tan diferente que solo puede hacerse da?o.
Es un ave tan diferente que solo puede hacerse da?o. Ben¨ªtez le convoca tras mes y medio lesionado
Ben¨ªtez se lo lleva al cl¨¢sico mes y medio despu¨¦s de su ¨²ltimo partido. Tiene molestias f¨ªsicas y una enorme pesadumbre por la imputaci¨®n en un caso de chantaje sexual, una investigaci¨®n de delito barriobajero en la c¨²pula del Madrid. Benzema ha importado el suburbio, pero sin ¨¦l podr¨ªa marchitarse en la soledad po¨¦tica con la que se desvaneci¨® Anelka. El club espera que Benzema, si sale al campo, consiga olvidar el tumulto judicial que le espera fuera. Para un jugador que se abstrae de tal modo que consigue desconectar del juego en fases del partido, dedicado al cultivo mental de bonsais, deletreando rimas imposibles, la parte mental es la que menos tiene que preocupar de Benzema. O quiz¨¢s la que m¨¢s tenga que preocupar al Bar?a.
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