Abel Caballero prende la Navidad de Vigo con un mensaje de ¡°solidaridad y dolor¡±: ¡°Forza Valencia¡±
La ciudad suma 450 calles iluminadas, 11,5 millones de leds y un ¨¢rbol a¨²n m¨¢s alto que el a?o anterior. Varios colectivos vecinales invitan a protestar contra la ¡°tortura¡± de las fiestas colgando s¨¢banas blancas en los balcones
Viva Vigo y, sobre todo, Viva Valencia, fueron las proclamas de la tarde-noche del s¨¢bado en la viguesa Porta del Sol y en las calles del centro en las que una marea humana se congreg¨® para seguir el encendido de las luces de la Navidad a cargo del alcalde, Abel Caballero. El veterano socialista no se refiri¨®, esta vez, a la Estaci¨®n Espacial Internacional ni a la NASA, no ret¨® a los alcaldes de Nueva York, Londres y Par¨ªs. El acto fue m¨¢s sobrio y contenido. ¡°La palabra de la Navidad es paz, y eso es lo que queremos transmitir desde Vigo. Este a?o el encendido va a ser diferente. Nuestro cari?o, nuestro homenaje, nuestro afecto, nuestra solidaridad, nuestro dolor por las v¨ªctimas de Valencia¡±. Eran las ocho y seis minutos cuando el gran ¨¢rbol de la Navidad de Vigo se ti?¨® con los colores de la bandera valenciana y con un lema gigantesco: ¡°Forza Valencia¡±. El p¨²blico aplaudi¨® y se emocion¨®. Todo el mundo entendi¨® que este a?o no iba a haber chistes ni histrionismo. El espect¨¢culo de luces tard¨® en convertirse en fiesta, el p¨²blico sigui¨® contenido, escuchando el himno de la Comunidad Valenciana, hasta que los vendedores rasgaron el aire con su grito: ¡°globoooos¡±, ¡°barquilloooos¡±. La tur¨ªstica Navidad viguesa acababa de ser inaugurada por el omnipresente alcalde de la ciudad.
Hubo alg¨²n problema t¨¦cnico, pero se solucion¨® al instante. El fen¨®meno tur¨ªstico crece cada a?o. La, por otra parte, controvertida Navidad de Vigo ha llegado incluso al apocalipsis zombi, la pel¨ªcula que este mes de noviembre se convirti¨® en la m¨¢s vista de Amazon Prime en 90 pa¨ªses. Apocalipsis Z (El principio del fin), comienza con im¨¢genes de la exacerbada decoraci¨®n navide?a que puso de moda el alcalde socialista Abel Caballero, y a lo largo de la trama hace m¨¢s gui?os a la fiesta tur¨ªstica por excelencia de la ciudad gallega. Publicidad, incluso en vallas de grandes capitales del mundo, no le falta al acontecimiento, y tampoco detractores que desde hace a?os mantienen su lucha en varios frentes contra ese ¡°parque tem¨¢tico¡± en el que se transforma el centro y que vulnera, defienden, sus ¡°derechos fundamentales¡±.
Pero la Navidad de Vigo todav¨ªa no ha muerto de ¨¦xito, y el ritual inaugural se volvi¨® a repetir este s¨¢bado, con un triunfal Caballero, que ya cuenta 78 a?os, 17 de gobierno local y tres mayor¨ªas absolutas, en una Porta do Sol desbordante de fans. ¡°Cuando arranca la Navidad en Vigo, arranca la Navidad en el planeta¡±, ha clamado el tambi¨¦n exministro de Felipe Gonz¨¢lez en el momento de pulsar el bot¨®n m¨¢gico que ha prendido las luces m¨¢s de un mes antes de Nochebuena.
La consabida avalancha de cifras aportadas por el Ayuntamiento va in crescendo a?o tras a?o y revela que el abeto artificial que marca el kil¨®metro cero del ¡°espect¨¢culo de luz y sonido¡±, el de la Porta do Sol, ha crecido en un a?o 2,40 metros (desde los 44 de 2023). Habr¨¢ 450 calles y plazas iluminadas con 11,5 millones de leds, 1.259 arcos, 2.674 motivos ornamentales, 15 ¡°elementos lum¨ªnicos 3D¡± y 2.518 ¨¢rboles (de verdad) iluminados.
Precisamente, uno de los frentes de batalla desde hace a?os es el de los grupos ecologistas que claman contra el consumo y contra el estrangulamiento del arbolado con los cables de las luces por parte de la empresa adjudicataria. El Bloque Nacionalista Galego (BNG) acus¨® este mes a Caballero y su gobierno de ¡°vandalizar¡± un ¡°s¨ªmbolo¡± de la ciudad como es el olivo que crece desde hace dos siglos en el Paseo de Alfonso. El consistorio reconoci¨® el error y orden¨® esta misma semana a Xim¨¦nez, la contrata de Puente Genil (C¨®rdoba), librar el se?ero ¨¢rbol de los cables que lo encorsetaban.
Mientras hosteleros y comerciantes aplauden el fen¨®meno tur¨ªstico, colectivos vecinales, entidades sociales y ambientalistas han puesto en marcha para estos dos meses la campa?a S¨¢banas Blancas, con la que invitan a los vigueses a colgar ropa de cama en los balcones y ventanas para denunciar los ¡°excesos¡± de la fiesta. La portavoz de la asociaci¨®n Zona Centro de Vigo, Alba Novoa, asegura que buena parte de la ciudad ¡°no se siente con fuerzas ni ganas de ser engullida un a?o m¨¢s por el parque de atracciones y todo lo que le rodea¡±. Tras la cat¨¢strofe de Valencia, opina que ¡°no es el momento de alardear con grandes gastos in¨²tiles, grandes inauguraciones, villancicos, botellones en parques p¨²blicos, exceso de luces, espect¨¢culos y atracciones de feria¡±. ¡°El empe?o¡± de Caballero coloca a los vigueses en ¡°una situaci¨®n extremadamente dif¨ªcil¡± y supone una ¡°tortura¡± por la ¡°falta de medidas de seguridad que garanticen los tiempos actuaci¨®n de los servicios de emergencias¡±, la dificultad para llegar a trabajos y viviendas, la suciedad, los malos olores o el ruido ¡°insoportable¡±. ¡°Nadie quiere acabar con la Navidad, pero estamos ante un concepto de Navidad impuesto que determina c¨®mo hay que celebrar estas fiestas y condiciona los festejos de la ciudadan¨ªa. Un modelo que se ha convertido en un monstruo que atenta contra cualquier visi¨®n sostenible, de una ciudad respetuosa con el medioambiente y con su patrimonio cultural¡±, zanj¨® la portavoz en la presentaci¨®n de S¨¢banas Blancas, arropada por distintos colectivos que se declaran v¨ªctimas del ¡°autoritarismo¡± de un regidor con el que es ¡°imposible dialogar¡±.
Pero Caballero, como cada Navidad, vuelve a estar exultante y orgulloso de su obra: Vigo ¡°marc¨® una cultura de la Navidad, que ahora comienza cuando comienza aqu¨ª, en noviembre, y termina a mediados de enero¡±. ¡°Me gusta que las dem¨¢s ciudades tambi¨¦n tengan Navidad¡±, coment¨® hace d¨ªas en referencia a sus rivales en la carrera por el alumbrado, pero considera que todas est¨¢n muy lejos en la competici¨®n. Seg¨²n las cifras que da el Gobierno local, la ciudad de 300.000 habitantes registr¨® seis millones de visitantes en la anterior campa?a.
Una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia reconoci¨® el pasado verano ¡°una conducta lesiva de los derechos fundamentales¡± a ¡°la intimidad personal y familiar¡± y a ¡°la inviolabilidad del domicilio¡± de una madre y sus hijos que tuvieron que soportar el ruido en una de las calles del meollo festivo, O Areal, durante la Navidad 2022-2023. El fallo, recurrible ante el Supremo, condenaba al consistorio a indemnizar a la denunciante con 600 euros, 1.040 menos que los que ella exig¨ªa por los trastornos ocasionados durante los dos meses de fiestas ininterrumpidas, de cortes y desv¨ªos del tr¨¢fico, atascos, jolgorio y una suerte de apocal¨ªptica invasi¨®n de turistas. El tribunal ordenaba tambi¨¦n al Gobierno a adoptar ¡°las medidas necesarias para evitar la reiteraci¨®n de su conducta¡± y poner coto a los ruidos. Pero solo dos meses y medio despu¨¦s, otra sentencia dada a conocer en rueda de prensa por el alcalde, esta vez del Juzgado de lo Contencioso Administrativo n¨²mero 2 de Vigo, desestimaba la demanda de otro ciudadano. El juez consideraba que el cauce procesal no hab¨ªa sido el adecuado que el vecino no estaba legitimado para defender los intereses generales y pedir medidas contra la contaminaci¨®n ac¨²stica en toda la ciudad. El magistrado recalcaba, adem¨¢s, que el Ayuntamiento demostraba, con informes t¨¦cnicos, que hab¨ªa tomado medidas para mitigar el ruido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.