El N¨¢poles encuentra en Maurizio Sarri el relevo perfecto para Ben¨ªtez
El t¨¦cnico italiano cogi¨® las riendas del conjunto italiano en verano y lo coloca l¨ªder tras la victoria ante el Inter
![Sarri durante el partido contra el Brujas de la Liga Europa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/N4ULIFHRUUIV4MAEGBZLZH2VWI.jpg?auth=cb6f6b17f34a9fa7184d41a85eb57df67ddb1b764d869633714b09583b4c0438&width=414)
En la Toscana, en esos parajes id¨ªlicos del noroeste de Italia, llenos de vi?edos, colinas y peque?os archipi¨¦lagos, casi de postal, se cri¨® la familia Sarri. En Figline Valdarno, una ciudad de algo m¨¢s de 47.000 habitantes al sur de Florencia, Amerigo, el padre, dio pedaladas hasta convertirse en ciclista profesional. Maurizio, su hijo, ten¨ªa m¨¢s inter¨¦s en el f¨²tbol, aunque no pas¨® de ser un aficionado m¨¢s. Sin ning¨²n tipo de porvenir dando patadas al bal¨®n, lo cambi¨® por los n¨²meros; y no le fue nada mal ¡ªse licenci¨® en Econom¨ªa y Comercio y, posteriormente, en Estad¨ªstica¡ª.
Maurizio Sarri, que desde el pasado 11 de junio dirige al N¨¢poles tras la marcha de Rafa Ben¨ªtez al Real Madrid, viv¨ªa acomodado como jefe en la Banca Monte dei Paschi de Siena, pero nunca olvid¨® que su verdadera pasi¨®n era el f¨²tbol. En su d¨ªa compagin¨® las finanzas por la ma?ana con los entrenamientos en equipos de aficionados por la tarde. Y lleg¨® el verano de 2001. Aquel en el que prometi¨® que si sub¨ªa al Sansovino a Quinta Divisi¨®n, se dedicar¨ªa exclusivamente a los banquillos. "Cumplimos el objetivo y entend¨ª que si me dedicaba ¨²nicamente a la carrera de entrenador pod¨ªa dar un salto cualitativo. El paso no fue f¨¢cil, pero la familia me apoy¨®", reconoce en una entrevista.
Menos mal que apost¨® por el f¨²tbol pensar¨¢n en el N¨¢poles, que este lunes aup¨® a su equipo a lo m¨¢s alto de la Serie A despu¨¦s de vencer al Inter de Mil¨¢n (2-1). El curr¨ªculum de Sarri est¨¢ repleto de peregrinaciones por banquillos de categor¨ªas no profesionales: Antella, Valdema, Tegoleto, Avellino... as¨ª hasta 13 equipos diferentes repartidos por toda la geograf¨ªa italiana. Si 2001 fue el comienzo de su dedicaci¨®n exclusiva, 2012 fue el del pistoletazo de salida hacia un banquillo de alta alcurnia, aunque ¨¦l ni lo tuviera en mente.
Recal¨® en Empoli, en Segunda, y gui¨® al equipo hasta los playoff para el ascenso, del que le priv¨® el Livorno. Su buen hacer le granje¨® el benepl¨¢cito de la grada y el apoyo institucional. Al a?o siguiente, pasaporte directo para Primera, donde obr¨® el milagro. Gast¨® menos de 200.000 euros, mantuvo a casi toda la plantilla con la que se encontr¨® en su primer a?o y salv¨® a su equipo sin mayores apuros. No contento con estos m¨¦ritos, puso en el disparadero a varios futbolistas desconocidos para la mayor¨ªa de aficionados: Sepe, Rugani, Tonelli, Vecino, Hysaj o Valdifiori ¡ªeste ¨²ltimo llamado por la selecci¨®n italiana¡ª.
Sarri, de 56 a?os, es un loco del f¨²tbol, lo desprende por los cuatro costados. En Sansovino se gan¨® el apodo de Mr. 33 por su obsesi¨®n t¨¢ctica. "Un jugador lleg¨® a contar que usamos 33 esquemas distintos", afirma. Esto se traslada en un estilo agresivo, vertical, de ataque, en el que los m¨¢s veteranos y los m¨¢s j¨®venes tienen que correr y correr para ganarse un sitio en el once.
Me ha cambiado desde que lo conoc¨ª en pretemporada. Sabe lo que me tiene que decir para que mejore
Toda esta carta de presentaci¨®n fue insuficiente cuando se conoci¨® su fichaje por el N¨¢poles. Diego Maradona, ¨ªdolo indiscutible en el estadio de San Paolo, carg¨® las tintas contra ¨¦l despu¨¦s de que s¨®lo sacara dos puntos en tres partidos. "Necesitan un entrenador con experiencia que sepa c¨®mo liderar un grupo", destac¨®.
Por suerte para Sarri, incondicional del ch¨¢ndal, lo de Maradona qued¨® en un chascarrillo. Desde entonces, ocho victorias ligueras¡ªincluido un 0-4 al Milan y un 2-1 a la Juventus¡ª, pleno de puntos en la Liga Europa y un liderato al acecho. El propio Gonzalo Higua¨ªn, el nueve de los napolitanos, no duda en elogiar a su t¨¦cnico. "Me ha cambiado desde que lo conoc¨ª en pretemporada en Dimaro. Sabe lo que me tiene que decir para que mejore", concluye.
En San Paolo pocos recuerdan ya a Ben¨ªtez, pese a un subcampeonato en 2013 ¡ªla mejor posici¨®n despu¨¦s de 23 a?os, cuando gan¨® el Scudetto¡ª y llegar hasta los octavos de la Champions en 2012, cuando los bati¨® el Chelsea, que termin¨® alzando el t¨ªtulo. Sarri, ese fumador empedernido y ¨¢vido lector de Bukowski, est¨¢ en boca de todos los napolitanos. Del jefe de banca nadie se acuerda, ahora es s¨®lo entrenador y nadie quiere que vuelva a las oficinas.
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