La remontada

El Alav¨¦s se ha puesto segundo de Segunda gracias a un gol de Kiko Femen¨ªa, que fue el mejor jugador del partido. Kiko Femen¨ªa fue un canterano del H¨¦rcules que luego fich¨® el Barcelona tambi¨¦n como canterano. De La Mas¨ªa ha salido una generaci¨®n que lo ha ganado todo en el campo y en Twitter, y otra, al amparo de ¨¦sa, que ha terminado deshilach¨¢ndose para frustraci¨®n de los adictos al Pro Evolution Soccer, que hab¨ªamos confiado a ciegas en los futuros Messi que nos promet¨ªa a la habitualmente contenida prensa deportiva cul¨¦. Yo tengo a Gai Assulin en Las Palmas como Guti, salvando las distancias, cada verano: este a?o s¨ª.

La carrera del jovenc¨ªsimo Femen¨ªa parece la de un veterano de guerra. Fue sonado su debut en Primera jugando con el H¨¦rcules contra el Athletic de Bilbao. Kiko sale al campo, falla los tres primeros balones de forma estrepitosa ante su p¨²blico y acto seguido le da un ataque de ansiedad. Cada bal¨®n a su banda es un bal¨®n muerto. El propio chico, de 19 a?os, lo est¨¢.

El f¨²tbol nos ha ense?ado siempre que las superpromesas debutan como extraterrestres, marcando goles decisivos o jugando de esc¨¢ndalo, como Ra¨²l en Zaragoza, como Messi ante las narices de Capello. Y de repente Kiko Femen¨ªa se comportaba como un chico de 19 a?os: un ser humano sobrepasado, miedoso y fr¨¢gil. No pod¨ªa no respirar.

Aquello fue una lecci¨®n. Entre otras razones por Rufete, el jugador con el que Femen¨ªa compet¨ªa por un puesto. Rufete est¨¢ calentando en la banda y se niega a salir. ¡°Que le den al partido¡±, grita. Y dedica el resto del tiempo a pedirle calma a Femen¨ªa, a decirle que respire, que tome aire, mientras el jugador se dobla sobre s¨ª mismo incapaz de creerse la pesadilla. Hacia el final del partido Kiko Femen¨ªa remonta y llega a bailar a un defensa en su banda antes de centrar. Cumpli¨® una gran temporada y comenz¨® un suplicio de equipos: Bar?a B, Madrid B y Alcorc¨®n. Ahora est¨¢ en el Alav¨¦s y ayer puso a su equipo a un punto del C¨®rdoba.

Se han juntado dos, Femen¨ªa y Alav¨¦s, con ganas de repetir el pasado: uno busca recuperar el brillo que le hizo deseado por los dos clubes m¨¢s grandes de Espa?a, el Alav¨¦s quiere regresar a Dortmund, a aquella final de la UEFA que parec¨ªan jugar dioses: 5-4 ante el Liverpool, 4-4 para llegar a la pr¨®rroga. Ninguna consola podr¨ªa imitar aquel partido; ninguna r¨¦plica de jugador, cada vez mejor hechas, podr¨ªa sufrir algo tan f¨¢cil y sencillo como un ataque de ansiedad.