Los Timbers, campeones de la MLS con el gol m¨¢s r¨¢pido de una final

En un ambiente completamente ensordecedor, los Portland Timbers se impusieron (1-2) este domingo a los Columbus Crew en la final de la liga de f¨²tbol norteamericana (MLS). La poca calidad de los equipos, en contraste con la pasi¨®n de los aficionados, marc¨® la disputa por el t¨ªtulo liguero.

Hasta 2.000 aficionados de Portland viajaron al Mapfre Stadium, el estadio de los Columbus Crew con capacidad para 20.000 personas, para apoyar a su equipo en la que fue la primera final de la MLS que jugaban. Los de casa buscaban el segundo t¨ªtulo de MLS, que ganaron por primera vez en 2005.

La afici¨®n tom¨® el partido desde el primer minuto. La batalla empez¨® en las gradas: los fans pronunciaban c¨¢nticos sin cesar. En el campo los Crew salieron dormidos. Su portero, Steve Clark, perdi¨® un bal¨®n f¨¢cil ante la presi¨®n del centrocampista Diego Valeri de los Portland Timber, que marc¨® el primer gol a los 27 segundos del comienzo del encuentro, lo que supone el gol m¨¢s temprano en una final. A los pocos minutos, los Timbers lograron su segundo gol tras un r¨¢pido contraataque tras robar la pelota en el mediocampo. La superioridad de los Timbers fue arrolladora en estos primeros compases de juego.

Un gol en el minuto 18 del delantero de los Crew, Kei Kamara, tras otro error del guardameta, esta vez el de los Timbers, al no atrapar un bal¨®n a¨¦reo en el ¨¢rea peque?a, dio vida al equipo local. Los de Columbus acabaron dominando el juego de la primera parte, donde gozaron de buenas ocasiones.

Los rugidos de la afici¨®n local dieron la bienvenida de nuevo a su equipo cuando sus jugadores saltaban al terreno de juego tras el medio tiempo. Las camisetas amarillas y negras de la afici¨®n de Columbus botaban en las gradas mientras se escuchaban gritos de apoyo para los de casa. Hab¨ªa confianza y pasi¨®n. La afici¨®n visitante, ante la ofensiva, hizo lo mismo: detr¨¢s de la porter¨ªa de Clark, la marea verde de Portland saltaba sin cesar.

Pero sobre el c¨¦sped, m¨¢s monoton¨ªa: los Portland dominaban el ataque y los Crew se defend¨ªan a duras penas. Los Timber, aunque no pudieron transformar ninguna ocasi¨®n en gol, gozaron de varias ocasiones claras. De alguna manera, la defensa de los Crew, con la suerte de su lado, salv¨® varios posibles goles en la l¨ªnea de la porter¨ªa. Los locales tuvieron alguna ocasi¨®n aislada, propiciada por el argentino Federico Higua¨ªn que, lejos de ofrecer a su equipo lo que su hermano al N¨¢poles, estuvo por debajo de lo esperado.

En la grada, la afici¨®n de los Crew sigui¨® ganando por su amplia mayor¨ªa num¨¦rica. La fiesta para ellos acab¨® con el pitido final, que a su vez dio paso a la fiesta de la afici¨®n visitante. ¡°Estamos muy felices, estoy agradecido a la afici¨®n y a mi familia", resumi¨® Valeri al diario ESPN al final del encuentro.

Errores garrafales en el arbitraje

En la jugada del segundo gol de Portland, el esf¨¦rico hab¨ªa salido notablemente por la banda derecha del campo. Los jugadores de Columbus se quedaron paralizados mientras uno de sus jugadores, con la posesi¨®n del bal¨®n, se acercaba hacia la banda para realizar el saque. Pero el linier no hab¨ªa pitado y un avispado jugador de los Timbers rob¨® el bal¨®n y organiz¨® un r¨¢pido contraataque que puso al equipo visitante 0-2 en el marcador a los ocho minutos.

Sorprendentemente, ni los jugadores, ni el entrenador, ni la mism¨ªsima afici¨®n de los Crew protestaron mucho la pifia del conjunto arbitral. Por otra parte, el ¨¢rbitro tambi¨¦n se comi¨® una mano clar¨ªsima de uno de los defensores de Columbus Crew en el ¨¢rea peque?a, tras un c¨®rner lanzado por los Timbers en la segunda mitad.

Valeri marca en un suspiro

EFE, Columbus

El centrocampista argentino Diego Valeri, de los Timbers de Portland, hizo historia al marcar el gol m¨¢s r¨¢pido en una final de la Liga Profesional de F¨²tbol (MLS) cuando se llevaban apenas 27 segundos del partido que su equipo disputaba ante el Crew de Columbus.

Valeri se aprovech¨® de un error cometido por el arquero del Crew, Steve Clark, que en lugar de despejar el bal¨®n que recibi¨® dentro del ¨¢rea intent¨® jugarlo, y el centrocampista argentino que sigui¨® la acci¨®n lleg¨® a tiempo para poner el cuerpo y el esf¨¦rico se fue al fondo del marca del equipo local.

Anteriormente, los goles m¨¢s r¨¢pidos conseguidos en partidos de la gran final se hab¨ªan dado dos veces en el minuto cinco. El ecuatoriano Eduardo Hurtado lo hizo en la primera final de la MLS en 1996 cuando jugaba con el Galaxy de Los Angeles, que perdieron el encuentro por 2-3 ante el D.C. United.

Luego ser¨ªa Ronnie Ekelund, siete a?os despu¨¦s, el que marc¨® tambi¨¦n a los cinco minutos del partido de la final que disput¨® su equipo de los Earthquakes de San Jos¨¦ que logr¨® el t¨ªtulo con un triunfo de 4-2 frente al Fire de Chicago.

Esta misma temporada, Justin Meram, del Crew, tambi¨¦n hab¨ªa marcado el gol m¨¢s r¨¢pido en la competici¨®n de los playoffs de la MLS, al conseguirlo cuando s¨®lo se llevaban disputados ocho segundos en el partido de ida de la final de la Conferencia Este frente a los Red Bulls de Nueva York, a los que eliminaron para quedarse ellos con el t¨ªtulo y disputar hoy el de la MLS.