Hanyu rompe el molde con m¨¢s de 330 puntos en Barcelona

El gesto adusto, en consonancia con la canci¨®n escogida, salida del cine japon¨¦s. Su estilo es cl¨¢sico y ¨¦l patinaba con la seriedad que la ocasi¨®n requer¨ªa. La concentraci¨®n m¨¢xima, porque los errores no se permiten. Ni un fallo, ni un traspi¨¦. Ni un segundo de duda. La ¨²nica concesi¨®n que Yuzuru Hanyu (21 a?os, Kyoto) se permiti¨® lleg¨® al conocer la puntuaci¨®n que le concedi¨® el jurado: 330,43 puntos, una barbaridad, r¨¦cord absoluto (¨¦l mismo ten¨ªa el r¨¦cord anterior, logr¨® 322,40 en el trofeo NHK de este 2015), lo nunca visto. Y el chico rompi¨® a llorar. El jueves le dieron un diez a la ejecuci¨®n de su programa corto, este s¨¢bado rompi¨® todos los moldes. Con 219,48 puntos al programa libre el japon¨¦s gan¨® la final del Grand Prix que por segundo a?o consecutivo se celebraba en Barcelona.

M¨¢s all¨¢ de los tres fant¨¢sticos cu¨¢druples que incluye en su programa, Hanyu encandila por su elegancia y finura, porque uno no dir¨ªa que sufre ni se fatiga con ninguna de sus piruetas de no ser porque se le vio jadear al completar su obra maestra. Complejo el objetivo (su programa t¨¦cnico alcanz¨® los 120,9 puntos de nota) el resultado es tambi¨¦n magn¨ªfico. Pero a nadie sorprende ya. Como no sorprende la plasticidad de su triple axel. Delicado en su estilo, maravillosa la interpretaci¨®n, sin necesidad, siquiera de ofrecer una sola sonrisa. No dej¨® opci¨®n alguna al ¨ªdolo local, segundo, con 292,95 puntos en total.

Canalla y casi perfecto, Javier Fern¨¢ndez (24 a?os, Madrid), la alegr¨ªa en persona con ese programa libre con el que se da aire de g¨¢ngster y se empapa de lo mejor de las notas de Frank Sinatra en Guys and Dolls. Concedi¨® altura y potencia a sus saltos con tanto entusiasmo que por poco no se pasa de largo con su primer cu¨¢druple toe. Aquello, sin embargo, aunque le pudo jugar una mala pasada y atacar a sus nervios, como ocurri¨® hace un a?o, no ocurri¨®. Ha ganado en temple el espa?ol, campe¨®n del mundo, que no se olvide. Y bord¨® un programa complet¨ªsimo. Pero es dif¨ªcil competir contra el que ya parece estar llamado a ser uno de los mejores patinadores de la historia.

Eugenia Medvedeva, la novata

Maravillosa la expresividad de su mirada, es la imagen de la inocencia. Eugenia Medvedeva (16 a?os, Mosc¨²) encandila, porque ella no patina, se desliza por la pista. Sus largas y afiladas piernas dibujan figuras con tanta gracia que apenas se percata uno de cu¨¢ndo empieza a encadenar saltos: un triple, otro triple, una combinaci¨®n de dobles, un triple salchow, su preferido, y los enchufa uno tras otro como si estuviera vendiendo el pan en el horno de la esquina. Y as¨ª cierra un programa magn¨ªfico, el de mayor complejidad t¨¦cnica de la tarde, con m¨²sica de Korzenowski y Aubry y una coreograf¨ªa que le permiti¨® lucirse como a la que m¨¢s.

Hace un a?o gan¨® el Grand Prix, pero jugaba con los juniors. Esta vez, con su insultante juventud, todav¨ªa, la novata ha vuelto a ganar, pero a lo grande y a las mayores. Se llev¨® la mejor nota en el programa corto (74,58) y tambi¨¦n en el libre este s¨¢bado (147,96). Adem¨¢s de una ovaci¨®n may¨²scula. No era para menos. S¨®lo hubo otra jovencita capaz de levantar al p¨²blico de sus asientos. Se llama Satoko Miyahara (17 a?os, Kyoto), es menuda y patina con un desparpajo fant¨¢stico: la colocaci¨®n perfecta, los saltos clavados, tiene la velocidad y la altura. Es la subcampeona del mundo y tambi¨¦n de esta final del Grand Prix.