A Jaume se le rompe el sue?o
El Reus visita al Atl¨¦tico sin su capit¨¢n, forzado a dejar el f¨²tbol por un problema card¨ªaco
A Jaume Delgado, uno de los capitanes del Reus, el viaje al Vicente Calder¨®n le ilusiona tanto como le disgusta. Este mediocentro de 32 a?os sabe que su nombre no aparecer¨¢ en la pizarra cuando el t¨¦cnico, Natxo Gonz¨¢lez, dise?e el once titular. Jaume ni tan siquiera se va a vestir de corto. Tampoco jug¨® la ida en el municipal de Reus, aquel encuentro donde sus compa?eros terminaron cayendo 1-2 ante el actual col¨ªder de Primera tras llevarlo un rato a rebufo en el marcador. Mientras el Reus vive en estado de gracia, l¨ªder de su grupo en 2? B, m¨¢s de un a?o invicto en casa e iluminado por los focos del f¨²tbol de ¨¦lite en su cruce copero, Jaume padece reposo forzado porque los doctores le han dicho que su f¨²tbol hasta aqu¨ª ha llegado.
Delgado, Jau, como le conocen en el vestuario, ha sido diagnosticado de una cardiopatia y todos los especialistas que le han examinado han exigido que cuelgue las botas. Antes de tiempo. ¡°Yo me encuentro bien¡±, cuenta.
M¨¢s all¨¢ de los tests de principio de temporada, el Reus hace revisiones peri¨®dicas a sus futbolistas. Hace cinco a?os el club llor¨® la p¨¦rdida de Jordi Pitarque, extremo de 23 a?os, que falleci¨® de muerte s¨²bita a las pocas horas de haber disputado un partido. A mediados de noviembre, en uno de estos controles regulares, la detecci¨®n de un problema de dilataci¨®n en la aorta del capit¨¢n empuj¨® a los m¨¦dicos a recomendarle una visita al Doctor Brugada, una eminencia en cardiolog¨ªa. Delgado fue acompa?ado de su compinche Marc Sellar¨¦s, futbolista, psic¨®logo y buen conocedor de lo que supone recibir un mazazo en una consulta m¨¦dica porque el a?o pasado le diagnosticaron un tumor en un test¨ªculo.
En noviembre la detecci¨®n de un problema de dilataci¨®n en la aorta empuj¨® a los m¨¦dicos a recomendarle una visita al cardi¨®logo
¡°Ni f¨²tbol, ni deporte ni ning¨²n esfuerzo¡±, se?ala Delgado con entereza. No va a volver a calzarse las botas ni para jugar una pachanga con los amigos. Tampoco le dejan participar en partidas de p¨¢del ni subirse a su bicicleta de monta?a. Un fastidio. ¡°Yo ten¨ªa claro que quer¨ªa seguir, pero qu¨¦ le vamos a hacer¡±, dice resignado quien comparti¨® a?os de formaci¨®n en el Espanyol con el recordado Dani Jarque. El trago m¨¢s amargo, confiesa, fue cont¨¢rselo a los compa?eros de vestuario, incluso peor que conectarse a Skype para dec¨ªrselo a Ver¨®nica, su novia, que reside temporalmente en Australia. Jaume ha tenido una consolidada trayectoria en 2? B desde que Tito Vilanova lo sacara de la cantera perica para llev¨¢rselo a Figueres, primero, y a Terrassa, luego. M¨¢s tarde, contra el Bar?a de Tito jug¨® una eliminatoria de Copa vistiendo la camiseta del Alav¨¦s. Ahora le toca ver como el Reus se mide a un Primera desde la grada. Esa grada donde recuerda impacientarse a su abuelo Paco, el hombre que tantas veces le acompa?¨® en su camino para hacerse futbolista.
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