Blatter: ¡°Luchar¨¦, luchar¨¦ hasta el final, volver¨¦¡±

Las fotos --el rostro macilento, envejecido, sin afeitar, desali?ado, una tirita en el p¨®mulo derecho se?alando d¨®nde le hab¨ªan extirpado un lunar, la melena bajando hasta el cuello de la americana¡ªeran un indicativo falso del estado en el que Sepp Blatter se encontraba esta ma?ana cuando lleg¨® al hotel de Z¨²rich ¨Csimb¨®licamente eligi¨® el viejo y lujoso Sonnenberg, la anterior sede de la FIFA¡ªen el que hab¨ªa convocado una conferencia de prensa.

All¨ª, despu¨¦s de m¨¢s de media hora de preguntas, termin¨® su intervenci¨®n con una frase redonda ¨C¡°luchar¨¦, luchar¨¦ hasta el final, volver¨¦¡±--, que en la pr¨¢ctica se traduce en un anuncio de un recurso ante el Comit¨¦ de Apelaci¨®n de la FIFA y despu¨¦s, si no triunfa, ante el Tribunal Arbitral del deporte (TAS), y m¨¢s all¨¢ ante la justicia civil suiza. ¡°Soy el presidente de la FIFA y ser¨¢ mi deber presidir el 26 de febrero el congreso que elija nuevo presidente. Y all¨ª estar¨¦¡±.

Antes, en la conferencia de prensa, ante decenas de periodistas y c¨¢maras de televisi¨®n, su actitud, sus palabras, el brillo de su mirada tras las gafas, traicionaban la primera imagen. No era un Blatter aparentemente derrotado el que comentaba la sanci¨®n de ocho a?os reci¨¦n infligida por la FIFA a su a¨²n presidente, sino un Blatter combativo, casi imbuido de un sentimiento mesi¨¢nico, el que clamo su inocencia y proclam¨® su rebeld¨ªa. Para ello, comenz¨® citando nada menos a Nelson Mandela, la visi¨®n del humanismo del l¨ªder que unific¨® Sud¨¢frica. Y parafraseando a Mandela, un Mandela enfermo con quien comparti¨® semanas durante el Mundial de Sud¨¢frica 2010, Blatter dijo: ¡°Lo lamento. Lamento ser como presidente de la FIFA un punching ball; lo lamento por el f¨²tbol. Lo lamento por la FIFA. Lo lamento. Lamento c¨®mo he sido tratado en este mundo que se dice humanista¡±.

Soy el presidente de la FIFA y ser¨¢ mi deber presidir el 26 de febrero el congreso que elija nuevo presidente. Y all¨ª estar¨¦

En un discurso a veces desvariado y ca¨®tico, de hilos sueltos y mezcla de idiomas ¨CBlatter, de 79 a?os, habl¨® en ingl¨¦s, alem¨¢n, franc¨¦s y espa?ol, y a veces parec¨ªa olvidar en cu¨¢l se estaba expresando--, el presidente de la FIFA desde 1998, y funcionario del organismo de Z¨²rich desde 1975, rebaj¨® la causa de su sanci¨®n ¨Clos 1,8 millones de euros que la FIFA bajo su mandato transfiri¨® a su vicepresidente y presidente de la UEFA Michel Platini en 2011, poco antes de las elecciones que le valieron un cuarto mandato al suizo¡ªa mero ¡°error administrativo¡±. ¡°El pago no estaba en los libros, pero eso no es una cuesti¨®n ¨¦tica, sino administrativa¡±, dijo. ¡°pero, y no s¨¦ por qu¨¦, nadie crey¨® mis explicaciones, que fueron las mismas de Platini, y eso que declaramos por separado ante la comisi¨®n ¨¦tica. He sido condenado antes de que se haga justicia. Soy un hombre de principios, y mis principios son dos: no aceptar dinero que no es m¨ªo y pagar siempre mis deudas. Soy el presidente de la FIFA y la comisi¨®n ¨¦tica no ten¨ªa potestad para juzgarme. Solo el Congreso de la FIFA puede juzgarme¡±.

El frustrado Mundial de Estados Unidos

Blatter obvi¨® durante toda la conferencia de prensa el hecho de que la fiscal¨ªa suiza le haya imputado en un presunto delito de corrupci¨®n y de administraci¨®n desleal por la venta a la Concacaf por un precio irrisorio de los derechos televisivos de los ¨²ltimos mundiales y tambi¨¦n se declar¨® ajeno al esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que ha conducido a la fiscal¨ªa de Estados Unidos a acusar a 41 dirigentes americanos por desfalcar al menos 200 millones de d¨®lares en los ¨²ltimos 24 a?os. "Todos los dirigentes detenidos", dijo en espa?ol, "son presidentes de federaciones o de las confederaciones de Am¨¦rica del norte, del centro y del sur. Y han sido detenidos y acusados por sus actividades en esos pa¨ªses, por la venta de derechos televisivos de sus competiciones continentales, decisiones en las que la FIFA no tiene influencia. El presidente de la FIFA, est¨¢ con ellos en una situaci¨®n de cohabitaci¨®n, como dicen los franceses".

Todos los dirigentes detenidos son presidentes de federaciones o de las confederaciones de Am¨¦rica del norte, del centro y del sur.

Despu¨¦s del Mundial de Brasil 2014 el presidente ten¨ªa decidido no seguir m¨¢s en el cargo, pero no pudo, volvi¨® a presentarse en 2015 para un quinto mandato. Gan¨® las elecciones, que se celebraron en mayo coincidiendo con las redadas del FBI en el hotel donde se alojaban los dirigentes en busca de los presidentes americanos al mismo tiempo miembros del Ejecutivo de la FIFA, pero una semana despu¨¦s anunci¨® que su mandato acabar¨ªa en febrero de 2016, no en 2019. "Quiz¨¢s fue un error volver a presentarme, pero ya no hay marcha atr¨¢s", dijo Blatter, quien para explicarse volvi¨® a la interpretaci¨®n grandilocuente de su misi¨®n en el mundo. "?Por qu¨¦ se votaron a la vez los Mundiales de 2018 y 2022? Yo ten¨ªa un sue?o. Quise que el Mundial de 2018 se celebrara en una gran potencia que nunca hab¨ªa tenido un Mundial, quise que fuera Rusia, y Rusia fue elegida, y despu¨¦s, siguiendo la senda del llamado 'apret¨®n de manos por la paz', quer¨ªa que el siguiente Mundial se celebrara en la otra gran potencia Mundial, en Estados Unidos", dijo. "Pero por razones que no voy a explicar aqu¨ª sali¨® Qatar. Si hubiera sido elegido Estados Unidos, hoy no estar¨ªa aqu¨ª".

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