El Barcelona gana al Madrid gracias a la gran actuaci¨®n de Satoransky

El Barcelona zarande¨® al Real Madrid en un cl¨¢sico muy desigual, gobernado por el cerebro, las manos y la punter¨ªa de Satoranksy. El equipo de Xavi Pascual desmadej¨® al de Pablo Laso, perdido durante muchos del partido, enfrentado a una desventaja de 19 puntos ya iniciado el ¨²ltimo cuarto. El Madrid se fio en exceso de los triples. Mantuvo el tipo mientras le entraron en una vistosa primera parte. Pero se le acab¨® la punter¨ªa lejana y el Barcelona le apret¨® las tuercas, el cl¨¢sico qued¨® a expensas de lo que dijeran Satoransky, Navarro, Doellman, Ribas, Samuels¡­

El Barcelona exhibi¨® muchos m¨¢s recursos, sin que echara de menos a los lesionados Arroyo y Abrines. Le sucedi¨® todo lo contrario al Madrid, que encontr¨® a faltar a Rudy Fern¨¢ndez e incluso a impacientarse con el inminente regreso de KC Rivers o la esperada aportaci¨®n del senegal¨¦s Ndour, al que Laso, buscando todos los recursos habidos y por haber, lleg¨® a darle unos pocos minutos. Una evidencia del desaguisado del Madrid y la solvencia con la que el Barcelona obtuvo su primera victoria en Madrid, en partido de Liga regular, desde hace seis a?os.

El Madrid trat¨® de agarrarse al partido a base de triples. Su arsenal de jugadores audaces y certeros le saca de muchos apuros. Si no es Carroll, es Maciulis, tambi¨¦n Sergio Rodr¨ªguez, Llull, Nocioni¡­ Parecen ser muy conscientes de ese recurso individual, tan arriesgado pero tambi¨¦n tan oportuno si la punter¨ªa acompa?a. Se saben capaces de desatascar los momentos de espesura en el ataque posicional como de romper las defensas m¨¢s forradas en seis metros. Pero su ligereza de mano les lleva a situaciones de riesgo extremo, como un tiro desde nueve metros de Sergio Rodr¨ªguez, si mayor elaboraci¨®n ni contemplaciones, cuando peor estaban las cosas para su equipo (48-59) en el minuto 24.

El juego result¨® precioso en muchos momentos. Los finales de los dos primeros fueron subrayados por dos triples sobre la bocina, uno de Pau Ribas y otro de Navarro. El Barcelona sali¨® implacable en el rebote defensivo. Le cort¨® las alas al Madrid, que se corrigi¨® en el segundo cuarto y empez¨® a acumular segundas opciones con sus ya proverbiales rebotes en ataque. Y encontr¨® tambi¨¦n opciones interiores gracias a la insistencia de Felipe Reyes y a los escarceos de Thompkins.

El Barcelona llev¨® la batuta la mayor parte del tiempo, pero siempre exigido por los embates del Madrid. Aliment¨® a Satoransky cerca del aro, como si se tratara de un p¨ªvot m¨¢s. El base checo explot¨® la ventaja natural que le otorgan sus 201 cent¨ªmetros de estatura, sin que Sergio Rodr¨ªguez o Carroll pudieran evitarlo. Nadie pudo con Satoransky, que sum¨® 16 puntos, siete rebotes y seis asistencias. Pablo Laso recurri¨® a Doncic, la perla de la cantera. Pero m¨¢s all¨¢ de un par de escarceos y faltas que soliviantaron a la grada, el Madrid no encontr¨® manera de limitar los da?os que le produjo Satoransky.

Tomic y Samuels se batieron con acierto cerca de los tableros. Y Doellman, pese a sus problemas en defensa con Felipe Reyes o Thompkins, exhibi¨® la elegancia de su estilo con una efectividad casi absoluta de su tiro.

La defensa de Perperoglou y Satoransky, la de todo el equipo blaugrana subi¨® l¨ªneas en el tercer cuarto. El Madrid empez¨® a perder su impresionante eficacia en los triples, con un 8 de 14 al descanso. A partir de ese momento, el Barcelona meti¨® la directa y el Real Madrid se qued¨® inerme y desorientado. No atac¨® bien y defendi¨® peor.

Navarro apret¨® el acelerador, en un momento de la batalla muy propicio para que saliera a relucir su picard¨ªa, su velocidad y su pegada. Pau Ribas sigui¨® a lo suyo, como Samuels y Vezenkov, los tres con un rasgo com¨²n, el de aportar a su equipo las gotas puntuales de lo que necesitaba en el momento en que irrump¨ªan desde el banquillo. La galopada del Barcelona abri¨® una brecha de 19 puntos (58-74) que dej¨® una misi¨®n poco menos que imposible para el Madrid a pesar de lo mucho que quedaba todav¨ªa para el final.

Dos triples de Taylor, los dos primeros del Madrid en la segunda parte, animaron a la grada y espolearon a su equipo, que redujo la brecha a 11 puntos (70-81). Un triple fallado por Sergio Rodr¨ªguez en ese momento escenific¨® el principio del final. El Madrid acab¨® con un 10 de 27 en triples, nada que ver con su parcial en la primera mitad. Al Barcelona no le destemplaron ni los tiros libres fallados precisamente por Satoransky ni las quintas faltas personales del checo y el Tomic. Su victoria sobre un Madrid que actuaba a la desesperada, estaba ya facturada.