El Madrid gana a la Real pero no engancha
Los de Ben¨ªtez vencen sin gracia a un conjunto donostiarra (3-1) desquiciado por el ¨¢rbitro y desdichado por las lesiones
Ni cuando gana est¨¢ para pompas este Madrid, al que su propia gente no le ve gracia alguna. Y la hinchada no conspira, no est¨¢ en campa?a porque tiene el cuajo suficiente como para no dejarse arrastrar como reba?o. El p¨²blico de Chamart¨ªn observa y no concilia, no le gusta lo que hay: un equipo que no se abrocha, que va a tirones, que tiene poco de lo que fardar. Si hay un plan, no se plasma. Frente a una Real tan desdichada con el ¨¢rbitro como malaventurada con las lesiones, los de Rafa Ben¨ªtez alcanzaron el triunfo a trompicones, sin pensamiento propio, sin otro rasgo diferenciador que dos emboques de Cristiano, uno tras un penalti, el segundo imaginario del d¨ªa, y un disparo de primera preciso y meritorio. Entre medias, el Madrid tuvo m¨¢s grises que claros. A la infeliz Real le falt¨® picante cuando m¨¢s asustado estaba su rival. Tanta desgracia rebaja a cualquiera.
Real Madrid, 3 - Real Sociedad, 1
Real Madrid: Keylor; Danilo, Pepe, Nacho, Marcelo; Modric (Casemiro, m. 88), Kroos, James (Kovacic, m. 58); Bale, Benzema (Lucas V¨¢zquez, m. 76) y Cristiano. No utilizados: Casilla; Varane, Isco y Jes¨¦.
Real Sociedad: Rulli; Elustondo, I?igo, Carlos Mart¨ªnez, Yuri; Xabi Prieto, Illarra, Markel, Canales (Pardo, m. 45), Jonathas (Vela, m. 69) y Agirretxe (Bruma, m. 16). No utilizados: Olazabal; H¨¦ctor, Reyes y De la Bella.
Goles: 1-0. M. 42. Cristiano, de penalti. 1-1. M. 49. Bruma. 2-1. M. 67. Cristiano. 3-1. M. 87. Lucas V¨¢zquez.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Yuri, Carlos Mart¨ªnez, Nacho e Illarramendi.
Santiago Bernab¨¦u: 65.000 espectadores.
Fue un Madrid espasm¨®dico, con m¨¢s fogonazos que buen f¨²tbol. Ataques a toda pastilla, sin treguas, sin zonas de tr¨¢nsito. Cada cual por libre, su excelente n¨®mina ofensiva encadena ocasiones. Unas cuantas ante Rulli, resolutivo en todas, aunque no siempre ortodoxo. En este Madrid, las oportunidades no son hijas del juego. En el plano colectivo, el equipo no fue gremial, sino mir¨®n. No presiona, no acogota al rival cuando este se abanica con la pelota. El Madrid se da una cabezada a la espera de que la jugada tenga un punto final, el que sea. No solo no acoquina, sino que consiente macroespacios, porque algunos meten la marcha atr¨¢s sin mucha cadencia y otros se sienten liberados de todo tajo. Un equipo faldicorto.
Con el bal¨®n cosido, la Real camp¨® a sus anchas, m¨¢s preocupada por su mala suerte, con el ¨¢rbitro y los accidentes infortunados de Agirretxe, el mejor goleador espa?ol de la Liga, y Canales. Lo del c¨¢ntabro es tremendo. Las primeras exploraciones m¨¦dicas presagiaban lo peor, una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda, la tercera cornada fatal para el buen centrocampista de la Real que a¨²n no ha cumplido 25 a?os.
El Madrid no tard¨® en acechar a Rulli, que casi anticipa el gol en sus dos primeros saques de esquina. La remendada defensa visitante sufr¨ªa de lo lindo en el juego sin techo. Su portero desvi¨® un cabezazo de Pepe y acto seguido Bale se qued¨® a un dedo del gol con otro testarazo. Tambi¨¦n la tuvieron Benzema y Cristiano, pero el meta argentino estuvo firme. Igual que Illarramendi, que en su cuarto de estar es otro, nada que ver con el asustado futbolista que pas¨® de puntillas por Madrid.
A impulsos, sin hoja de ruta, pero llegaba el Madrid. Antes del cuarto de hora se lastim¨® Agirretxe en un choque con Keylor Navas y poco despu¨¦s de que Jonathas reclamara un pisot¨®n de Pepe dentro del ¨¢rea madridista, el ¨¢rbitro castig¨® a la Real como ya lo hiciera un colega suyo con el Rayo en la jornada precedente en el Bernab¨¦u. Benzema se desplom¨® ante un soplido de Yuri. Nada de nada. Cristiano, m¨¢s que lanzar un penalti ejecut¨® un golpe de castigo, a palos. Cosa extra?a: s¨®lo ha fallado 15 de los 102 que ha ejecutado en su carrera.
Sin tiempo para lamentos, la Real de nuevo se vio descentrada. Esta vez fue un linier el autor de la injusta condena. El centro de Bale rebot¨® en una rodilla de Yuri antes de estrellarse en el brazo izquierdo. Involuntariedad total. Esta vez no perdon¨® CR. De forma simult¨¢nea, lleg¨® el en¨¦simo tormento de Canales, que sinti¨® ese crujir de rodilla que le es tan familiar, que tanto le ha martirizado en su carrera.
Bruma mete el miedo en el cuerpo
Con la angustia del marcador, el Madrid no se maquill¨® tras el descanso. Le falt¨® tanta cosm¨¦tica como empuje. El partido era una noria, de puerta a puerta, con m¨¢s desgobierno que otra cosa. Bien que lo aprovech¨® Bruma, con un golazo de tiro con arco. Un remate combado, fant¨¢stico. Casi arma el taco de nuevo, pero a Bruma se le anticip¨® Keylor despu¨¦s de un mal control del guineano. Lleg¨® el destemple a las gradas, con Ben¨ªtez quejoso por una supuesta falta previa de Jonathas a Pepe en el empate. Pareci¨® que el central se hubiera desequilibrado solo. Por mucho que lamentara Ben¨ªtez, refugiado con los penaltis favorables, el Madrid estaba a los pies de sus solistas, con Bale y Benzema bien enchufados, pero con James extraviado y CR impreciso. El luso no est¨¢ fino, aunque mantiene el golpeo. Lo demostr¨® con un buen zapatazo directo tras un c¨®rner servido por Marcelo, que no es un habitual en estas suertes. Pero este Madrid necesita cualquier receta. No la encontr¨® Eusebio Sacrist¨¢n, t¨¦cnico de los donostiarras, que vaci¨® el ¨¢rea al retirar a Jonathas por Vela. La Real se qued¨® sin sustancia, con buenas maneras, pero sin salsa.
Lucas, suplente d¨ªa tras d¨ªa, pese a dejar su buen sello d¨ªa a d¨ªa, puso el broche final y alivi¨® definitivamente a este Madrid sin gracejo, que no despeja las sospechas ni cuando punt¨²a. Ni as¨ª logra el gancho con la afici¨®n. Ni as¨ª se libra Ben¨ªtez de las pitadas. Tres puntos, s¨ª, pero la tormenta acecha. El Madrid requiere m¨¢s, mucho m¨¢s.
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