Enzo, est¨ªmulo de Zidane
El entrenador del Madrid decidi¨® sacarse el carn¨¦ en 2013 principalmente inspirado en el deseo de convertir a su hijo, volante del Castilla, en futbolista profesional
En 1990 Enzo Francescoli inspir¨® a Zidane a ser futbolista. En 1995 Zidane bautiz¨® a su primog¨¦nito como el ¨ªdolo uruguayo. En 2013 decidi¨® sacarse el carn¨¦ de entrenador para ayudar a su hijo a convertirse en futbolista profesional. Si el m¨ªtico art¨ªfice de la Novena ocupa hoy el banquillo del primer equipo es gracias al est¨ªmulo que para ¨¦l supone Enzo Alan Zidane Fern¨¢ndez, actual diez del Castilla. El entusiasmo paternofilial es tan notable que en el vestuario mayor de Valdebebas jugadores y empleados comentan que esperan ver a Enzo cambi¨¢ndose junto a Cristiano tarde o temprano.
Zidane se retir¨® con 34 a?os, despu¨¦s de la final del Mundial de 2006 que estuvo a punto de ganar. Pas¨® de la c¨²spide de la popularidad al vac¨ªo de una existencia tan banal como la de cualquier jubilado. Se instal¨® en Madrid y altern¨® los compromisos publicitarios con las tareas propias del paterfamilia. B¨¢sicamente, conducir a sus hijos, Enzo, Luca, Theo y Elyaz, del Liceo Franc¨¦s a los entrenamientos de Valdebebas, y de Valdebebas al Liceo Franc¨¦s.
Enzo destac¨® pronto. Era un mediapunta elegante, un futbolista de gestos majestuosos, un ni?o rico que enga?aba con fintas propias de un p¨ªcaro de los puertos de Sudam¨¦rica. Es decir: era una r¨¦plica de su progenitor. Un tributo al padre. Zidane se sinti¨® inmediatamente fascinado ante la idea de ayudarle a cumplir el sue?o de continuar la saga. Enzo se convirti¨® en el motor de su nueva vida.
Jos¨¦ Mourinho, que llevaba meses pidi¨¦ndole que se uniera a su cuerpo t¨¦cnico en el Madrid, le sedujo a fuerza de elogiar a Enzo. Finalmente, en 2011, Zidane se incorpor¨® a la escolta del portugu¨¦s en calidad de ayudante. En septiembre, Mourinho subi¨® a Enzo del juvenil al primer equipo, para que se entrenara con las figuras. Durante un tiempo, Zidane encontr¨® la experiencia reconfortante. Hasta que comenz¨® a sospechar que Mourinho le quer¨ªa utilizar para sus campa?as de propaganda. En la noche del 21 de marzo de 2012, despu¨¦s de que el equipo empatara (1-1) ante el Villarreal, el franc¨¦s se neg¨® a denunciar una conspiraci¨®n de los ¨¢rbitros, tal y como Mourinho le sugiri¨® que hiciera. De un d¨ªa para otro, Zidane desapareci¨® del organigrama para regresar a su existencia dom¨¦stica en el barrio de Conde de Orgaz. ¡°Yo no quer¨ªa ser entrenador¡±, les dijo a sus amigos. Si alguna vez aspir¨® a dirigir futbolistas, Mourinho le disuadi¨®.
Cambi¨® de idea en 2013. Coincidiendo con una ¨¦poca que algunos t¨¦cnicos y jugadores de la cantera juzgan como la m¨¢s complicada en el proceso formativo de Enzo. Normalmente, los talentos que alcanzar¨¢n el profesionalismo se reconocen por su condici¨®n de prematuros. Los elegidos suelen saltarse categor¨ªas y jugar con mayores. No era el caso de Enzo, que progresaba con los de su edad, a veces con dificultad. Con 17 a?os comenz¨® a frecuentar el banquillo.
Jos¨¦ Aurelio Gay, que lo entren¨® en el Madrid C, recuerda sus virtudes. ¡°Domina los apoyos para quitarse defensores de encima por habilidad, amagando, m¨¢s que por fuerza o por velocidad¡±, dice el ex centrocampista del Zaragoza; ¡°es eminentemente ofensivo, tiene visi¨®n de juego, da buenos pases, y posee cierta llegada¡±.
¡°Cada vez que contactaba con la pelota¡±, objeta Gay, ¡°no s¨¦ si es por el hecho de querer parecerse a su padre, Enzo quer¨ªa hacer una obra de arte. Quer¨ªa irse de muchos en una jugada y perd¨ªa el bal¨®n. En los pr¨®ximos a?os seguramente mejore en eficacia. Ser el hijo de un ¨ªdolo te puede aplastar. Mentalmente puede ser duro. Pero yo creo que a ¨¦l no le afectaba para mal¡±.
Superpoblaci¨®n
Si hay un puesto con competencia en la cantera es el de mediapunta. Como en el primer equipo, en Valdebebas hay una superpoblaci¨®n de interiores habilidosos. Enzo debi¨® competir con algunos excelentes. En ocasiones fue postergado en favor de Medr¨¢n, Borja S¨¢nchez, Lazo, Javi Mu?oz, Aleix Febas, Fran P¨¦rez, Llorente y Odegaard. Tres expertos muy vinculados a la cantera coinciden en que Enzo no destac¨® por encima de este pelot¨®n, al menos entre 2012 y 2014.
Zidane se apresur¨® tanto a dirigir el Castilla que cuando se sent¨® en el banquillo en 2014 todav¨ªa no ten¨ªa el t¨ªtulo de entrenador. Enzo no era fijo en el Madrid C cuando su padre le comenz¨® a subir al filial. Poco a poco le hizo un hueco entre los titulares, a veces a costa de la suplencia de Odegaard, el cadete m¨¢s cotizado de la historia del f¨²tbol europeo. Dice un testigo que un d¨ªa reuni¨® a los chicos y les anunci¨® en voz baja algo que sorprendi¨® a todos: ¡°He tomado la decisi¨®n de que el capit¨¢n sea Enzo... y no cuento con Fran P¨¦rez¡±.
Hoy, Enzo es una de los jugadores m¨¢s regulares y valiosos del Castilla. Est¨¢ jugando mejor que nunca. En Valdebebas se rumorea que su padre se impacienta por subirle al primer equipo.
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