El Rayo ahonda en las miserias del Valencia

El orgullo del Valencia le dio para empatar al final un partido mejor jugado por el Rayo, como acostumbra siempre. Le falt¨® al conjunto de Paco J¨¦mez maldad en las ¨¢reas para llevarse un triunfo de Mestalla, que busc¨® con buen f¨²tbol ante un Valencia indefinido, sin argumento alguno, que logr¨® salvar el honor y un punto con pasi¨®n, que porfi¨® en el tramo final por una victoria que no conoce en la Liga con Neville en la direcci¨®n, con cuatro empates y dos derrotas en los seis partidos que lleva dirigidos el ingl¨¦s. El empate final no satisfizo al Valencia, en tierra de nadie, tampoco al Rayo que no sale del pozo.

La bronca de Mestalla al descanso ten¨ªa raz¨®n de ser. ?A qui¨¦n iba dirigida? Al club en general se supone y a Lim en particular, por dar potestad a Mendes en la confecci¨®n de una plantilla sobrevalorada, por confiar el equipo a Gary Neville, sin experiencia en los banquillos. Y a los protagonistas, los jugadores, la mayor¨ªa por debajo del nivel m¨ªnimo que se les presupone, bloqueados mentalmente sin saber qu¨¦ hacer, no encontrando soluciones desde la banda, incapaz Neville de comunicar sus ideas.

No result¨® una sorpresa que, de inicio, el Rayo monopolizara el esf¨¦rico y alcanzara el ¨¢rea de Ryan a base de largas combinaciones. En una de estas, en el minuto cuatro, un centro de Embarba, fue rematado de cabeza por Miku, encontr¨¢ndose desatendido de la marca de los centrales, Mustafi y Santos. El bal¨®n, tras picar en el suelo, se march¨® al larguero, con Ryan batido.

La titularidad del meta australiano, en detrimento de Dom¨¦nech, junto a la suplencia de Alc¨¢cer dando una nueva oportunidad a Negredo, fue lo m¨¢s significativo del once de Neville, que recuper¨® a Andr¨¦ Gomes.

La soleada ma?ana en la capital del Turia, a pesar del fr¨ªo, invitaba a un ejercicio l¨²dico, con Mestalla con una gran entrada como siempre. Al Rayo, cualquier escenario le resulta id¨®neo para disfrutar del juego. Ni su situaci¨®n en la clasificaci¨®n, en posici¨®n de descenso, le altera los planes. Al cuarto de hora encontr¨® ventaja en su propuesta, tras marcar de primeras Jozabed en una acci¨®n que inici¨® y culmin¨® ¨¦l mismo a centro de Embarba desde el costado derecho.

El gol de Embarba inquiet¨® a la grada valencianista por la desventaja y ante lo que acontec¨ªa, en una pel¨ªcula vista demasiadas veces en lo que va de temporada, sin dominar el juego su equipo, a expensas del contrario. Ni las tantas veces aplaudidas largas conducciones de Andr¨¦ Gomes, hac¨ªan gracia esta vez ante los vallecanos, con mejor pie y organizaci¨®n, con Trashorras como director de orquesta, con Pablo Hern¨¢ndez, de regreso a la que fue su casa, Jozabed y Embarba, este ¨²ltimo en la media hora que estuvo en el terreno de juego, poniendo picante al ataque vallecano. Todo lo contrario que un Valencia descoordinado, sin alma, m¨¢s individual que coral.

Unidos en un corro, los jugadores del Valencia se conjuraron tras el descanso para revertir la situaci¨®n. Con m¨¢s ¨¢nimo que f¨²tbol, el conjunto che aument¨® las revoluciones e increment¨® la presencia en el ¨¢rea de Juan Carlos. Fue ,sin embargo, Ryan, en una doble parada a Trashorras y Jozabed, quien sostuvo al Valencia. En la acci¨®n siguiente, Negredo, se invent¨® un gol de la nada, al bajar el esf¨¦rico, ver la posici¨®n adelantada de Juan Carlos y batirle desde una distancia de 45 metros. Un soberbi¨® gol que abr¨ªa el panorama al Valencia que se volvi¨® a ensombrecer con un tanto de Llorente a la salida de un c¨®rner, aprovechando un nuevo desajuste defensivo de la zaga che.

Para entonces ya estaba en el terreno de juego Alc¨¢cer, sustituyendo a Negredo. Al delantero internacional le fue anulado un gol a falta de cinco minutos por un fuera de juego inexistente. Tres minutos despu¨¦s, a dos del final y tras un error en el despeje de Z¨¦ Castro, Alc¨¢cer aprovechaba la asistencia de Bakkali para empatar un partido que no aclara el futuro del Valencia y Rayo.