La complicidad de Carvajal y Bale desmantela al Sporting
El Madrid arrolla al equipo asturiano con una exhibici¨®n de buen juego y un 5-1 en la primera mitad del partido. El ataque se inclina m¨¢s que nunca a la derecha
La columba livia, o paloma dom¨¦stica, es la especie m¨¢s vulgar y atrevida de la familia columbidae. Una pareja de estos individuos reside en el techo del Bernab¨¦u y se alimenta de semillas de hierba picoteando el campo. Son tan obstinadas que muchas veces, a lo largo de los ¨²ltimos meses, los socios las han observado desafiantes, comer durante los partidos. Hubo jornadas, como el d¨ªa de la visita de la Real, en que estas aves se pasaron gran parte de los 90 minutos de competici¨®n sin levantar vuelo. Pegadas al pasto, apenas se hac¨ªan a un costado para dejar pasar a los futbolistas que espor¨¢dicamente se mov¨ªan cerca. Como el equipo se emboscaba en su campo esperando el contragolpe, y cuando lo hac¨ªa, ten¨ªa tendencia a encarrilarse por el medio, los p¨¢jaros se encari?aban en las pl¨¢cidas bandas. Sobre todo en la derecha del ataque madridista, cuando Danilo se alineaba con Bale. Ah¨ª rara vez fueron importunadas a lo largo de un oto?o feliz. D¨ªas de alegr¨ªa av¨ªcola que con la llegada de Zidane al banquillo han concluido en espanto. Ya no hay paz para las palomas en el Bernab¨¦u.
El f¨²tbol es reiterativo en la vulgaridad. Lo bueno es excepcional. Lo que hizo el Madrid con el Sporting durante los primeros 12 minutos puede considerarse maravilloso. Tan hermoso para los madridistas como m¨ªsero para los visitantes asturianos, majestuosamente desmantelados en un torbellino de clase y fuerza. Hac¨ªa mucho tiempo que las tribunas de Chamart¨ªn no asist¨ªan a un contraste tan estrepitoso entre el poder¨ªo de su plantilla y la fragilidad de la visitante. Con un hecho ins¨®lito a?adido: la complicidad de Carvajal con Bale deriv¨® en media hora de desenfreno. La banda derecha, lo que antes fue un pac¨ªfico prado en el que pastaban animales de ciudad, se convirti¨® en un infierno para Isma, Cases, y la cadena de sportinguistas que intentaron escalonarse para tapar el aluvi¨®n.
REAL MADRID, 5 - SPORTING, 1
Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Kroos, Modric, Isco (James, m.60); Bale (Jes¨¦, m.46), Cristiano Ronaldo y Benzema (Kovacic, m.65).
Sporting: Cu¨¦llar, Lora, Luis Hern¨¢ndez, Jorge Mer¨¦, Isma L¨®pez, Sergio ?lvarez (Rachid, m.60), Nacho Cases, Jony, Halilovic (Dani Indi, m.46), Guerrero (Toni Sanabria, m.73) y ?lex Men¨¦ndez.
Goles: 1-0, m.8: Bale; 2-0, m.10: Cristiano Ronaldo; 3-0, m.12: Benzema; 4-0, m.18: Cristiano Ronaldo; 5-0, m.41: Benzema; 5-1, m.62: Isma L¨®pez
?rbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro). Mostr¨® tarjeta amarilla a Guerrero, del Sporting y a Modric, del Real Madrid.
70.365 espectadores en el Santiago Bernabeu.
Las celebraciones comenzaron desde el c¨®rner correspondiente a esa banda. Kroos lo lanz¨® con maestr¨ªa al primer palo: lejos de todos los adversarios. Bale entr¨® como un gigante al v¨¦rtice del ¨¢rea chica. Sobrevol¨® a Sergio y cabece¨® una bala que Cu¨¦llar mir¨® pasar a la red. Corr¨ªa el minuto siete. Dos minutos despu¨¦s, cay¨® el segundo. Bale presion¨® al mediocampo del Sporting, hubo un fallo en una entrega, Carvajal se hizo con la pelota y se la dio tensa a Benzema. Sabia decisi¨®n. El franc¨¦s recibi¨® en la frontal del ¨¢rea, entre los centrales. Un toque para controlar, media vuelta, otro para pasar. Cristiano, que estaba de espaldas a la porter¨ªa, se gir¨® y solt¨® el zurdazo pegado al palo. Cristiano lo celebr¨® mostrando todos sus dientes al tiempo que saludaba la ovaci¨®n de la multitud.
Si el 2-0 se eleva a la categor¨ªa de artesan¨ªa, el 3-0 fue comparable al arte. Otra vez por la banda derecha, otra vez mediante la intervenci¨®n de Carvajal, que lanz¨® a Bale. El brit¨¢nico corri¨® como un pura sangre, dej¨® atr¨¢s a dos marcadores y meti¨® el centro con la pierna mala, fuerte y pasado el punto de penalti. Benzema andaba por all¨ª. Solo, pero mal colocado. Debi¨® volverse, y, de espaldas al portero, no le qued¨® m¨¢s remedio que construir un monumento a la media chilena. Enganch¨® la pelota con belleza y precisi¨®n meti¨¦ndola por la escuadra, o eso pareci¨® desde el tercer anfiteatro.
El Madrid hil¨® las jugadas con autoridad, bien dirigido por Kroos y Modric en una invasi¨®n calculada del campo contrario que inhibi¨® al Sporting durante casi una hora y permiti¨® m¨¢s lujos. Carvajal asisti¨® a Cristiano en el 4-0 y hubo una virguer¨ªa de Isco, que bur¨® a los centrales a las puertas del 5-0 que Benzema defini¨® con sutileza. La tarde era una fiesta completa cuando Bale anunci¨® malas noticias. Tendido en la hierba, pidi¨® el cambio tras sufrir una lesi¨®n muscular.
La segunda mitad deriv¨® hacia la holganza y el accidente. Una patada fortuita de James lesion¨® a Benzema, que debi¨® retirarse cojeando. Sin el faro de su referencia en punta el equipo dio unos pasos atr¨¢s, se parti¨® y se desorden¨®. Isma marc¨® el gol del honor en ese periodo. El p¨²blico, satisfecho, enfil¨® los vomitorios a falta de diez minutos para evitar el atasco. La impresi¨®n general es que la empresa descansa en las buenas manos de Zidane. El Bernab¨¦u recupera la paz, que no es la paz de las palomas.
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