El Madrid se reencuentra a s¨ª mismo y derrite a Olympiacos

Desde el principio del curso caminando por la cuerda floja, con una apurada clasificaci¨®n para la segunda fase de la Euroliga y reiteradas derrotas ante rivales de su mismo cach¨¦, este Madrid presentaba varias vidas en todos sus partidos y muchos biorritmos distintos en el mismo cuerpo. Con memoria de campe¨®n y temeridad de funambulista, los de Laso necesitaban un golpe de efecto de esos que marcan puntos de inflexi¨®n y lo encontraron ante Olympiacos, el batall¨®n m¨¢s competitivo de la historia reciente de la competici¨®n con cuatro finales y dos t¨ªtulos en los ¨²ltimos seis a?os.

El homenaje reivindicativo lo sellaron Sergio Llull (18 puntos y 7 asistencias) y Sergio Rodr¨ªguez (11 puntos y 4 asistencias), prestidigitador y artificiero. Con contundencia y gracilidad, la pareja de bases derriti¨® al demonio griego y acerc¨® a los blancos a sus mejores recuerdos. A una media de 10 asistencias por encuentro y generando, directa o indirectamente, m¨¢s del 40% de los puntos de su equipo en el ¨²ltimo mes, El Chacho confirm¨® su expediente ante la tropa de Spanoulis. Con 9 puntos y dos triples de museo en el tercer cuarto el base canario lider¨® un parcial de 15-5 que propici¨® el demarraje definitivo (56-40, m. 26). Remat¨® la faena Llull confirmando su aterrizaje tras el mes que pas¨® de baja para liderar el despegue madridista.

De principio a fin el d¨²o gobern¨® las operaciones sobre el parquet. Agit¨® la contienda el Madrid con un planteamiento aplicado y coral dirigido por la cabeza de Sergio Rodr¨ªguez y dinamizado por las piernas de Llull, pero se defendi¨® con firmeza Olympiacos gracias a los bingos desde el 6,75 de Lojeski, Hackett y Papapetrou y los rebotes de Hunter. El rival exig¨ªa intensidad y concreci¨®n y Carroll encontr¨® el interruptor que encendi¨® el per¨ªmetro blanco en el segundo acto. Con una de sus afamadas rachas de punter¨ªa (3 de 4 en triples para nueve puntos en nueve minutos), el tirador de Wyoming elev¨® las prestaciones del ataque madridista y ataj¨® la efervescencia de la pareja Lojeski-Hackett. Cuando Ay¨®n y Felipe (triple incluido) secundaron a Carroll marcando territorio en la pintura llegaron los minutos m¨¢s solventes de campe¨®n, justo en la frontera del descanso (41-35, m. 20).

Con proporciones de plantilla de f¨²tbol, las que marcan los nuevos tiempos; y escarapela de grande de Europa, la que exige la enciclopedia y la era Laso, junto al banquillo madridista se api?aba casi un quinteto de piezas fuera de la convocatoria local. Rudy Fern¨¢ndez, rematando la recuperaci¨®n de su operaci¨®n de hernia discal de primeros de diciembre; Maciulis, con problemas en el tobillo derecho; Ndour, con molestias en la pierna izquierda; y Augusto Lima, reci¨¦n fichado del UCAM Murcia y esperando turno hasta la 8? jornada del Top 16 como marca la norma (igual que el exazulgrana Papanikolau), eran la fotograf¨ªa de los recursos y los vaivenes de una temporada construida con la solidez que da el ¨¦xito y la inestabilidad sigui¨® a la ausencia de pretemporada.

Ante Olympiacos, el campe¨®n recuper¨® sensaciones, registros, defensa y colmillo. Felipe y Ay¨®n se entendieron como en los mejores d¨ªas, Carroll y El Chacho resultaron indescifrables para la defensa griega y Llull recuper¨® el sprint, la dinamita y los triples inveros¨ªmiles, como los dos consecutivos que pusieron el 74-55 que cerr¨® el debate competitivo a cinco minutos del final. No rechist¨® Spanoulis, que en su versi¨®n m¨¢s destemplada apenas aport¨® un tiro libre (con 0 de seis en lanzamientos de campo) y cuatro asistencias. Solo el gesto contrariado de Sergio Rodr¨ªguez, sustituido a 39s del final con molestias musculares, nubl¨® la noche en la que el Madrid volvi¨® a parecerse al campe¨®n. "Puede que tenga lo mismo que el a?o pasado a estas alturas [un problema de pubis y abductores]. El a?o pasado estuvo de baja veinte d¨ªas y ahora tiene molestias. Tenemos que valorar la situaci¨®n, pero estamos preocupados", confes¨® Laso tras el partido.