Juega el Atl¨¦tico, gana el Bar?a y se escapa en el liderato de la Liga
El conjunto azulgrana remonta el gol inicial de Koke con tantos de Messi y Su¨¢rez. El equipo rojiblanco acab¨® con nueve
Aunque gan¨® el Bar?a y la clasificaci¨®n dir¨¢ que es el l¨ªder y el favorito de la Liga, no se dejar¨¢ de hablar del Atl¨¦tico, protagonista del Camp Nou. Jugaron bien los rojiblancos con once y con diez y hasta con nueve, especialmente organizados, admirables colectivamente, y por el contrario penalizados por acciones individuales, por la falta de control emocional de Filipe Luis y God¨ªn, que convirtieron en una cuesti¨®n personal un encuentro que ten¨ªa muy buena pinta para el Atl¨¦tico. Al Bar?a le redimi¨® el remonte firmado por el tridente en circunstancias adversas y le conden¨® el mal juego de equipo, ya reiterativo en el Camp Nou.
El Atl¨¦tico sabe c¨®mo jugarle al Bar?a. No encuentra la manera, en cambio, de evitar el gol de rigor de Messi (25 en 27 partidos) ni la forma de parar a Luis Su¨¢rez, el factor decisivo para explicar las seis derrotas de Simeone ante Luis Enrique. El uruguayo rubric¨® un triunfo gestado en la progresi¨®n de Alves y Alba. A ratos fue un equipo euf¨®rico, instant¨¢neo, de jugadas y goles preciosos por la pegada de los delanteros y en muchos momentos result¨® un plantel apagado, cansado y sin nervio ni f¨²tbol, como si nunca hubiera ganado cinco t¨ªtulos, pues al fin y al cabo formaron los que ganaron todos los t¨ªtulos hasta Berl¨ªn.
Los ¨²ltimos partidos siempre comienzan en la porter¨ªa del Bar?a, juegue quien juegue, se ponga como se ponga el Camp Nou, lleno y coloreado, muy festivo, consciente el p¨²blico de que no era un d¨ªa cualquiera sino que en disputa hab¨ªa una parte importante de la Liga. Atac¨® el Atl¨¦tico nada m¨¢s pitar de centro Undiano Mallenco: dos saques de esquina, dos faltas, un tiro envenenado de Sa¨²l que sac¨® muy bien Bravo y a los nueve minutos el gol de Koke despu¨¦s de un centro desde la derecha de Carrasco, habilitado por una ca¨ªda de Alba: 0-1, en la Liga, como en la Copa.
A partir de un 4-4-2 muy vers¨¢til, los rojiblancos eran tan agresivos ofensivamente como contundentes en defensa, intensos y bien cerrados y, por otra parte, poco intimidados porque los azulgrana no saben salir con el bal¨®n de una presi¨®n alta y no ten¨ªan m¨¢s delantero que el renqueante Neymar, nada nuevo tampoco si se atiende al guion de los partidos de invierno, por ejemplo el del mi¨¦rcoles contra el Athletic. Al Bar?a le cuesta entrar en juego cuando le enciman, impreciso e impaciente, err¨¢tico y muy parado, incluso con Busquets.
No es f¨¢cil atacar al Atl¨¦tico, ni siquiera para el Barcelona, cuando se le concede un gol como el de Koke. La actitud intimidatoria de la defensa rojiblanca expres¨® la importancia del partido para los chicos de Simeone. La respuesta azulgrana fue igualmente interesante porque progresivamente, al calor de la hinchada y aventado por sus laterales, aument¨® la velocidad de la pelota desde que tomaron el mando Messi e Iniesta.
Al Atl¨¦tico no le qued¨® m¨¢s remedio que recurrir a las faltas, intimidatorias o t¨¢cticas, y recular hasta Oblak. El portero sac¨® un remate de gol a Su¨¢rez y nada pudo hacer despu¨¦s ante un tiro de Messi, que enganch¨® un centro precioso de Alba. El lateral recibi¨® una bola recuperada por Mascherano, fren¨® en seco en un partido de v¨¦rtigo y de su pausa naci¨® el inapelable disparo del 10. El arrebato barcelonista result¨® incontenible para el Atl¨¦tico, que antes del descanso tom¨® el 2-1 y se qued¨® sin Filipe Luis.
El uruguayo tir¨® el desmarque ante un bal¨®n largo de Alves, aguant¨® como un p¨²gil la entrada del central Gim¨¦nez, gan¨® el espacio, control¨® el esf¨¦rico y remat¨® por debajo de las piernas de Oblak. Apretaba el Bar?a y gritaba a pleno pulm¨®n el Camp Nou mientras perd¨ªa el puesto el Atl¨¦tico y Felipe Luis entraba a destiempo a Messi: tarjeta roja y expulsi¨®n despu¨¦s de mediar la c¨®lera de Luis Enrique. Los ¨²ltimos partidos comienzan y discurren tambi¨¦n de la misma manera: del 0-1 al 2-1.
La contienda fue cayendo de mala manera, con y sin cambios, condicionado Simeone por las expulsiones y la lesi¨®n de Augusto y desnortado Luis Enrique
La inferioridad del Atl¨¦tico, recompuesto con la entrada de G¨¢mez por Gabi, gener¨® un encuentro distinto, m¨¢s calmado, a veces dormido, sin la tensi¨®n competitiva del inicio, un territorio peligroso para el Barcelona. As¨ª se constat¨® en una intervenci¨®n prodigiosa de Bravo con los pies a un bal¨®n de gol tocado por Griezmann despu¨¦s de un centro de Carrasco. La pelota qued¨® a pies del Atl¨¦tico, del imperial Augusto y el veloz Carrasco. Los azulgrana renunciaron a la posesi¨®n y a la elaboraci¨®n y se entregaron a la transici¨®n y a la contra en el mismo Camp Nou.
La contienda fue cayendo de mala manera, con y sin cambios, condicionado Simeone por las expulsiones y la lesi¨®n de Augusto y desnortado Luis Enrique. Ni con Arda y Sergi Roberto consiguieron los azulgrana cerrar el encuentro mientras el Atl¨¦tico jam¨¢s renunci¨® a una ¨²ltima jugada, a gusto con los retos may¨²sculos, o si se quiere hasta imposibles, como se supon¨ªa el de este s¨¢bado despu¨¦s de la tarjeta roja que tom¨® God¨ªn por una entrada a Luis Su¨¢rez. El cuerpo a cuerpo destempl¨® al Atl¨¦tico, capaz en cambio como equipo de forzar una falta lateral en el minuto 45 que sac¨® de punto a la hinchada del Camp Nou. Hasta Oblak se sum¨® al remate que acab¨® en manos de Bravo.
El portero y el central Piqu¨¦ aguantaron entonces a un equipo pasivo, entregado a las apariciones espor¨¢dicas de Messi, sin rastro de Neymar. Una novedad en los ¨²ltimos partidos, que acostumbran a acabar tambi¨¦n con la victoria azulgrana, la octava consecutiva -26 jornadas invicto- por la fiereza de sus tres delanteros, inmortalizados desde enero pasado precisamente cuando abatieron al Atl¨¦tico en el Camp Nou con un 3-1.
El disparate de Filipe Luis
¡°?Qu¨¦ es esto? ?Qu¨¦ es esto?¡±, estall¨® el t¨¦cnico Luis Enrique, de lo m¨¢s agitado, ido hasta el punto de que entr¨® sobre el terreno de juego para luego gritarle en la cara al cuarto ¨¢rbitro. Una acci¨®n que record¨® a sus tiempos de jugador, cuando en ocasiones le pod¨ªa la pasi¨®n a la raz¨®n. Ocurri¨®, en cualquier caso, que Filipe Luis entr¨® de forma escalofriante con los tacos por delante y a la altura de la rodilla sobre Messi, por lo que no tuvo el perd¨®n del ¨¢rbitro, que le ense?¨® la cartulina roja y le envi¨® al t¨²nel de vestuarios justo antes del entreacto. Leo, mientras, se frotaba la rodilla con la mano. Quer¨ªa jugar y as¨ª lo hizo puesto que firm¨® su noveno gol en los ¨²ltimos partidos ligueros.
Ya en el segundo tiempo, God¨ªn tambi¨¦n se pas¨® de revoluciones con una entrada peligrosa sobre Luis Su¨¢rez. Era la segunda vez que se extralimitaba y la segunda tarjeta amarilla. Dos disparates que auparon al Barcelona.
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