El Sevilla se cita con el Bar?a tras destrozar al Celta
El conjunto andaluz destroza al contragolpe y gracias a una enorme intensidad a un Celta que no tuvo suerte en los momentos decisivos del partido
Partidazo del Sevilla ante un buen Celta, que acab¨® cediendo ante el impresionante empuje del conjunto andaluz, que vol¨® en las carreras de Gameiro y la polivalencia de Vitolo, tambi¨¦n en el f¨²tbol de seda de Banega. Aguant¨® el Celta lo que pudo, gozando de buenas ocasiones en momentos determinados del partido, donde le falt¨® una pizca de fortuna. Acab¨® borrado del campo por el Sevilla, que se marc¨® un segundo tiempo espl¨¦ndido para desarbolar al conjunto gallego. De esta forma, acaricia su tercera final de Copa de la ¨²ltima d¨¦cada para pedirle cita al Barcelona. Los de Emery bordaron el f¨²tbol al contragolpe y dieron una lecci¨®n de c¨®mo se disputa una semifinal. Seguro en defensa y muy intenso, tuvo, adem¨¢s, la suerte a su favor en algunos detalles, como en el remate a la escuadra de Sergi G¨®mez con el cero a cero. La maquinaria del Sevilla se engrasa en el momento definitivo de la temporada, justo cuando llegan los envites importantes. El torneo de Copa que est¨¢ haciendo el equipo andaluz es para enmarcarlo: siete triunfos seguidos y ning¨²n gol en contra. Emery, adem¨¢s, est¨¢ muy cerca de su primera final de Copa.
Sevilla y Celta jugaron una semifinal de gran nivel. Fue un choque emotivo y tenso, donde se midieron, sin duda, dos de los equipos m¨¢s en forma de la Liga. Instalado en su galaxia particular, el Barcelona contempl¨® c¨®mo equipos como el gallego y el andaluz se disputaron con todas sus armas un puesto en la gran final de la Copa, donde esperar¨¢ el gigante catal¨¢n. El Sevilla no tiene un tridente m¨¢gico, pero es un equipo con un alma gigante, un excelente entrenador y un estadio que aprieta en comuni¨®n con su equipo. Tampoco el Celta tiene ese tridente, l¨®gico. Al mismo tiempo, dispone de menores mimbres que el Sevilla, pero est¨¢n aprovechados de manera estupenda por ese mago que es Berizzo. As¨ª, resulta una delicia comprobar las evoluciones de Orellana, que lo mismo le pone un bal¨®n de gol a Sergi G¨®mez que acto seguido defiende en su ¨¢rea. Encomiable el Celta, como el trabajo de sus tres centrocampistas, como su presi¨®n ante un Sevilla en franca progresi¨®n en este tramo de la temporada.
Impresionado por la competitividad del Celta, el Sevilla no tuvo m¨¢s remedio que imponerse por las bravas. Fueron los minutos en los que surgi¨® la gran figura del portero Rub¨¦n Blanco, que disfruta en la Copa. Primero vol¨® ante un estupendo remate de Rami. M¨¢s tarde vio c¨®mo el remate de Nzonzi no entraba de milagro en su porter¨ªa. Luego, le detuvo un penalti al infalible Gameiro, que decidi¨® no tirar a su sitio natural y habitual, a la derecha del meta gallego. En el vuelo de Rub¨¦n se forj¨® el amanecer del Celta, cuando Sergi G¨®mez, con todo a favor, mand¨® a la escuadra un gran centro de Orellana desde la izquierda. Su regate a Kolo record¨® al mejor Iniesta. El choque se iba llenado de puntos de inflexi¨®n, de momentos decisivos destinados a fijar el curso de la eliminatoria.
Doble perd¨®n
Y la volvi¨® a tener el Celta. Fue Orellana quien desde la izquierda del ¨¢rea ajust¨® su lanzamiento muy cerca del palo de Rico. El Sevilla, perdonado en ambas acciones, se dispar¨® gracias a la potencia de Vitolo y, por supuesto, del bal¨®n parado. Mor¨ªa el primer tiempo y Banega lanz¨® un saque de esquina con una rosca delicada al centro del ¨¢rea. Rami cabece¨® a gol y Nervi¨®n estall¨®. El primer golpe lo hab¨ªa dado el Sevilla, aunque se presupon¨ªa que quedaba un mundo en la intensa guerra entre los dos equipos, personalizada en la batalla t¨¢ctica de dos de los mejores entrenadores de la Liga, Emery y Berizzo.
El camino lo despej¨® Gameiro. El franc¨¦s, en un gran momento de forma, destroz¨® a la defensa del Celta con su velocidad. El Sevilla siempre tuvo la virtud de salir triunfador en los momentos decisivos del choque. Justo despu¨¦s de que Guidetti reclamara penalti en una confusa jugada en el ¨¢rea del Sevilla, Gameiro mat¨® al contragolpe a un rival sorprendido ante la velocidad y el toque del Sevilla. La definici¨®n del franc¨¦s fue una delicia, como el posterior pase de Banega al espacio infinito que volvi¨® a correr Gameiro. Ahora marc¨® por bajo, Gameiro, puro espect¨¢culo.
El Celta busc¨® con ah¨ªnco el gol que le metiera en la eliminatoria. La tuvo Orellana, pero Rico le tap¨® con maestr¨ªa. Todav¨ªa hubo tiempo para un gol m¨¢s, de Krohn-Dehli. Otra vez al contragolpe, otra vez despu¨¦s de un gran pase de Vitolo. Y otra vez sue?a este Sevilla, que empez¨® la temporada con una final ante el Barcelona y la cerrar¨¢, salvo hecatombe, con otra final ante el mismo equipo. El Sevilla, cuando se pone serio, es un rival de mucha talla.
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