El cometa Leicester
¡°Hay m¨¢s posibilidades de ver a un cerdo volando por encima del Bernab¨¦u de que yo rectifique¡±. John Toshack, antiguo entrenador del Real Madrid y la Real Sociedad.
La aportaci¨®n m¨¢s inextinguible de John Toshack al f¨²tbol espa?ol fue aquella famosa cita en la que nos record¨® que los cerdos no vuelan. Lo que ni ¨¦l ni nadie se podr¨ªa habe imaginado es que los zorros s¨ª.
Los Zorros (the Foxes) es el apodo del Leicester City, equipo ingl¨¦s que vislumbra la posibilidad de lograr una de las haza?as m¨¢s ¨¦picas de la historia del f¨²tbol. Hace 11 meses iba ¨²ltimo en la Premier League; hoy va primero a pesar de su derrota ante el Arsenal (2-1), con dos puntos por encima del gran club londinense y seis de distancia sobre el multimillonario Manchester City, equipo al que derrot¨® la semana pasada 3 a 1 en Manchester.
Consideren los siguientes datos. El once titular del Leicester (pronunciado Lester) le cost¨® al club un total de 29 millones de euros; el del Manchester City, diez veces m¨¢s. El m¨¢ximo goleador de la liga inglesa, Jamie Vardy, fue fichado por 1,3 millones; el ¨²nico rival que tiene a la vista para el t¨ªtulo de mejor jugador de la temporada en Inglaterra es su compa?ero de equipo el argelino Riyad Mahrez, que cost¨® medio mill¨®n ¡ªm¨¢s o menos lo que gana el mejor jugador del Manchester City, Sergio Ag¨¹ero (que cost¨® cien veces m¨¢s), en una semana¡ª. Mahrez, un centrocampista tan elegante como letal, ha marcado 14 goles, los mismos que Ag¨¹ero.
Hay algo m¨¢gico en lo que ha logrado este peque?o club. Los expertos intentan descifrar el secreto de su ¨¦xito pero, en el fondo, es tan misterioso, y posiblemente tan fugaz, como un cometa. No ser¨ªa ninguna sorpresa que la temporada que viene, aunque juegue en la Champions, vuelva a luchar para evitar el descenso.
Pero en el momento en el que vivimos el Leicester se ha transformado en un equipo gallardo, solidario, feliz y triunfador en el que nadie acusa a nadie de no sudar sangre por la causa. Vardy es rapid¨ªsimo, pero no hizo nada la temporada pasada y de repente ha tenido, a los 29 a?os, un annus mirabilisen en el que casi todo lo que toca se convierte en oro; Mahrez, otro m¨¢s del pelot¨®n hace un a?o, de repente demuestra una finura en el toque comparable a la de jugadores como David Silva del Manchester City o Mesut Ozil del Arsenal. A los dem¨¢s jugadores nadie, fuera del Leicester, los conoce. Pero se juntan once de ellos en el campo, rebosan vigor y valent¨ªa, y resultan ser mucho, mucho m¨¢s que la suma de sus partes.
El entrenador italiano Claudio Ranieri, que lleg¨® en el verano tras una gris etapa al frente de la selecci¨®n griega, habl¨® poco de t¨¢cticas cuando se present¨® esta semana, relajado y bromista, ante unos periodistas de su tierra. S¨ª, sus jugadores estaban bien organizados en defensa y sal¨ªan como galgos al contrataque, pero lo importante era que, a diferencia de los jugadores en Italia, sus chicos se lo pasaban bien. Si jugaban un s¨¢bado, el domingo se lo daba libre, el lunes entrenaban ligeramente, el martes trabajaban duro, el mi¨¦rcoles descanso total, el jueves entrenamiento de alta intensidad, el viernes a pulir algunas jugadas y el s¨¢bado, frescos como lechugas, a darlo todo en el campo.
¡°No digo que sea la f¨®rmula perfecta¡±, dijo Ranieri, ¡°y debo confesar que a veces me asusto cuando veo cu¨¢nto comen, pero he decidido que si corren como corren que coman lo que quieran. El f¨²tbol no es qu¨ªmica. No hay reglas universales¡±. El tema, sigui¨® Ranieri, es que ¨¦l conf¨ªa en los jugadores y todos ellos conf¨ªan en sus compa?eros. ¡°Jugar mal significa traicionar a los dem¨¢s¡±, apunt¨® el italiano, y por eso nadie da menos de lo m¨¢ximo que es capaz de ofrecer.
Medio mundo desear¨¢ que el Leicester gane el campeonato ingl¨¦s, y por razones que no solo tienen que ver con el f¨²tbol. Hoy lo que indigna a muchos es la desigualdad social, la arrogancia con la que las ¨¦lites bancarias y empresariales pasean su descomunal riqueza por delante de nuestras narices. Ranieri tiene un an¨¢lisis seductor de por qu¨¦ sus matagigantes nos emocionan tanto. ¡°En una ¨¦poca en la que el dinero parece ser lo que m¨¢s cuenta¡±, dice, ¡°ofrecemos esperanza a todo el mundo¡±.
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