FIFA y el pa¨ªs de las maravillas
¡°Tiene todas las cualidades para seguir mi trabajo¡±, declar¨® Blatter tras el triunfo de Infantino
"No quiero andar entre locos", dijo Alicia. "Oh, no hay nada que hacer", le respondi¨® el gato. "Todos estamos locos aqu¨ª". Lewis Carroll
Bonita la tradici¨®n instituida por Florentino P¨¦rez en el Real Madrid de nombrar un presidente de honor. Nada mejor que haberla iniciado con los antiguos jugadores Alfredo di St¨¦fano y Francisco Gento, dos grand¨ªsimas figuras que protagonizaron la ¨¦poca de oro del club.
Bonita tambi¨¦n la idea no descartada por Gianni Infantino, exconsigliere de Michel Platini, de hacer lo mismo dentro de la mafia futbolera en cuyo capo se convirti¨® el viernes tras la derrota electoral de su principal rival, Salman Al Khalifa, un jeque que ha pasado buena parte de los ¨²ltimos a?os defendi¨¦ndose de acusaciones de haber sido c¨®mplice de las torturas practicadas en su pa¨ªs, Bahr¨¦in, contra opositores del r¨¦gimen.
El nuevo presidente no descarta reconocer con honores a su antecesor
Hasta la fecha, Don Infantino, que ostenta sin complejos el t¨ªtulo de presidente de la FIFA, se ha negado a rechazar la propuesta hecha por su antecesor y compatriota suizo, Sepp Blatter, de que ¨¦l, Don Blatter, deber¨ªa ser nombrado presidente de honor de dicha organizaci¨®n. Habr¨ªa una cierta l¨®gica en recompensar a Blatter de esta manera. Del mismo modo que Di St¨¦fano y Gento definen la imagen que, pese a todo, a¨²n perdura en el mundo del Real Madrid, Blatter define la imagen de la que goza hoy la FIFA, acusada por el FBI de ¡°desenfrenada, sistem¨¢tica y profundamente arraigada¡± corrupci¨®n.
No sabemos c¨®mo ser¨¢ la presidencia de Infantino al frente del organismo que encarna lo carcomido que est¨¢ el mundo del f¨²tbol profesional, pero s¨ª sabemos que es un hombre leal, fiel al principio de omert¨¤ al que se atienen sus m¨¢ximos representantes. Infantino se neg¨® durante su campa?a electoral a lanzar la m¨¢s m¨ªnima cr¨ªtica contra Blatter, lo cual evidenci¨® tambi¨¦n una admirable compasi¨®n por el viejo payaso, privado de la posibilidad de visitar Nueva York o acompa?ar a sus nietos a Disneyworld, Florida, por temor al bochorno de ser detenido por la polic¨ªa.
Ejemplar, realmente, el comportamiento de Infantino. Si el Partido Popular de Espa?a compartiese un gramo de su humanidad nombrar¨ªa ya a su antiguo tesorero, Luis B¨¢rcenas, como presidente de honor. S¨ª, es verdad que B¨¢rcenas est¨¢ acusado de haber cometido todo tipo de delitos, pero Blatter tambi¨¦n lo est¨¢ y eso no ha impedido que su heredero lo defendiera, apelando al noble concepto de que nadie es culpable hasta que sea sentenciado.
En cuanto a las medidas que Infantino ha propuesto en la campa?a que con tanto ¨¦xito llev¨® a cabo entre los se?ores de la FIFA en ?frica y las Am¨¦ricas, es especialmente interesante su idea de expandir el n¨²mero de participantes en las finales de los Mundiales de 32 a 40. Esto significar¨ªa que habr¨ªa que extender la duraci¨®n del torneo por cuatro o cinco d¨ªas. Magnifico. El Mundial de Qatar, que debido a las condiciones meteorol¨®gicas veraniegas en el desierto ar¨¢bigo se disputar¨¢ en el invierno, en diciembre de 2022, podr¨ªa celebrar la final el d¨ªa de Navidad. ?Qu¨¦ mejor regalo para los habitantes de nuestro planeta que una colosal misa futbolera en el aniversario del nacimiento de Dios?
Hablando de regalos, Infantino ha prometido a los diversos pa¨ªses miembros de la FIFA y a sus confederaciones un notable incremento de fondos para ¡°el desarrollo¡± del f¨²tbol, un simp¨¢tico eufemismo para encubrir el uso imaginativo que han hecho con sus millones tantos de los que mantuvieron a Blatter al frente de la organizaci¨®n durante 17 a?os.
Respondiendo a la generosidad con m¨¢s generosidad, Blatter reaccion¨® a la victoria de Infantino con el elogio m¨¢s grande que se le podr¨ªa haber ocurrido. ¡°Tiene todas las cualidades para seguir mi trabajo¡±, declar¨®.
No lo dijo en broma. Lo cual nos ayuda a resolver una de las grandes cuestiones de nuestros tiempos: ?Blatter fue c¨®mplice de los cr¨ªmenes de la FIFA o era tan tonto que no se enter¨®? La respuesta es: ninguna de las dos cosas. Blatter est¨¢ loco. Su mejor defensa el d¨ªa que tenga que responder ante un tribunal ser¨¢ que no est¨¢, ni nunca estuvo, en su sano juicio; que ha vivido todos estos a?os en un mundo paralelo. Es hora de que el mundo real espabile, deje de tomar en serio a fantoches como Gianni Infantino y vea a la FIFA por lo que es, una gran tomadura de pelo, un disparatado pa¨ªs de las maravillas que ni siquiera Lewis Carroll hubiera sido capaz de inventar.
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