El futbolista desterrado del Am¨¦rica
Carlos S¨¢nchez demand¨® a las ?guilas, equipo en el que ingres¨® con cinco a?os, por un despido injusto y por da?os a su imagen
Carlos S¨¢nchez, conocido tambi¨¦n como Charz,jugaba de central en el Am¨¦rica, el club con m¨¢s t¨ªtulos de M¨¦xico. En su condici¨®n de defensa ¨¦l deb¨ªa de dar los golpes, no recibirlos. Sin embargo, un choque con un jugador brasile?o acab¨® en 2008 para siempre con su carrera como deportista. S¨¢nchez no fue llevado a un hospital y tres meses despu¨¦s sufri¨® un infarto cerebral como consecuencia de un co¨¢gulo en la arteria car¨®tida. Demand¨® al club por lo que considera una negligencia m¨¦dica. Desde entonces vive desterrado del mundo del f¨²tbol.
S¨¢nchez, que ahora tiene 36 a?os, mueve con dificultad la parte derecha de su cuerpo. El pelo le esconde una cicatriz que le cruza la cabeza. Muestra en su m¨®vil el momento en el que el jugador del Santos, Tabata, le da con la cadera en la cara. Se estaba jugando el pase a semifinales de la Copa Libertadores. Cay¨® al suelo y su cabeza rebot¨® contra el c¨¦sped. Despu¨¦s se levant¨® y sigui¨® jugando 16 minutos m¨¢s hasta que el entrenador lo cambi¨®.
En el vestuario, S¨¢nchez asegura que los m¨¦dicos del equipo, Alfonso D¨ªaz y Joaqu¨ªn Vel¨¢zquez, le dijeron que se trataba de un golpe en el pecho y le inyectaron un antiinflamatorio. As¨ª qued¨® el asunto. El futbolista continu¨® su rutina diaria, entrenaba y jugaba. Lleg¨® a viajar a Brasil y Ecuador para disputar partidos. Durante una sesi¨®n de entrenamiento, 90 d¨ªas despu¨¦s, sinti¨® un hormigueo en la parte derecha del cuerpo. Empez¨® a tener dificultades para hablar, y fue a apoyarse en una reja. Ah¨ª se desvaneci¨®. Su vida empezaba a cambiar para siempre.
S¨¢nchez estaba sufriendo un infarto cerebral. M¨¢s tarde, un m¨¦dico cardiovascular les coment¨® a sus padres que si le hubieran dado una aspirina despu¨¦s del golpe no habr¨ªa sufrido la embolia. Charz lo super¨®, aunque perdi¨® peso y su carrera como futbolista profesional. ¡°Nos lo entregaron como un mu?eco de trapo. El jefe de prensa del equipo, Francisco Reyes, nos pas¨® un comunicado donde especificaba qu¨¦ ten¨ªamos que decir a los medios; si no lo hac¨ªamos, los cuidados que recib¨ªa Carlos ser¨ªan retirados¡±, recuerda molesto su padre, Benjam¨ªn S¨¢nchez.
Palmar¨¦s
Cuatro t¨ªtulos de la segunda divisi¨®n mexicana con Club San Luis
Dos t¨ªtulos de la primera divisi¨®n mexicana con Am¨¦rica (2002 y 2005)
Cuarto lugar en la Copa Libertadores de 2008
Premio Citlali al mejor defensa de la segunda divisi¨®n mexicana en el 2002.
Sin contrato
El entonces vicepresidente del Am¨¦rica, Yon de Luisa, fue a visitar al jugador al hospital, pero all¨ª matiz¨® que Carlos no era de la plantilla del Am¨¦rica, sino del club San Luis, un filial. El Grupo Televisa era due?o de tres equipos del f¨²tbol mexicano: Necaxa, Am¨¦rica y el San Luis. La empresa le prometi¨® al defensa central el tratamiento m¨¦dico necesario y un empleo como auxiliar t¨¦cnico en los equipos inferiores del club. Sin embargo, le notificaron a S¨¢nchez, seg¨²n asegura su abogado, que la relaci¨®n laboral hab¨ªa terminado y tambi¨¦n la rehabilitaci¨®n que exig¨ªa sesiones diarias y revisiones con el neur¨®logo.
El Grupo Televisa, consultado por este peri¨®dico, replica que el contrato entre el jugador y el club fue rescindido ¡°de mutuo acuerdo¡± en 2008. ¡°Se le apoy¨® otorg¨¢ndole un monto superior al se?alado en ley. Inexplicablemente, para nosotros, el se?or S¨¢nchez demand¨® al club¡±, a?ade la empresa en un escrito.
S¨¢nchez tuvo que pagar a cuatro abogados que no lograron avanzar en el pleito, hasta que Alfredo Massad asumi¨® su caso en 2015. Charz ha presentado dos demandas: una laboral y otra por da?o moral. Por ambas exige una indemnizaci¨®n econ¨®mica.
El exfutbolista debe tomar anticoagulantes de por vida, acudir al m¨¦dico y ver desde casa los partidos del Am¨¦rica. ¡°Mi caso es ¨²nico en el mundo y quiero dejar un precedente para que no suceda lo mismo¡±, asegura. Ya son ocho a?os del golpe que lo separ¨®, de manera definitiva, del f¨²tbol.
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