El Bar?a golea al Getafe en una deliciosa tarde de Messi

Hay jornadas, d¨ªas de sol tibio, cuando no existe rival ni partido, ni por supuesto drama ni siquiera contencioso, tardes en que el hincha radical del Bar?a se echa la siesta, pone la tele y se abona al seient lliure, en que el p¨²blico mira a Messi como si fuera Gaudi y el Camp Nou parece el Parc G¨¹ell. El estadio es un parque tem¨¢tico en que los espectadores no paran de sacar el m¨®vil para tener un recuerdo del 10 y del Bar?a. Y Messi responde agradecido, como si el encuentro fuera importante y el contrario resultara muy serio, nada de relajarse, sino que se impone justificar el precio de la entrada, que anuncia un equipo de ¨¦poca, una delicia tambi¨¦n para las familias cul¨¦s y sus ni?os, igual de numerosos que los turistas en el Camp Nou.

A Messi, que siempre ha sido un ni?o, le da igual que la grada se ponga en pie y haga la ola cuando Neymar, igual de festivo en el samb¨®dromo que en el estadio, marca el 5-0. Hay actitudes y gestos incorregibles cuando el f¨²tbol se convierte en espect¨¢culo y se pierde la esencia del juego, por suerte siempre defendida por el 10. Messi es Dios, salvo que no descansa ni el s¨¦ptimo d¨ªa, y a su alrededor los partidos m¨¢s sencillos y c¨®modos se convierten en actuaciones estupendas, agradecidas para la gente, familias, ni?os y turistas, igualmente encantados con las fantas¨ªas de Neymar, el saber estar y jugar de Iniesta y el solfeo de Sergi Roberto, genuino representante de la Masia. Los futbolistas mejoran siempre cuando se juntan con Messi.

La contienda result¨® tan pl¨¢cida para el Barcelona que empez¨® sin Mascherano, Busquets, Rakitic y Luis Su¨¢rez, advertido de suspensi¨®n a la espera de visitar Villarreal y recibir al Madrid, y acab¨® con Bartra, Samper y Vermaelen. Ya son 37 partidos invictos y 12 triunfos consecutivos en Liga los que suman los azulgrana, enfadados con el Getafe y su presidente ?ngel Torres desde la noche de Halloween. Ha habido mucha ch¨¢chara en el vestuario y la sala de prensa y poco litigio en el campo porque el equipo de Escrib¨¢ es carne de ca?¨®n. Vestido de fosforito, fue un saco de golpes, rebajado por las ausencias, con solo 15 profesionales disponibles, presa de una din¨¢mica derrotista (ocho derrotas y un empate), nunca ganador en 12 visitas al Camp Nou.

Neymar entra en acci¨®n

El Bar?a ni siquiera necesit¨® entrar en juego para cantar victoria. Movi¨® un poco la cadera Messi, se arranc¨® con un par de carreras Neymar y en el marcador ya figuraba un 2-0. El tercero no hab¨ªa llegado antes porque el argentino volvi¨® a fallar un penalti, el noveno del equipo en 20 lanzamientos, despu¨¦s que Vel¨¢zquez enganchara a Neymar. La jugada dio mucho que hablar por recurrente, una sorpresa en un equipo t¨¦cnicamente tan exquisito, y tambi¨¦n porque se monta un cine f¨®rum cada vez que se cae el 11. No es f¨¢cil descifrar qu¨¦ hay de verdad y de mentira en el baile de Neymar, un jugador de playa, en un plantel que lidera un futbolista de barrio como Messi.

Los remates en propia puerta del Getafe resultaron tan desequilibrantes como los tiros de los delanteros del Bar?a. Abatido nada m¨¢s empezar por su compa?ero Juan Rodr¨ªguez, a Guaita le faltaban pies y manos para tapar su arco, a pesar de rechazar el disparo desde los 11 metros de Messi. Nada pudo hacer ante un cabezazo de Munir, ni en un chut de Neymar, ambos asistidos por Messi en jugadas gestadas a bal¨®n parado, mal defendidas por el Getafe y bien elaboradas por el Bar?a. Messi coron¨® su espl¨¦ndida actuaci¨®n con un tanto exquisito, muy suyo, por la elaboraci¨®n y la finalizaci¨®n: tom¨® la pelota en la l¨ªnea de tres cuartos y le peg¨® a la entrada del ¨¢rea para que se colara junto al poste izquierdo de Guaita.

Al descanso, el Bar?a ya ganaba por 4-0, hab¨ªa fallado un penalti y rematado dos veces al larguero. Messi reapareci¨® para que volviera a marcar Neymar y la sesi¨®n se acab¨® con un gol de chilena de Arda. Marc¨® el turco, repiti¨® por tercera vez Munir, se reencontr¨® con el gol Neymar y se exhibi¨® Messi en un equipo redondo, de f¨²tbol dulce y que, pese a jugar con una marcha menos, su velocidad de bal¨®n fue imposible para el Getafe. Hay pocas ofertas l¨²dicas mejores hoy que ver un rato de f¨²tbol de Messi, capaz de convertir un partido sin historia en una tarde deliciosa para los ociosos en Barcelona. Los ni?os y los turistas bien que lo saben ahora que al Bar?a le salen los goles por las orejas en Vallecas, Ipurua y Camp Nou. Los hinchas severos, mientras, aguardan el cl¨¢sico y las noches de Champions.