El Atl¨¦tico, en cuartos en el penalti diecis¨¦is
Juanfran clasifica al Atl¨¦tico para los cuartos al transformar el lanzamiento decisivo
Diecis¨¦is penaltis despu¨¦s para romper la igualdad perenne de la eliminatoria, con el himno cantado a capela cinco veces por una hinchada tan entregada como hist¨¦rica, Juanfran meti¨® al Atl¨¦tico en los cuartos de final de la Liga de Campeones. No perdon¨® el lateral el error de Narsingh, que envio el octavo lanzamiento de su equipo al larguero. Al punto de penalti acudi¨® Juanfran con sus botas nuevas, en las que se puede leer el nombre de su hijo y de su mujer, y ajust¨® su disparo para certificar una clasificaci¨®n ag¨®nica, tan del Atl¨¦tico como el derroche infinito que caracteriza a la tropa de Simeone. Esa cita con la historia premi¨® a uno de los futbolistas que m¨¢s describe el crecimiento del Atl¨¦tico desde la llegada del entrenador argentino. Hasta ese momento crucial hubo un partido que mezcl¨® la t¨¢ctica con la ¨¦pica, los nervios y la emoci¨®n de la vieja Copa de Europa, que se engrandece desde noches taquic¨¢rdicas como esta.
Arrojados piezas y dibujos sobre el tapete, Cocu sali¨® ganador de salida. Respecto a la ida el t¨¦cnico holand¨¦s sacrific¨® a un extremo, Narsingh, para ganar un central, Isimat, que form¨® tr¨ªo junto a H¨¦ctor Moreno y Bruma. Por delante de ellos estaba la verdadera trampa que empantan¨® al Atl¨¦tico. Los dos laterales, Arias y Willem, se alinearon a Guardado y Propper. A ese cuarteto lo reforzaron por delante Van Ginkel y Locadia. Total, un centro del campo de seis jugadores con De Jong de farola arriba.
Cocu entendi¨® bien que el Atl¨¦tico se inquieta cuando le obligan a pensar m¨¢s de la cuenta. El partido de ida, cuando su equipo defendi¨® el cero a cero con un jugador menos debi¨® confirmarle que los rojiblancos son un conjunto dise?ado para indagar m¨¢s en la desorganizaci¨®n del contrario cuando este pierde la pelota que cuando tiene que llevar la iniciativa al trote y al toque. El Atl¨¦tico necesita correr y el PSV le dej¨® hacerlo muy poco en el primer acto. Tampoco explot¨® el equipo de Simeone que entre los centrales y los laterales hab¨ªa mucho verde que explorar. Con todo, Griezmann tuvo al cuarto de hora el gol. Entre Juanfran y Koke cosieron dos pases que dejaron al franc¨¦s contra la habilidad en el mano a mano que Zoet ya ense?¨® en la ida. El meta le achic¨® la porter¨ªa con dos pasos r¨¢pidos y el pecho por delante como parapeto del escudo.
Torres lidera la mejor¨ªa
A partir de esa ocasi¨®n desperdiciada emergi¨® el mejor PSV, que meti¨® el partido en el ritmo que le conven¨ªa desde el saber estar de Guardado. Reconvertido a mediocentro, en ese tubo de ensayo permanente que es el f¨²tbol holand¨¦s desde que descubri¨® el f¨²tbol total, el mexicano gobern¨® el juego escoltado por Van Ginkel y Propper. Lo mismo aparec¨ªa por el centro para descargar en corto que se escoraba a un costado para dirigir desde all¨ª circulaciones con intenci¨®n que, sin generar fuego real, s¨ª transmit¨ªan la sensaci¨®n de que el PSV sab¨ªa a qu¨¦ jugaba. A veces no prosper¨® m¨¢s porque Augusto y Gim¨¦nez corrigieron malas entregas y agujeros. Una internada dibujada entre Arias y Van Ginkel y el centro raso de este avisaron al Atl¨¦tico y a la parroquia de que hab¨ªa mucho partido por delante que jugar y descifrar. Un encuentro que iba a ser largo, para masticarlo y a los rojiblancos les cost¨® mucho. Ese dibujo de Cocu tambi¨¦n le impidi¨® generar esas superioridades en las bandas que tantos r¨¦ditos le dan. Qued¨® reducido a los escarceos de Juanfran y Carrasco y algunos giros de Griezmann entrel¨ªneas. Ni Koke ni Sa¨²l hac¨ªan pupa por delante del bal¨®n en el juego por dentro. Inc¨®modo, empuj¨® el Atl¨¦tico antes de irse al vestuario sin m¨¢s fruto que un disparo en el ¨¢rea taponado a Griezmann.
La deriva del partido no gust¨® a Simeone, que tard¨® 10 minutos en meter a Torres por Augusto. El Ni?o ofreci¨® mucho m¨¢s que la carga emocional que genera en las gradas cada vez que pisa el Calder¨®n. Torres fue el mejor y lider¨® la mejor¨ªa de su equipo. Quiz¨¢ firm¨® su actuaci¨®n m¨¢s punzante desde su regreso. Una carrera al espacio, un taconazo y un t¨²nel en sus primeras intervenciones rememoraron a aquel querub¨ªn que con 17 a?os se ech¨® a sus espaldas a un club que trataba de salir del fango de aquellos dos a?os en el descenso. Su tiro al palo, al borde del final de los 90 minutos igual¨® el de Locadia, previa estirada y manopla prodigiosas de Oblak. Otra deriva que hab¨ªa surgido poco antes, un partido m¨¢s roto, tampoco agrad¨® a Simeone, que sent¨® a Carrasco momentos despu¨¦s de que este mandara a la tribuna un rechace de Zoet a disparo de Filipe.
La pr¨®rroga se confirm¨® poco despu¨¦s de que Lucas entrara por el lesionado God¨ªn. Un disparo de Griezmann y una falta al borde del ¨¢rea de Gabi reflejaron que el partido iba a ser del Atl¨¦tico hasta ese dram¨¢tico final que hizo justicia a Juanfran.
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