El Bar?a atrapa el cl¨¢sico m¨¢s fren¨¦tico
Satoransky y Perperoglou desactivan la remontada de un Madrid que lleg¨® a perder por 25 puntos y quebr¨® en la vor¨¢gine final
El Barcelona gan¨® el cl¨¢sico m¨¢s fren¨¦tico de los ¨²ltimos a?os. El Madrid se deshizo en la vor¨¢gine final, despu¨¦s de haber remontado los 25 puntos con los que pag¨® su pusil¨¢nime puesta en acci¨®n en un Palau encendido. Venci¨® el Barcelona y deja al Madrid en una apurada situaci¨®n en el Top 16, ya que debe visitar al Olympiacos y al Baskonia, antes de recibir al Khimki, en un apretado espr¨ªn camino de los cuartos de final.
BARCELONA, 72; REAL MADRID, 65
Barcelona: Satoransky (17), Oleson (7), Perperoglou (20), Doellman (11), Dorsey (4) ¡ªcinco inicial¡ª Ribas (6), Vezenkov (0), Erikson (2), Samuels (1), Arroyo (0), Ante Tomic (4).
Real Madrid: Llull (7), Carroll (9), Maciulis (0), Reyes (11), Ay¨®n (16) ¡ªcinco inicial¡ª Rivers (2), Rudy (0), Nocioni (5), Sergio Rodr¨ªguez (8), Lima (4), Taylor (3).
Parciales: 25-4, 15-24, 12-23 y 20-14.
?rbitros: Lottermoser (Alemania), Viatro (Francia) y Boltauzer (Eslovenia).
Palau Blaugrana. 7.142 espectadores.
Los 13 primeros minutos del partido fueron un mon¨®logo del Barcelona y un perfecto ejercicio de escapismo del Madrid. Nadie hubiera dicho que estaba en liza el cl¨¢sico, que el Barcelona ten¨ªa enfrente al campe¨®n de Europa y de todo la pasada campa?a, de nuevo de la Copa hace apenas un mes. Xavi Pascual se desesperaba cada vez que su equipo comet¨ªa el m¨¢s leve error, como si su equipo no ganara por 25 puntos (31-6). No se fiaba ni un pelo del avatar del Madrid, por momentos una caricatura que dej¨® datos in¨¦ditos para la historia, de tan poca cosecha: cuatro puntos en el primer cuarto con una canasta de Felipe Reyes y otra de Lima.
Pero Pascual se revolv¨ªa inquieto en su rect¨¢ngulo de trabajo. Recelaba del Madrid, lo trataba como a un oso hibernado. Y as¨ª fue. A la que Nocioni acert¨® con el primer triple, tras los ocho que hab¨ªa fallado el Madrid, empez¨® a intuirse el recodo del camino. Pascual introdujo cuatro cambios de golpe. Y Pablo Laso fue todav¨ªa mucho m¨¢s intervencionista en su estrategia. Como estaba la cosa, cualquier variaci¨®n era poca. Una defensa en zona, con m¨²ltiples matices, una fase en la que Rudy se emparej¨® con Arroyo, algunos acelerones con pases a mil por hora, un ataque a la b¨²squeda de posiciones abiertas. Y el acierto de Nocioni, Llull y Taylor en los triples propici¨® un parcial de 0-12 que adecent¨® el marcador del Madrid: 40-28 al descanso.
Al Barcelona se le acumul¨® el lastre. Se lesion¨® Pau Ribas y se uni¨® a las bajas de Navarro y Abrines. Se tensaron los nervios en el banquillo blaugrana, castigado con una falta t¨¦cnica. La cuarta de Dorsey evidenci¨® el desenfoque de sus embestidas. El Barcelona perd¨ªa fuelle y Laso escrib¨ªa en la pizarra. Situ¨® a Maciulis de cuatro y apost¨® por un equipo con m¨¢s turbo, propulsado por sus exteriores, Llull, Carroll, Rivers, luego Rudy. Y m¨¢s tarde Sergio Rodr¨ªguez que anot¨® un triple que repuso el cartel tradicional del cl¨¢sico, con igualdad y alternativas en el marcador. Carroll culmin¨® la primera remontada del Madrid con un triple para empezar el ¨²ltimo cuarto (52-54). El Barcelona pas¨® de dominar por 25 puntos (31-6) a perder por seis (52-58).
El ¨²ltimo hurra
Cuando faltaban cuatro minutos empezaron a producirse alternativas en el marcador. Ay¨®n firm¨® el ¨²ltimo hurra del Madrid cuando faltaban dos minutos. A partir de ah¨ª, el Barcelona domin¨® los detalles. Dorsey, nefasto en los tiros libres, con un desastroso 0 de 4 en los tiros libres, se invent¨® una asistencia por la espalda crucial para Perperoglou. El alero griego sum¨® cinco puntos seguidos mientras que los jugadores del Madrid enlazaron error tras error. Unos pasos de Sergio Rodr¨ªguez, dos tiros errados por Llull y Carroll, un tiro libre fallado por Felipe Reyes, un rebote defensivo important¨ªsimo perdido cuando Dorsey fall¨® sus dos ¨²ltimos tiros libres, con 68-65. A partir de ah¨ª, el Barcelona jug¨® a favor de inventario en los segundos finales.
El Madrid pag¨® su tremenda inferioridad en el rebote (48-36), la diferencia de los porcentajes en los triples (un 29%, frente al 40% del Barcelona) y la escasa aportaci¨®n de Rivers, Maciulis y Rudy. Satoransky replic¨® los latigazos de Llull y Sergio Rodr¨ªguez y Perperoglou fue superior a Carroll, a Rivers, a Maciulis, a Nocioni.
M¨¢s que un partido, el Barcelona gan¨® el compendio emocional, de sensaciones, de fases convulsas, de alternativas desmedidas en que deriv¨® uno de los cl¨¢sicos m¨¢s at¨ªpicos. Una monta?a rusa. Los dos equipos tuvieron momentos extremadamente buenos y extremadamente malos. Los dos se enredaron tanto en errores desesperantes para sus huestes, como se intercambiaron algunas canastas maravillosas. En la vor¨¢gine, rein¨® el Barcelona, que suele hacer del arrebato una divisa, una marca propia, cuando los vive al calor de su p¨²blico, en el Palau.
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