Jimmy, el planeta y yo
Un malague?o que lleva tres a?os dando la vuelta al mundo a pie llega este domingo a la Puerta del Sol
Los tipos ten¨ªan mala pinta. Eran tres y, machete en mano, se desplegaron sobre el asfalto de una carretera perdida entre los estados de Veracruz y Tabasco, M¨¦xico. Nacho Dean, que tras dos a?os y medio recorriendo el mundo a pie ya pod¨ªa ¡°oler¡± el peligro, sigui¨® caminando, como si nada. Al llegar a cinco metros de ellos, se quit¨® las gafas de sol, hizo un quiebro, y empez¨® a correr, carretera abajo, empujando el carrito azul que le ha acompa?ado durante tres a?os. Los tres tipos empezaron a perseguirle, blandiendo los machetes en el aire. Uno tras otro, como en las pel¨ªculas, empezaron a flaquear, se fueron frenando. Nacho sigui¨® corriendo.
Ha atravesado 31 pa¨ªses y caminado 33.000 kil¨®metros. Sin coches de asistencia, sin compa?¨ªa, sin seguro internacional, sin GPS
¡°?Qu¨¦ necesidad tengo yo de acabar con mi vida?¡±. Eso fue lo que pens¨®. Y as¨ª lo cuenta el propio Nacho Dean, malague?o de 35 a?os, al borde de la carretera CL-501, entre Lanzah¨ªta y Piedralaves, provincia de ?vila, cuando apenas le quedan unos d¨ªas para culminar su haza?a. El episodio de M¨¦xico, en septiembre de 2015, el tercero de peligro tras un atraco en Lima y otro asalto en El Salvador, le indic¨® que hab¨ªa que pensar en poner fin a la aventura: una cosa es recorrer el mundo y otra, bien distinta, morir en el intento. Tras atravesar 31 pa¨ªses y caminar 33.000 kil¨®metros, desemboca el pr¨®ximo domingo en la madrile?a Puerta del Sol.
De all¨ª parti¨® hace tres a?os. Abandon¨® un trabajo de socorrista para tomarle el pulso al planeta. Sin coches de asistencia, sin compa?¨ªa, sin seguro internacional, sin GPS. El camino le ha regalado lecciones: ¡°Si aprendes a vivir con poco, la vida va poniendo en tu camino lo que necesitas¡±, dice, sereno, con sus gafas de sol de espejo y su camiseta blanca con el lema Revolution. A su lado, Jimmy, el carrito para beb¨¦s que lo ha escoltado por cuatro continentes.
¡°Si aprendes a vivir con poco, la vida va poniendo en tu camino lo que necesitas¡±, dice, sereno, con sus gafas de sol de espejo
Al principio se resist¨ªa a ponerle nombre. Pero el sol y la soledad de los desiertos de Australia propiciaron el bautizo: Jimmy; Jimmy ?guila Libre. El nombre, por Hendrix, por Jim Morrison; los apellidos, en homenaje a un amigo piloto de helic¨®pteros.
Jimmy reposa sobre sus tres ruedas, cerca de Dean, junto a un arroyo, a los pies de la sierra Gredos. Ha sido su fiel compa?ero durante m¨¢s de 1.100 noches. En su interior, una hogaza de pan que le regal¨® un panadero del camino, un ordenador port¨¢til, una l¨¢mpara frontal como las de los mineros, un ant¨ªdoto para las mordeduras de serpientes venenosas ¨Cel equipaje pesa 25 kilos-. Juntos han recorrido una media de 45,5 kil¨®metros al d¨ªa, la mano de Dean siempre estrechando el manillar. Los primeros pasos por Europa, la prueba de fuego de Asia, la aventura libre y salvaje de Australia, el duro a?o y medio recorriendo de Sur a Norte Am¨¦rica. El paso por suelo africano qued¨® abortado, entre otros motivos, por falta de presupuesto -sali¨® con 3.000 euros que se convirtieron en 20.000 gracias a variadas aportaciones-.
Doce pares de zapatillas y 20 ampollas despu¨¦s de aquel inici¨¢tico 21 de marzo de 2013, Dean regresa a la Puerta del Sol
Este exestudiante de publicidad con vocaci¨®n de rebelde ha querido poner el foco sobre el planeta con su viaje, Earthwidewalk: ¡°El calentamiento global es una realidad, tenemos que cuidar de la casa en la que vivimos¡±, manifiesta. Doce pares de zapatillas y 20 ampollas despu¨¦s de aquel inici¨¢tico 21 de marzo de 2013, Dean regresa a Sol. Su viaje ha sido un deshacerse de lo superfluo, un huir del ruido que nos rodea para sentir la naturaleza. ¡°Te deshaces del ruido y queda la ¨²nica verdad, la del amor, la de la fuerza, la de la energ¨ªa, la de la solidaridad, la de cambiar las cosas¡±.
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