El Madrid exhibe sus armas ante el Sevilla
Benzema, Modric y Keylor dan un recital para hundir a un rival plagado de bajas e inoperante que sufri¨® para mantener vivo el partido durante una hora
Transcurrido el verano, el oto?o y el invierno, la tortuosa temporada del Madrid destila hechos incontestables. La Liga y la Copa est¨¢n perdidas, la amenaza del des¨¢nimo es palpable en un equipo y un club que emiten signos de creciente malhumor, la plantilla est¨¢ descompensada, el modelo es incierto. No se sabe a qu¨¦ juega este Madrid. La abundancia de evidencias preocupantes, sin embargo, no eclipsa el valor de Keylor, Modric y Benzema. Tres futbolistas fenomenales. Imprescindibles para emprender la conquista de una Und¨¦cima que en Chamart¨ªn vislumbran como el Shangri-La.
El Madrid se apoy¨® en Keylor, Modric y Benzema para desmantelar al Sevilla. Fueron el hilo conductor del equipo en un partido menos vibrante de lo esperado. El Sevilla entr¨® al campo con paso vacilante, aturdido por el escenario y por las bajas. Emery cambi¨® al lesionado Konoplyanka en el extremo izquierdo por Escudero, un lateral; sustituy¨® a Reyes con el r¨ªgido Diogo; y reemplaz¨® a Banega con Krychowiak. Reforz¨® el eje de la defensa pero perdi¨® flexibilidad y salida de bal¨®n. Seguramente el repliegue estuvo previsto desde la pizarra. La cancha y la pelota fueron cedidas al Madrid. Estos planes suelen estar relacionados con el axioma de que el bal¨®n desordena y el doble pivote equilibra por s¨ª solo. Bast¨® una volea de Benzema para desmentir esta superstici¨®n.
La jugada rompi¨® en Bale, que intimid¨® a Tr¨¦moulinas. El lateral le dej¨® coordinarse y el extremo arm¨® la derecha, su pierna menos h¨¢bil, para colgar un centro majestuoso. Tenso, bien dirigido al punto de penalti. Ah¨ª se cruz¨® Benzema que empalm¨® a bote pronto para clavar el gol por la escuadra. Enga?ados, los centrales sevillistas, Kolo y Rami, lo vieron impotentes. Fuera de cacho.
El 1-0 no fue cualquier cosa. Fue un indicio de algo m¨¢s grande. Fue el noveno gol del franc¨¦s que abre el marcador en el curso de esta Liga. Fue el gol m¨¢s importante del partido porque oblig¨® al Sevilla a dudar y a abrirse. Benzema llevaba tres semanas de baja. La ¨²ltima vez que jug¨® se lesion¨®, contra el Atl¨¦tico, y el derbi todav¨ªa iba 0-0. Su regreso revel¨® la importancia que tiene en el esquema general de este Madrid. R¨¢pidamente, en el minuto seis, record¨® a los esc¨¦pticos que tal y como funciona este club ¨¦l es el deus ex machina. Cristiano y Bale son subalternos. ?l es el n¨²mero uno.
Esplendor de Rico y Navas y mal golpeo de Cristiano en el penalti
Dos porteros j¨®venes y con tremendo potencial se midieron en el Santiago Bernab¨¦u. Keylor Navas (29 a?os) y Sergio Rico (22 a?os) se lucieron con sus intervenciones. El portero del Madrid volvi¨® a mostrar una de sus facetas m¨¢s conocidas, la de parador de penaltis. A Navas le han tirado cuatro penaltis en la actual temporada y ha parado tres. Si bien es cierto que se adelant¨® de forma antirreglamentaria en el lanzamiento de Gameiro, su parada al disparo del franc¨¦s fue de tremendo m¨¦rito. En la Liga espa?ola, a Navas le han lanzado un total de 15 penaltis, de los que siete fueron gol, cinco fueron detenidos por el guardameta del Madrid y tres fueron fallados.
Sergio Rico se doctor¨® en un escenario de alta alcurnia. Sus paradas a disparos de Bale y Cristiano, en varias ocasiones, fueron de una gran riqueza t¨¦cnica. Rico ha respondido de esta forma a la confianza de Vicente del Bosque, que lo ha vuelto a convocar como tercer portero de la selecci¨®n espa?ola junto a Casillas y De Gea. Rico se salv¨® en el penalti mal lanzado por Cristiano (el tercero que falla el portugu¨¦s en esta temporada), pero luego no pudo detener el disparo a quemarropa de Cristiano, que pidi¨® perd¨®n por su anterior error.
La endeblez del Sevilla no permitir¨¢ sacar conclusiones determinantes sobre la consistencia de la ¨²ltima invenci¨®n de Zidane. El t¨¦cnico madridista despleg¨® a Bale, Benzema y Cristiano, y para sostenerlos ratific¨® a Casemiro como mediocentro. El brasile?o fue el punto de referencia, con Modric y Kroos abiertos.
Zidane procura brindar protecci¨®n a su defensa con Casemiro a costa de perder la limpieza de Kroos en el primer pase. El Madrid gana un poco en firmeza defensiva y pierde control del juego. Fue notable contra la Roma y m¨¢s visible todav¨ªa contra un Sevilla acobardado pero a ratos peligroso. A la media hora, el ¨¢rbitro decret¨® penalti de Varane a Rami en una jugada a bal¨®n parado y Keylor dej¨® a Gameiro con el grito en la boca. El portero reaccion¨® como una pantera achicando y llev¨¢ndose la pelota con una soltura que provoc¨® un clamor de admiraci¨®n en el Bernab¨¦u. El costarricense lleva ocho penaltis parados de 15 en la Liga. El de ayer compuso la primera de tres grandes paradas. Como para desmoralizar a cualquiera.
El ¨¢rbitro Xavier Estrada anduvo impreciso en las dos ¨¢reas. Se equivoc¨® se?alando un penalti a Modric que no fue y que, de todos modos, Cristiano envi¨® a la tribuna. Suspir¨® el sevillismo y volvi¨® a suspirar cuando Bale estrell¨® un cabezazo en el travesa?o. Luego la afici¨®n visitante se alborot¨® cuando Gameiro marc¨® en posici¨®n legal y Estrada lo anul¨®. Fue un rel¨¢mpago en la noche cerrada del equipo que dirige Emery. El Sevilla tuvo pinta de condenado desde que se baj¨® del autob¨²s dispuesto a poner la distribuci¨®n de su juego entre l¨ªneas en manos de Iborra. Excelente jugador para otros fines, Iborra nunca ser¨¢ enganche.
Solo la falta de orden del Madrid dio esperanzas al Sevilla. Se apagaron pasada la hora, cuando Modric blandi¨® el exterior del pie derecho para abrir el juego en un pase a Danilo que desconcert¨® a la defensa oponente. El brasile?o centr¨® y Cristiano le gan¨® la espalda a Rami en el segundo palo. Discusi¨®n cerrada. El 2-0 dio paso a otra de las famosas exhibiciones al contragolpe en Chamart¨ªn y al gol de Bale previo sombrero de Benzema a Sergio Rico.
Al franc¨¦s le esperaba la ovaci¨®n de la hinchada y a Jes¨¦, que le sustituy¨®, el cuarto gol de una velada entretenida pero poco competida que pone en valor las armas de este Madrid que persigue la Und¨¦cima.
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