El Athletic saca premio de su tedio ante el Rayo
El equipo de J¨¦mez cae derrotado injustamente por un magn¨ªfico gol de Williams
El ¨²nico f¨²tbol que se vio en San Mam¨¦s fue el del marcador exterior del estadio donde se repiten uno tras otro los goles del Athletic mientras los seguidores se sacan fotos, selfies, v¨ªdeos, r¨ªen, sonr¨ªen, hacen gestos con los dedos, con la lengua, exhiben bufandas y los ni?os gritan c¨¢nticos y proclamas que, sin saber muy bien que son, empiezan a adivinarlos. Por all¨ª corre la alegr¨ªa, animada tambi¨¦n por los bucaneros y compa?¨ªa del Rayo Vallecano que ayudaban lo suyo para que la tarde no tuviera la tristeza de las primaveras aburridas. El ¨²nico f¨²tbol era ese. Cuando Gil Manzano orden¨® que comenzara el partido, la magia, la alegr¨ªa y la pasi¨®n desaparecieron del escenario como si afuera se viviese mejor que dentro. All¨ª, entre los bares donde ir¨®nicamente sonaba Joe Cocker y su famoso Unchaid my heart. All¨ª s¨ª palpitaba el coraz¨®n, dentro se escuchaba el sonido mon¨®tono del tedio.
Concentrado en el examen del jueves en Sevilla, el Athletic desencaden¨® sus carencias, es decir, se conden¨® a un f¨²tbol industrial, pero de industria en crisis, de esas que malviven con maquinaria titubeante. Sin creatividad solo se pintan las paredes blancas, y hasta en los blancos hay matices. Y con Iturraspe y Rico en el almac¨¦n de la pintura era una brocha gorda. El primero flotaba y el segundo corr¨ªa, pero ninguno creaba, Sin pintura y sin pinceles (o sea sin extremos de trazo fino), el Athletic parec¨ªa un graffiti desordenado.
El rayo viv¨ªa bien, al calor de aquel tedio como en las tardes de verano en los pueblos peque?os. Se ordenaba a trav¨¦s de Trashorras, manejaba la pelota como le gusta, pero sin mucha profundidad. Un f¨²tbol de orden y sosiego que lo quebr¨® Javi Guerra con una jugada precisa y preciosa que no fue gol por un instante fatal y a poco lo quiebra Crespo cuando su mano y el bal¨®n se encontraron en un centro de Susaeta sin poder adivinarse si fue antes el huevo o la gallina.
Todo eso pas¨® en la primera mitad. Todo ese peque?o mundo mientras el bal¨®n correteaba como una canica en el pav¨¦s. Pero ya se sabe que el sol sale por donde quiere y las nubes se detienen donde les da la gana. Valverde dio entrada a Be?at y Aduriz, es decir, a los t¨ªos del pincel. Y en un centro de Be?at, Willimas hizo que saliera el sol con un disparo seco y curvado que super¨® a Juan Carlos. Un rayo de sol que llega, una nube que se detiene para el Rayo. Un momento de inspiraci¨®n en un registro de la propiedad.
El Athletic, emocionado por las circunstancias, perdi¨® el control que nunca tuvo y que pod¨ªa tener. Vamos, que fue un flan caducado. Y el Rayo le fue comiendo las tostadas, sorbi¨¦ndole el caf¨¦ y quit¨¢ndole el aliento. Lo encerr¨®, lo acobard¨®. Embarba, que sali¨®, sac¨® todas las carencias defensivas del joven Lekue. Javi Guerra, Pablo Hern¨¢ndez, Embarba parec¨ªan dagas afiladas ante defensas rendidos y huidizos. Un c¨®rner de Embarba lo malgastaron entre Baena y Miku, solos ante Iraizoz, estorb¨¢ndose por efectos de su ansia. Y el partido muri¨® con el Rayo en la orilla de Iraizoz, derrotado sin merecerlo, que es la peor de las derrotas. Pero aplaudido por San Mam¨¦s, reconocido porque el Rayo es siempre reconocible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.