A vueltas con las lesiones

Hace no mucho alguien me pregunt¨® por qu¨¦ las estrellas de las mejores ligas europeas anotaban comparativamente tan pocos puntos. Contest¨¦ que supon¨ªa que ten¨ªa que ver con la mayor agresividad en defensa y un ¨¢rea de juego m¨¢s reducida al tener la l¨ªnea de tres m¨¢s cerca del aro que en la NBA. Pero se me olvid¨® mencionar la principal diferencia: vuestro mejor entendimiento de c¨®mo funciona el mundo.

Los americanos a veces olvidamos que las cosas podr¨ªan no funcionar. En ocasiones esto es bueno porque nos permite desarrollar un modelo diferente de m¨®vil o una nueva aplicaci¨®n para m¨®viles o, vale, la mayor¨ªa de las veces, cosas que no tienen nada que ver con la telefon¨ªa. Pero a veces no es algo tan positivo como cuando, por ejemplo, nos comportamos como ni?os malcriados cuando no obtenemos el resultado esperado.

Pensemos en la reciente racha de lesiones de los ¡®playoffs¡¯: Chris Paul (mano), Curry (rodilla), Blake Griffin (cu¨¢driceps)... Cuando ese tipo de cosas pasan, el americano medio se ahoga en su incredulidad.

Paul, Curry, Griffin... El americano medio se ahoga en su incredulidad ante las lesiones. Los europeos entienden que a la f¨ªsica le da igual si tu equipo necesita a un jugador determinado para ganar o acceder a la siguiente ronda

?De verdad que las manos de Chris Paul no son indestructibles? ?En serio que el sometimiento de las extremidades de Curry a intensas torsiones pueden generar una lesi¨®n de rodilla? ?Qu¨¦ Blake Griffin no est¨¢ hecho del mismo material que el personaje de X-Men al que m¨¢s se parece (Lobezno)?

Los equipos de baloncesto europeos entienden que a la f¨ªsica le da igual si tu equipo necesita a un jugador determinado para ganar, para vender entradas o para acceder a la siguiente ronda de una competici¨®n. Es m¨¢s, le parece perfectamente plausible destrozar el tobillo a un jugador de la misma forma que a los microbios les parece estupendo que te agarres un resfriado justo antes de una cita rom¨¢ntica o de una importante presentaci¨®n en la oficina.

Tambi¨¦n entienden que tiene sentido adelantarse a esa contingencia y contar con un grupo de t¨ªos que sean capaces de anotar y a otro grupo de t¨ªos que sepan hacer otras cosas, en lugar de tener un grupo de t¨ªos que son muy buenos anotadores y otro grupo de jugadores que son muy poco buenos en muy pocas cosas.

Entonces, ?es momento de contratar a directores generales europeos? ?Tal vez!

O simplemente deber¨ªan sentarse a esperar, porque, y aqu¨ª est¨¢ el quid de la cuesti¨®n, el sistema no es algo genuinamente europeo (lo siento). La ventaja clave radica en que ten¨¦is una mayor perspectiva temporal. Sois los abuelos que lo saben todo mientras observan a sus nietos (nosotros) que apenas acaban de empezar a ver mundo. Pero los ni?os crecen.

Y los jugadores de baloncesto se lesionan (continuamente). Por eso los equipos deber¨ªan estar preparados cuidando su segunda unidad, dando importancia a todos sus integrantes, teniendo modelos m¨¢s democr¨¢ticos y menos dictatoriales. Esto probablemente no pase de la noche a la ma?ana, a menos que nos sobrevenga una improbable epifan¨ªa masiva. O que hablemos de los Spurs. Un equipo que, por cierto, es famoso por¡­ Acertasteis: contratar a gente de otros pa¨ªses.