M¨¢s castigo que un penalti

Puede que el lector lo haya pensado alguna vez. O puede que no. Pero es cierto que las grandes citas deportivas concentran la atenci¨®n de los aficionados y vac¨ªan las calles de las ciudades. Los que no han podido acudir al estadio se organizan para verlo en casa o en un bar con amigos. Y aquellos a los que no les gusta el deporte pueden aprovechar para caminar por las grandes avenidas desiertas o para llevar a cabo el t¨ªpico asesinato que se tiene pendiente.

As¨ª comienza La pena m¨¢xima (Alfaguara), novela negra de Santiago Roncagliolo en la que el asesino escoge un momento muy futbolero para actuar: un partido de la selecci¨®n peruana en el Mundial de Argentina, en 1978. Segundos despu¨¦s de que Te¨®filo Cubillas entrara en la historia del f¨²tbol con un golazo de falta a Escocia, el Per¨² estallaba de j¨²bilo y un disparo sonaba en una calle perdida. Pero nadie lo oy¨®, porque la palabra "gol" reverberaba en ese momento por todo el pa¨ªs.

El detective F¨¦lix Chacaltana se encuentra con una serie de asesinatos en una historia que tiene como tel¨®n de fondo la Operaci¨®n C¨®ndor y el Mundial de Argentina, en un pa¨ªs reci¨¦n salido de una dictadura militar. Una historia que avanza al tiempo que lo hace la competici¨®n futbol¨ªstica. Cita en la que el Per¨² marc¨® 7 goles en la fase de grupos. Por si se quieren atar cabos.