El Giro de Italia amaneci¨® chavista
Por sus proezas en los Dolomitas y el baj¨®n de Nibali, la afici¨®n se ilusiona con el colombiano Esteban Chaves
Cuando paran las bicicletas los ciclistas hablan y algunos hablan y siguen pedaleando, como Esteban Chaves, que da su conferencia de prensa multiling¨¹e ¨Cel colombiano de Bogot¨¢ maneja a la perfecci¨®n y con rapidez de lengua, aparte de su espa?ol materno, el italiano de sus dos a?os en un equipo ¨ªtalocolombiano y el ingl¨¦s de sus casi tres a?os en el australiano Orica¡ªmientras hace rodillo en un cobertizo protegido de la lluvia furiosa que nubes grises que ocultan como si no existiera el tel¨®n de monta?as grises descargan sobre los valles verdes de los Dolomitas, en Italia, donde, ¨¦l, el escalador de moda, ha ganado un Tour del Porvenir, el de 2011, que termin¨® en Alba, en el Piamonte; donde a punto ha estado de acabar su carrera y su vida despu¨¦s de darse de cabeza con una se?al de tr¨¢fico en 2013, y donde, en 2016, mayo, ahora mismo, cerca est¨¢ de ganar el Giro. A falta de una semana y tres d¨ªas de las monta?as que ama, Chaves, de 26 a?os, una gran sonrisa permanente en la boca y una mirada anal¨ªtica y muy seria en los ojos verdes claros, marcha segundo, a 2m 12s del l¨ªder de rosa, el pelirrojo holand¨¦s Steven Kruijswijk, y con una ventaja de 39s sobre el siciliano furioso Vincenzo Nibali y 1m 17s sobre el murciano optimista Alejandro Valverde.
En el Giro todo el mundo quiere hablar con Chaves, escribir fascinados de Chaves ex¨®tico, ilusionarse con Chaves. En Italia, todos se han hecho chavistas, el ciclista que se proclama feliz antes que nada. ¡°Ambici¨®n es una palabra fea, que mancha¡±, dice Chaves o Chavito, dicho con ternura y cari?o, cuando se le discute que se proclame feliz segundo del Giro teniendo a tiro la maglia rosa que hace dos a?os llev¨® a Colombia su amigo Nairo Quintana. ¡°Y claro que tengo hambre de victorias, pero lo importante es disfrutar de la vida, de la bici, re¨ªrnos juntos los compa?eros en la cena, sentirnos vivos, eso¡±. Chaves, como Nairo, es de la escuela de Luis Fernando Saldarriaga, el t¨¦cnico que llev¨® a ambos a ganar el Tour del Porvenir de casi ni?os. La primera lecci¨®n ciclista de Saldarriaga no es la de saber montar o la de saber moverse o ubicarse, sino una lecci¨®n de vida. A sus pupilos les dice que todos los campeones llevan una m¨¢scara que esconde su verdadero ser para enga?ar al rival. A Nairo le puso la m¨¢scara de la falsa humildad del campesino de Boyac¨¢; a Chaves, el orgulloso urbanita de la capital, la de la falsa ligereza de cabeza. ¡°Debajo de la risa, soy muy serio¡±, advierte, ¡°y no, no me parece bien que me pidan que me compare con Nairo, con el que conviv¨ª un par de a?os en el equipo y hasta hac¨ªa habitaci¨®n con ¨¦l y del que soy muy amigo. ?l ha ganado el Giro a la primera y qued¨® segundo en su primer Tour. ?l es muy clase¡±. Y dicho esto, sigue Chaves sobre sus rodillos y los periodistas se van, obligados, a o¨ªr a los de siempre lo de siempre.
Como un personaje de Verdi, Nibali no dice nada que no quiera o¨ªr Italia. No habla de derrota sino de resurrecci¨®n. ¡°Esperad golpes de escena¡±, dice a los aficionados, que dudan. Valverde, m¨¢s puro, m¨¢s simple, simplemente repite su ¡°se van enterar¡± que todas las ma?anas de resaca tras una derrota le levantan de la cama como nuevo. ¡°No soy conformista. Ser cuarto no me dice nada. Quiero ganar el Giro y una etapa, ese es mi objetivo¡±, dice Valverde, quien solo lamenta que su magn¨ªfica cronoescalada del domingo fuera m¨¢s que nada prueba de que lo que le ocurri¨® el s¨¢bado, su desfallecimiento en el Falzarego camino de Corvara, no fue sino un mal momento pasajero. Kruijswijk, el l¨ªder s¨®lido, no dice nada que no pudiera decir su jefe de prensa. ¡°No me esperaba estar de rosa¡±, dice el holand¨¦s que despoja al ciclismo de emociones, psicolog¨ªas, dudas, y convierte sus an¨¢lisis en f¨®rmulas matem¨¢ticas que le encantan porque demuestran que su fuerte es la tercera semana. Terminado s¨¦ptimo el Giro de 2015 por un mal d¨ªa en la primera semana, dijo Kruijswijk: ¡°He mantenido el mismo nivel de vatios en las subidas durante todo el Giro, pero los mismo valores que en la primera semana solo me val¨ªa para llegar detr¨¢s de Contador o Landa, en la ¨²ltima me serv¨ªan para estar con ellos o delante. Conclusi¨®n: mientras a otros la fatiga de la tercera semana les disminuye, yo me mantengo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.