Casemiro, la victoria del trabajo
El centrocampista brasile?o, con una infancia dif¨ªcil, se ha hecho imprescindible para Zidane y en el Atl¨¦tico le se?alan como el jugador clave para el equilibrio del Madrid
Dice Casemiro que todas las ma?anas, cuando sale a trabajar (y dice trabajar, no entrenar) se acuerda de su madre. Ella es el espejo en el que se mira, su orgullo. De ella aprendi¨® a no tirar la toalla. Su padre se march¨® de casa cuando el centrocampista brasile?o del Madrid ten¨ªa cuatro a?os y la madre, con dos hijos m¨¢s, trabajaba de domingo a domingo para mantener a la familia. Sigue viviendo en Brasil.
¡°Era empleada de casa. Yo iba a jugar al f¨²tbol solo porque ella siempre estaba trabajando. Viv¨ªamos los cuatro en una casa con una cocina, un ba?o y una habitaci¨®n. Como no ten¨ªamos coche, cada fin de semana yo dorm¨ªa en casa de un amigo diferente para que me llevara a los partidos. Mi madre pensaba que el f¨²tbol era diversi¨®n, pero yo ten¨ªa claro que era la forma m¨¢s f¨¢cil de ayudarla. Con mi primer sueldo le compr¨¦ una casa mejor¡±, recordaba hace poco el jugador. Casemiro tiene 24 a?os, no se olvida de su infancia dif¨ªcil. Gracias a esos apuros, asegura haber aprendido a valorar las cosas y por eso vive como el mayor de los logros entrenarse a diario con el Real Madrid.
Con el trabajo ha conquistado a Zinedine Zidane. Fijo para Rafa Ben¨ªtez, Casemiro desapareci¨® de las alineaciones con la llegada del t¨¦cnico franc¨¦s. En los nueve primeros partidos con Zidane, el brasile?o sum¨® 23 minutos. Despu¨¦s de la derrota contra el Atl¨¦tico a finales de febrero se instal¨® en la medular del Madrid y nadie le sac¨® de all¨ª (se perdi¨® un partido por lesi¨®n y otros dos por descanso). ¡°Se ha ganado el puesto trabajando todos los d¨ªas¡±, coment¨® el martes Zidane. En el Atl¨¦tico le se?alan como el futbolista clave en el juego del Madrid y en la recuperaci¨®n del equilibrio. Su presencia en el centro del campo, adem¨¢s, ha permitido respirar a Kroos que juega m¨¢s liberado y se incorpora m¨¢s al ataque sin preocuparse de cerrar el dique.
¡°Zidane me pide que no pierda el bal¨®n¡±, explica Casemiro, que en el Madrid del tridente cumple con la labor de mediocentro defensivo. Algo que, muchas veces, est¨¢ asociado a f¨²tbol feo y limitado y a piernas y m¨²sculos m¨¢s que a cabeza y virtuosismos. Para todos menos para Casemiro, al que le encanta hacer ese tipo de trabajo porque, dice, es muy agradecido por la afici¨®n del Bernab¨¦u. ¡°El p¨²blico quiere eso, te apoyan cuando ven que peleas por ganar un partido¡±, confesaba antes del cl¨¢sico en una entrevista en la Cadena Ser.
El centrocampista brasile?o ayuda a los centrales, disputa los balones y cuando el equipo ataca y se tiene que descubrir, ayuda a sostener el ataque. No tiene el mismo porcentaje de acierto en los pases que Modric y Kroos, por ejemplo (91 y 94, respectivamente, por 87%), pero ha dado cuatro asistencias y ha tocado m¨¢s el bal¨®n que Isco y James. Promedia seis recuperaciones por partido y es incansable. No se limita a barrer, sino que tambi¨¦n se ofrece en la l¨ªnea de pase. Ha marcado un gol esta temporada, el de la victoria por 1-2 contra Las Palmas.
Pelea diaria
¡°Aqu¨ª todos son importantes, yo lo que he hecho es aprovechar lo m¨¢ximo cada minuto que me daban. Segu¨ª trabajando y peleando porque sab¨ªa que mi oportunidad llegar¨ªa¡±, explicaba el brasile?o el martes en Valdebebas cuando le preguntaron c¨®mo hab¨ªa vivido el olvido al que le hab¨ªa recluido Zidane a su llegada al banquillo del Madrid. Con Rafa Ben¨ªtez, Casemiro era un fijo en el once. El franc¨¦s, que el d¨ªa de la presentaci¨®n proclam¨® la importancia del buen f¨²tbol y que en principio pensaba dar protagonismo a James e Isco, se dio cuenta de que el brasile?o era igual de importante que Kroos y Modric en el equilibrio del equipo, aunque no jugara con traje y corbata.
Casemiro lleg¨® al Madrid en enero de 2013 y despu¨¦s de un primer rodaje en Castilla, se uni¨® al primer equipo. En Lisboa vio el partido desde la grada. Carlo Ancelotti, que no contaba con ¨¦l, prefiri¨® a Khedira pese a que llegaba tras una lesi¨®n de seis meses. Al final de esa temporada, de hecho, Casemiro se march¨® y el club le rescat¨® el verano pasado del Oporto por ocho millones. ¡°Jug¨® Khedira y se gan¨® la Champions, as¨ª que el resto da igual. Si la final de San Siro la juego yo, voy a intentar ayudar a mis compa?eros¡±, dice el brasile?o.
Dice tambi¨¦n que el sacrificio no se negocia y que le gusta aprender. Por eso siempre ve sus partidos grabados y por eso siempre pregunta al t¨¦cnico de turno c¨®mo ha estado despu¨¦s de cada encuentro, en qu¨¦ ha fallado, en qu¨¦ ha estado bien y qu¨¦ m¨¢s podr¨ªa haber hecho. ¡°Los futbolistas pueden seguir aprendiendo con 40 a?os, imag¨ªnate yo que tengo 24. Tengo mucho que aprender y tengo ganas de aprender¡±. Esas ganas le han convertido en el ojito derecho de Zidane y en el paraca¨ªdas de Kroos y Modric.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.