Muguruza es el basti¨®n
Tras la ca¨ªda de cinco espa?oles, Garbi?e accede a las semifinales de Roland Garros, escala que no alcanzaba una jugadora espa?ola desde que lo hicieran Conchita y Arantxa hace 16 a?os (2000)
La jornada, por fin en curso despu¨¦s de tantos d¨ªas de agua y pausas, apuntaba a convertirse en una carnicer¨ªa. Sucesivamente, de primera hora de la ma?ana a mitad de la tarde, Espa?a fue perdiendo sus cartas, una tras otra. Adi¨®s a la andadura de David Ferrer, Carla Su¨¢rez o Marcel Granollers; poco que hacer para Roberto Bautista ante el mando de Novak Djokovic, menos brillante que otros d¨ªas tal vez, pero igual de hambriento e irreductible; y c'est fini a la loable aventura de Albert Ramos, quien poco pudo hacer ante la devastadora derecha de Stan Wawrinka, reclamando su cuota de protagonismo, que por algo es el defensor del t¨ªtulo. Pintaba feo el panorama hasta bien entrada la tarde, hasta que Garbi?e Muguruza enderez¨® el rumbo contra Shelby Rogers y firm¨® una victoria (7-5 y 6-3, despu¨¦s de 1h y 19m) que le deposit¨® directamente en semifinales.
Otra muesca hist¨®rica para la hispano-venezolana, que el a?o pasado alz¨® el vuelo, cogi¨® altura ¡ªfinal de Wimbledon, acceso a la Copa de Maestras y escalada al n¨²mero dos¡ª y que de seguir as¨ª tocar¨¢ un d¨ªa u otro el cielo, m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, en un marco u otro. Desde luego, no es mal escenario Par¨ªs, la fastuosidad de la Chatrier y la m¨ªstica de Roland Garros, torneo con embrujo a m¨¢s no poder para el tenis espa?ol. Ahora, entre ella y el delicioso bocado que supone plantarse en una final y luchar por el trofeo, un nombre: Samantha Stosur, curtid¨ªsima jugadora que ya sabe lo que es levantar un Grand Slam (US Open 2011) y que tampoco desconoce que significa jugar una final de Roland Garros (2010).
Muguruza, la chica llamada por los especialistas a acaparar el futuro y protagonizar el presente, es ahora el gran basti¨®n. Sobre ella, 22 a?os, recaen ahora las miradas del tenis espa?ol, al que poco a poco se le consume una generaci¨®n dorada y trabaja contrarreloj en los viveros para abrir un nuevo ciclo. En este sentido, hoy d¨ªa, Garbi?e es el s¨ªmbolo sobre el que edificar. El triunfo de ayer frente a Rogers fue meritorio, por la tensi¨®n emocional del contexto y las circunstancias, complicadas con una pista de lo m¨¢s pastosa y bolas que pesan como el plomo porque van absorbiendo el agua que retiene la tierra batida estos d¨ªas.
Tras los pasos de Arantxa y Conchita
Se top¨® adem¨¢s Muguruza con una adversaria de lo m¨¢s respondona, con una derecha similar a la suya. Shelby, 108 de la lista mundial, lleg¨® a disponer de una pelota que pod¨ªa haber cambiado perfectamente la historia del partido: 5-4 a favor, primer parcial, la estadounidense no atin¨® en la set ball y Garbi?e emergi¨® como una apisonadora. Enlaz¨® una serie de 7-0 juegos consecutivos y no le permiti¨® respirar a su rival, desnortada con semejante tunda encima. La caraque?a venci¨® e hizo otra llamada a la historia: desde hac¨ªa 16 a?os (2000), cuando Conchita Mart¨ªnez y Arantxa S¨¢nchez-Vicario se midieron en las semifinales, una espa?ola no llegaba tan lejos en el grande franc¨¦s.
¡°Garbi?e, ?eres consciente de que eres la gran favorita?¡±, le preguntaron despu¨¦s, en la sala de conferencia. ¡°No. Yo solo pienso y me concentro en cada partido, en el pr¨®ximo; no quiero mirar m¨¢s lejos. Si no, te puedes ir muy r¨¢pido a la caja¡±, respondi¨® Muguruza, bajo una gorra serigrafiada con su nombre. "?Y c¨®mo piensas preparar el partido con Stosur? ?Est¨¢s nerviosa?", le cuestionaron los periodistas. ¡°Es dif¨ªcil afrontar con tranquilidad un partido as¨ª, pero lo cierto es que el hecho de haber vivido algo as¨ª antes te tranquiliza y te abre los ojos¡±, concluy¨® .
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