La comitiva judicial de Leo
El futbolista argentino acudi¨® al juicio arropado por hombres de su m¨¢xima confianza
Leo Messi apoya la espalda contra la pared de la sala de vistas. Ha pasado las tres ¨²ltimas horas escuchando una discusi¨®n bizantina entre cuatro expertos en materia fiscal. El presidente del tribunal, hastiado, acaba de ordenar un receso de diez minutos. Lionel masca chicle. Est¨¢ rodeado por su gente, pero est¨¢ solo. O, m¨¢s bien, aislado. Mira al frente y a los lados, inquieto. Una cinta de seguridad y un despliegue generoso de Mossos d¡¯Esquadra le protege de posibles intrusos. Aunque ya no est¨¢n all¨ª, como a primera hora, las funcionarias de justicia. Hab¨ªan abandonado por unos minutos su puesto de trabajo para tomar una fotograf¨ªa del ¨ªdolo, a sabiendas de que est¨¢ prohibido hacerlo dentro del recinto del Palacio de Justicia.
Messi est¨¢ rodeado por su gente, pero su agente apenas habla con ¨¦l en esos minutos que son de descanso pero tambi¨¦n de nervios
Messi est¨¢ rodeado por su gente, pero su agente apenas habla con ¨¦l en esos minutos que son de descanso pero tambi¨¦n de nervios: tras el receso, tendr¨¢ que declarar. Su abogado, el exmagistrado argentino Enrique Bacigalupo, se le acerca y le hace un comentario. Messi sonr¨ªe con franqueza, aunque t¨ªmido. Sigue d¨¢ndole vueltas al chicle. A su lado, siempre, su padre y su hermano Rodrigo. Le han arropado a su llegada a la Audiencia de Barcelona, donde ha encontrado el aplauso de algunos curiosos, pero tambi¨¦n reproches con sorna: ¡°?Devuelve el dinero!¡±, ¡°?Ladr¨®n!¡±, ¡°?Vete a jugar a Panam¨¢!¡±
A los familiares se sum¨® un abultado s¨¦quito integrado por personas de su entorno. All¨ª estaban dos responsables del Bar?a: el portavoz, Josep Vives, y el director de comunicaci¨®n, Albert Roura, que acudi¨® para mostrar su ¡°apoyo¡± a la familia. El m¨¢s cercano a ¨¦l fue quiz¨¢ el gestor de su patrimonio desde 2009, Alfonso Nebot, que hab¨ªa declarado como testigo la v¨ªctima. Y Pau Negre, de la Fundaci¨®n Leo Messi, que condujo hasta la entrada el Mercedes en el que lleg¨® la estrella. No falt¨® un hombre de su m¨¢xima confianza como es el fisioterapeuta de la albiceleste, Marcelo Daddy D¡¯Andrea. De camino al juicio, el jugador se hab¨ªa palpado varias veces las costillas, ¡°algo dolorido¡± por su reciente lesi¨®n.
De camino al juicio, el jugador se hab¨ªa palpado varias veces las costillas, ¡°algo dolorido¡± por su reciente lesi¨®n
No dio muestras de dolor Messi en el banquillo de los acusados. Sigui¨® las interminables divagaciones de los peritos primero tranquilo, la mayor parte del tiempo la cabeza agachada, sin prestar demasiada atenci¨®n. Se mostr¨® m¨¢s inquieto a medida que pasaban los minutos, estirando las piernas y moviendo los pies, esperando su turno.
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