Dempsey honra al soccer
Estados Unidos vence a Ecuador de mano del exdelantero del Tottenham y es el primer semifinalista de la Copa Am¨¦rica Centenario
El soccer se enamora del f¨²tbol. De la mano de un inoxidable Dempsey en el campo y de un audaz Klinsmann en el banquillo, Estados Unidos es el primer semifinalista de la Copa Am¨¦rica Centenario, tras derrotar a un endeble Ecuador (2-1). A Dempsey no le pasa el tiempo, a sus 33 a?os el 8 es el l¨ªder del equipo, ya sea como goleador o como asistente, siempre presente cuando Estados Unidos mira al marcador. Al delantero se le sum¨® Bradley, un le¨®n en la medular, ayer tambi¨¦n reivindicativo. El capit¨¢n luci¨® un brazalete con la bandera del arco¨ªris, un bonito gesto con la comunidad gay despu¨¦s de la barbarie de Orlando. F¨²tbol o soccer, Estados Unidos trata bien la pelota y la afici¨®n est¨¢ encantada.
La hinchada estadounidense mira como algo ajeno al f¨²tbol, siempre soccer, todav¨ªa un hu¨¦sped en la sociedad. No lo siente as¨ª la afici¨®n en Seattle, ruidosa y comprometida con el equipo de Klinsmann. M¨¢s local que en ning¨²n lado, Estados Unidos, en su puesta de largo como anfitri¨®n de la Copa Am¨¦rica Centenario, se agrand¨® ante Ecuador, la selecci¨®n que lo dej¨® fuera de la Copa en 1993, su primera experiencia en el m¨¢ximo torneo americano. Pero este cuadro de Klinsmann no tiene nada que ver con aquel equipo, todav¨ªa verde, que se preparaba para organizar el Mundial de 1994.
Tard¨® un cuarto de hora Estados Unidos en mostrar sus credenciales. De entrada Ecuador le rob¨® el bal¨®n, sin embargo, ni Jefferson Montero ni Valencia le pudieron encontrar las costillas a los laterales del conjunto de Klinsmann. Poco a poco los muchachos del t¨¦cnico alem¨¢n se afirmaron en el campo, aferrados a la claridad de Bradley en la medular y a la habilidad de Dempsey para romper l¨ªneas, ya sea con una diagonal o con un pase en profundidad.
De las botas del exdelantero de Tottenham, Estados Unidos ense?¨® lo mejor de su repertorio. Dempsey filtr¨® un pase para Wood, que a pura potencia se plant¨® en el ¨¢rea de Ecuador y cuando se estaba a punto de quedar sin campo, tuvo la pausa necesaria para encontrar a Jones, que sin pensarlo puso la pelota en la cabeza del 8 para el 1-0. Dempsey, principio y final de la jugada, mostr¨® una vez m¨¢s todo su poder goleador, autor de cinco de los ¨²ltimos seis tantos de Estados Unidos en la Copa Am¨¦rica. Qued¨® tocada la selecci¨®n ecuatoriana, los sudamericanos no encontraban los puentes para romper el orden t¨¢ctico del conjunto de Klinsmann, r¨ªgido en defensa, ordenado con el bal¨®n.
El partido se puso bonito, por intenso pero tambi¨¦n porque ninguno de los equipos renunci¨® a atacar. Ecuador por necesidad, Estados Unidos por convicci¨®n. Ocurri¨® que cuando mejor estaba la Tri en el partido, a Valencia se le cruzaron los cables. El extremo del United, impotente, le tir¨® una patada sin sentido a Bedoya. El problema para Estados Unidos fue que Jones se meti¨® en una pelea a la que nadie lo hab¨ªa llamado. El ¨¢rbitro colombiano no dud¨®, tarjeta roja para Jones y Valencia. Los espacios los capitaliz¨® mejor el cuadro del preparador alem¨¢n. Y otra vez apareci¨® Dempsey, que le sirvi¨® la pelota a Zardes para que sellara el segundo.
Y cuando parec¨ªa que estaba a punto de bajar la guardia, Ecuador resucit¨®. Jefferson Montero se acord¨® de que tiene fuego en las piernas y puso en jaque una y otra vez el plan defensivo de Klinsmann. Descont¨® Arroyo, tras una jugada de estrategia, y la selecci¨®n de Quinteros mostr¨® los dientes, v¨¦rtigo con las bandas y fuerza para recuperar el bal¨®n. Entonces a Estados Unidos el bal¨®n no le duraba ni un respiro y aguantaba como pod¨ªa las embestidas de Ecuador, bien cerca de Guzan y con un ojo en el reloj. Lo consigui¨® y se meti¨® entre los cuatro mejores de la Copa Am¨¦rica, por segunda vez en su historia (la primera, en Uruguay 1995). Esta vez cuenta con el apoyo de su gente, ruidosa en Seattle, cada vez m¨¢s enganchada a eso que el resto del mundo conoce como f¨²tbol.
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