Del Bosque: un equipo, una selecci¨®n

En su empe?o por trasladar en la medida de lo posible el concepto de club a la selecci¨®n Vicente Del Bosque elabora listas de convocados y alineaciones. En su reflexi¨®n m¨¢s reduccionista del partido contra la Rep¨²blica Checa expresa un ¡°no estuvo mal¡± . Tres palabras que sintetizan sus pensamientos. Por un lado, cierta satisfacci¨®n que le pide repetir equipo, y as¨ª ser¨¢ salvo sorpresa. Por otro, revela inconformismo y la necesidad de mejorar a partir de ese mismo once. Es muy posible que lo que no le agrade hoy ante Turqu¨ªa sea objeto de recambio en los pr¨®ximos partidos.

La presi¨®n y la pasi¨®n turca.?Espa?a se encontrar¨¢ hoy a una selecci¨®n que si no se encoge tratar¨¢ en diversas fases de imponer un ritmo fren¨¦tico en la presi¨®n alta o media. En esas condiciones es cuando aparece la famosa versi¨®n de la pasi¨®n turca: un equipo desenfrenado al que no le importa la ida y la vuelta. Turqu¨ªa puede ser el primer rival en esta Eurocopa que trate de agobiar a Espa?a en la salida del bal¨®n. La seguridad de Sergio Ramos y Piqu¨¦ para jugar en corto y en largo y la de Busquets, muy cerca de ellos, ser¨¢ fundamental.

Cesc como escudero de Busquets. Espa?a utiliza un 4-1-4-1 en defensa, pero desde que Del Bosque adopt¨® este sistema en la fase de clasificaci¨®n a la hora de iniciar el juego siempre uno de los volantes ha sido un apoyo constante para Busquets. Cesc F¨¤bregas, de momento, es el encargado de ello. Esto le obliga a retrasarse y a alejarse del ¨¢rea para ser menos trascendente con el bal¨®n en zonas de peligro. Contra la Rep¨²blica Checa, su ritmo de bal¨®n no fue bueno y fue mejorado con la entrada de Thiago. La jerarqu¨ªa le dice a Del Bosque que debe darle otra oportunidad a Cesc, pero puede ser la ¨²ltima. Thiago, Bruno y Koke est¨¢n en guardia.

Terim, el sacrificio y los espacios. Esos partidos locos en los que los turcos se desenvuelven muy bien se propician porque sus jugadores m¨¢s ofensivos e incluso a sus dos laterales les cuesta volver hacia atr¨¢s cuando se proyectan en ataque. Si esa circunstancia se da ser¨¢ el momento de medir la capacidad de Morata al contragolpe y la de los centrocampistas espa?oles para elaborar transiciones r¨¢pidas.

Ataque est¨¢tico y la segunda l¨ªnea. Del Bosque acab¨® satisfecho de los movimientos de desmarque de Morata y de la amplitud que tanto Juanfran y como Jordi Alba y Nolito le dieron ante una selecci¨®n tan bien replegada como la Rep¨²blica Checa. La cuesti¨®n a mejorar reside en una mejor conexi¨®n de Morata con la llegada de sus compa?eros cuando recib¨ªa de espaldas. ¡°Los delanteros deben interpretar el juego de nuestros centrocampistas¡±, advirti¨® el t¨¦cnico al t¨¦rmino del partido.

Las individualidades turcas a controlar. Salvo un par de despistes, Del Bosque acab¨® satisfecho con el trabajo defensivo ante los checos porque no se concedieron contras pese a jugar en campo contrario casi todo el partido. Arda Turan, imprevisible como siempre, sali¨® muy tocado del partido ante Croacia. Tiene ganas de revancha y si est¨¢ inspirado puede propiciar el regreso del ardaturanismo, es decir, genialidades decisivas. ?alhanoglou, el volante del Leverkusen, tiene un disparo terrible a la carrera y a bal¨®n parado, por lo que las faltas cerca del ¨¢rea pueden ser un suplicio. Tambi¨¦n enrosca muy bien los saques de esquina y las faltas laterales.