El canto triunfal del ¡®gallina¡¯ Perisic

En 1935, la modernidad arquitect¨®nica en los estadios la marc¨® el Parc Lescure de Burdeos. Destinado para albergar partidos del Mundial de 1938, la sujeci¨®n de sus llamativas viseras onduladas rompi¨® moldes en la ¨¦poca. Fue el primer estadio que eliminaba las columnas de las gradas y permit¨ªa una visi¨®n total del terreno de juego. Cercano al centro de la ciudad, rodeado de casas bajas de piedra calc¨¢rea, de balcones estrechos y barandillas de hierro forjado, en el Parc Lescure a principios de los a?os 40 hicieron historia Benito D¨ªaz, el entrenador inventor del cerrojo, y dos jugadores espa?oles rescatados del campo de concentraci¨®n de Gurs, Salvador Artigas y Paco Mateo. Aqu¨ª, tambi¨¦n, ha hecho historia Croacia con su triunfo frente a Espa?a. Todo un bombazo.

¡°Ex entrenador Real Sociedad San Sebasti¨¢n refugiado en Hendaya aceptar¨ªa ocuparse de la formaci¨®n de cadetes en un club franc¨¦s¡±, se publicit¨® D¨ªaz en la prensa local. Artigas, jugador del Levante, pilot¨® el ¨²ltimo Mosca (avi¨®n sovi¨¦tico) republicano que sali¨® de Espa?a. Mateo, un elegante y guaperas delantero centro, lleg¨® a protagonizar los carteles de aquel equipo que conquist¨® la Copa de Francia en 1941: ¡°Hoy juega el Girondins de Mateo¡±, se anunciaba en las previas de los partidos de aquel revolucionario estadio que ha pasado a mejor vida para dar paso al Mamut Atl¨¢ntique, otra obra arquitect¨®nica vanguardista situada en una isleta rodeada por el Garona. Un trapecio invertido, a modo de ba?era, en el que bater¨ªas de estilizadas columnas sujetan la cubierta.

En el fondo de la grada sur del nuevo coliseo de Burdeos se instalaron los ultras croatas, que hab¨ªan amenazado con interrumpir el partido lanzando bengalas al terreno de juego. Los petos verdes de los Stewards (la seguridad privada de la UEFA) doblaban en n¨²mero a los situados detr¨¢s de la porter¨ªa de De Gea. Espa?oles y croatas convivieron pac¨ªficamente en el casco viejo. El armisticio que se apreci¨® en las callejuelas y en las plazas se rompi¨® pronto en el partido. No lo hubo, aunque a Espa?a le val¨ªa el empate para ser primera y tomar la v¨ªa c¨®moda del cuadro, y a Croacia para clasificarse segunda.

Fue Silva el que rompi¨® las hostilidades en la hierba a los siete minutos con un pase tan preciso y pl¨¢stico como da?ino fue el desmarque de Cesc para recibirlo. Silva trotaba con la pelota hacia atr¨¢s, en el callej¨®n del ocho, tras una retah¨ªla de toques que llev¨® el bal¨®n hasta las inmediaciones del ¨¢rea croata. Como no pudo progresar, comenz¨® esa conducci¨®n poco amenazante hasta que la transform¨® en un pase inesperado que Cesc recogi¨® para asistir a Morata. El delantero del Madrid lograba su tercer tanto en el campeonato.

Con Iniesta menos trascendente que en los dos partidos anteriores, Silva fue el ¨²nico de los jugadores de Del Bosque que no baj¨® de revoluciones. Anoche jug¨® la Espa?a de Silva, que fue cuando ofreci¨® su mejor versi¨®n. El tanto gener¨® un efecto dormidera en la selecci¨®n, mientras el bochorno generado por la humedad del Garona parec¨ªa inflamar m¨¢s a los aficionados croatas. Croacia creci¨® al ritmo de su hinchada y de las carreras de Ivan Pericic. Apodado el gallina por un negocio familiar que tuvo que salvar siendo un cr¨ªo firmando por el Sochaux, el jugador del Inter quebr¨® todo ese sistema defensivo que hab¨ªa llevado a Espa?a a no encajar goles en 10 partidos oficiales. Primero rompi¨® la cintura de Juanfran antes de asistir a Kalinic, que sac¨® la espuela para superar tras adelantarse a Sergio Ramos.

Ninguna de las dos selecciones se entreg¨® al empate y Ramos tuvo el 2-1. Tir¨® de galones y se apropi¨® de un penalti existente a Silva. Subasic adivin¨® el lanzamiento de Ramos, que no era el m¨¢s dotado t¨¦cnicamente para ese tipo de lanzamientos. ?l, como el resto de sus compa?eros de defensa, tuvieron que correr hacia atr¨¢s para contemplar c¨®mo Perisic, en el '87, tras superar a De Gea con un lanzamiento raso por el primer palo, mandaba a Espa?a al lado del cuadro m¨¢s infernal.