Una nueva justicia

El caso ruso, en su pureza, es una exhibici¨®n de valores un poco extravagantes que no s¨¦ si contradicen el llamado esp¨ªritu ol¨ªmpico, pero s¨ª fundan una nueva justicia, delicada cuando menos. Porque despoja al deportista del derecho a reinserci¨®n, revoca el principio de inocencia para instalar el de culpabilidad (todo deportista, si es ruso, es culpable hasta que demuestre lo contrario, como si en lugar de deportistas fuesen presidentes) y en cierta manera decide matar a todo el pueblo y dejar que Dios decida qui¨¦nes son los suyos.

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Rusia estar¨¢ en R¨ªo 2016

El COI reacciona contra Rusia castigando a todo su atletismo y delegando en las federaciones internacionales la capacidad de veto. Es una buena noticia para Rusia porque se sospechaba la prohibici¨®n general, el castigo colectivo que dejaba sin efecto la responsabilidad individual, incluso para ser limpia. ¡°Los deportistas rusos de las 28 especialidades ol¨ªmpicas tienen que asumir las consecuencias de lo que puede considerarse una responsabilidad colectiva, por lo que no puede aplic¨¢rseles el principio de presunci¨®n de inocencia. Pero tambi¨¦n tienen derecho a la justicia individual, lo que significa que todos los deportistas tendr¨¢n la posibilidad de demostrar su inocencia para descargarse de la responsabilidad colectiva¡±, dice el COI.

Arribas lo resumi¨® en este peri¨®dico con una frase transparente: ¡°La ausencia de un positivo, en este sentido, no se considera prueba de limpieza suficiente si se es ruso¡±. Hay m¨¢s: Yelena Isinbayeva considera que se ha enterrado al atletismo. Es una frase, ¨¦sta, matizable. El sistema construido por Rusia para hacer desaparecer los positivos de sus mejores atletas no es ya sofisticado, como dijo el presidente de la USADA del ciclista Lance Armstrong; es directamente ¡°alucinante¡±. Ni en una pel¨ªcula se consigue llegar a semejante idea de puro consumo propio. Como explicaba este diario, en las grandes competiciones celebradas entre 2011 y 2015 los esp¨ªas rusos (la FSB, antes KGB), levantaban un edificio adjunto al laboratorio antidopaje. ¡°Esta construcci¨®n estaba comunicada mediante un agujero, no mayor que una madriguera de rat¨®n, con el cuarto en el que Rodchenkov realizaba el reparto de las partes al¨ªcuotas de la orina para los controles en horario de d¨ªa. Las madrugadas las dedicaba a pasar a trav¨¦s de la ratonera los frascos de muestras de deportistas que el ministerio le hab¨ªa comunicado que se hab¨ªan dopado al cuarto de la FSB¡±.

Pero ni esa depurada industria del mal y la trampa debe condenar a quienes no participaron de ella, o sea no se drogaron, y a los que de repente se les priva de lo m¨¢s grande, los Juegos, v¨ªctimas de paso de una norma que no exist¨ªa y que se aplica de forma retroactiva. Al menos muchos hemos descubierto la figura del ¡°atleta neutral¡±, que compite sin bandera ni himno, y que no se representa m¨¢s que a s¨ª mismo. Ap¨²ntenme.