Balonmano en el exilio, esp¨ªritu an¨¢rquico
Desde Londres 2012, la mayor¨ªa de internacionales de la selecci¨®n juega en ligas extranjeras
En los juegos de equipo, muchos discursos t¨¦cnicos enarbolan el equilibrio. El orden, la estabilidad, la seguridad y el control de todas las variantes contra lo imprevisible. Luego hay excepciones, como la selecci¨®n femenina de balonmano, cuyo medio natural es el caos, el descontrol controlado de una anarqu¨ªa buscada. "Nuestro estilo se basa en una defensa muy fuerte que nos da confianza. Luego el ataque es muy inc¨®modo para las selecciones porque es un juego muy an¨¢rquico, de mucho riesgo por la variabilidad de las acciones", describe la extremo Eli Pinedo, (Amurrio, ?lava, 34 a?os), figura clave de la mejor generaci¨®n del balonmano femenino espa?ol. ¡°Aqu¨ª somos m¨¢s inteligentes, hacemos de nuestras carencias, el f¨ªsico y el lanzamiento exterior, algo positivo, cubri¨¦ndolas con penetraciones fintas y rapidez¡±, abunda Nerea Pena (Pamplona, 26 a?os), que juega desde 2012 en el Rail Cargo de la liga h¨²ngara.
Eli Pinedo es una de las escasas cuatro internacionales que juegan en la liga espa?ola, en el Bera Bera de San Sebasti¨¢n. Las 14 restantes que luchar¨¢n en R¨ªo a partir del 5 de agosto por lograr una nueva medalla tras el bronce de 2012 conforman un grupo de exiliadas que militan en Francia o en los pa¨ªses del este buscando oportunidades que en Espa?a ya no hay. "Cada una tiene que adaptarse del tipo de juego que hace en el extranjero, pero eso provoca que cuando vienen a la selecci¨®n est¨¦n muy motivadas, con m¨¢s frescura¡± resuelve Pinedo.
El ¨¦xodo se produjo sobre todo en 2012, cuando la falta de patrocinadores y los problemas econ¨®micos hundieron a los clubes y dejaron la Liga raqu¨ªtica. El Itxako de Navarra, subcampe¨®n de Europa y ganador de cuatro Ligas, es el mejor ejemplo de ese hundimiento: su desplome en 2012, un a?o antes de su desaparici¨®n, provoc¨® la emigraci¨®n de algunas estrellas que ese mismo verano se plantar¨ªan ante su primera cita ol¨ªmpica, en Londres. Antes de los Juegos, 11 jugadoras compet¨ªan en Espa?a, la siguiente temporada lo har¨ªan solo cuatro. Pinedo, que entonces ya compet¨ªa con el Bera Bera tras haber probado suerte una temporada en Dinamarca, anhela una liga espa?ola puntera como lo fue en alg¨²n momento. ¡°A nivel econ¨®mico la oferta siempre es m¨¢s atractiva en el extranjero que aqu¨ª¡±, explica. Ingresos que pueden suponer hasta el doble de lo que se puede lograr en Espa?a. Pero fuera se buscan m¨¢s cosas: ¡°Contratos profesionales 100%, ayudas m¨¦dicas, fisioterapia. Se negocia teniendo en cuenta si quieres ser madre. Aqu¨ª, si te quedas embarazada para un club es un a?o perdido¡±, resume Pinedo.
Nerea Pena se perdi¨® los Juegos de Londres por lesi¨®n. No le gusta hablar de eso y solo quiere esperar al primer d¨ªa de competici¨®n para certificar que por fin, ahora s¨ª, ser¨¢ ol¨ªmpica. Ella fue una de las jugadoras que dejaron el Itxako en 2012 por los impagos del club para poner rumbo al Rail Cargo de Hungr¨ªa, donde todav¨ªa juega. ¡°A corto plazo no me planteo volver¡±, asegura. Aunque Pinedo vislumbra un peque?o repunte de la situaci¨®n, con la vuelta a Espa?a de jugadoras como Patricia Elorza o Marta L¨®pez, que este a?o jugar¨¢n en el Bera Bera, Pena cree que ciertos regresos se pueden deber a otros motivos. ¡°Creo que la vuelta de ciertas jugadoras a Espa?a es porque la crisis se est¨¢ extendiendo a otros pa¨ªses. El mercado fuera no es tan f¨¢cil e irse de aqu¨ª tampoco lo es¡±, analiza. ¡°Cuando nos quisimos ir todo el mundo nos abri¨® las puertas y ahora esas puertas ya no est¨¢n tan abiertas, porque todo el mundo se quiere ir fuera¡±, cierra.
En Hungr¨ªa, Pena se est¨¢ curtiendo en otro balonmano, m¨¢s de pierna que de cabeza. Entrenamientos f¨ªsicos en los que nadie se puede parar, donde una repetici¨®n menos de alguna jugadora supone una ronda m¨¢s para todas. No importa si tienes molestias. Es el sistema general de los equipos del este. ¡°En general se trabaja un poco en el sistema sovi¨¦tico antiguo, superduros, aunque en mi equipo no sea tan as¨ª¡±, matiza.
En estos cuatro a?os la selecci¨®n ha ganado con esa mezcla de estilos. El f¨ªsico de los equipos del este y la inteligencia del estilo espa?ol. Las exiliadas en busca de alicientes y las que todav¨ªa se sienten mejor cerca de casa. ¡°No todo es dinero. Tengo la suerte de estar en un club que juega la Champions [la pr¨®xima temporada el Bera Bera jugar¨¢ la previa], un contrato que cotiza a la seguridad social y estoy en casa, cerca de mi familia y de mi gente¡±, argumenta Pinedo.
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