El estadio ol¨ªmpico de Londres se hace futbolero
El West Ham United estrena este jueves la remodelaci¨®n del coliseo, adaptado para ser su sede y ofrecer una oportunidad de crecimiento al equipo
Como si fueran contempor¨¢neos mausoleos de batallas deportivas en el recuerdo, los estadios ol¨ªmpicos plantean en las ¨²ltimas d¨¦cadas el reto de ofrecer una funcionalidad tras sus 16 d¨ªas de gloria. M¨¢s all¨¢ del pebetero hay noticias de coliseos infrautilizados como Montreal, Pek¨ªn, o incluso Barcelona. Elefantes blancos les llaman, algo "costoso y dif¨ªcil de mantener", seg¨²n define el diccionario de la RAE. El ¨²ltimo que planteaba resolver ese desaf¨ªo es el que hace cuatro a?os alberg¨® los Juegos en Londres. Y justo hoy, con R¨ªo de Janeiro en la rampa de salida, estrena su nuevo destino: ser¨¢ la casa, al menos durante los pr¨®ximos 99 a?os, del West Ham United.
Los hammers reciben este jueves en su nueva ubicaci¨®n al Domzale esloveno en partido de la fase previa de la Europa League (deben remontar un 2-1), un hist¨®rico estreno que anuncia un nuevo amanecer para el a?ejo club londinense, un cl¨¢sico siempre varios pelda?os por detr¨¢s de los grandes equipos del pa¨ªs porque jam¨¢s pudo pasar de la tercer plaza en la competici¨®n liguera, un hito epis¨®dico que adem¨¢s sucedi¨® hace 30 a?os. La mudanza a Stratford, a poco m¨¢s de dos kil¨®metros de su secular sede de Boleyn Ground a la que hab¨ªa llegado en 1904, le aleja de la m¨ªstica y le acerca a la baqueteada modernidad balomp¨¦dica, pero le puede ayudar a llegar a la cima. ¡°Les ha tocado la loter¨ªa. Han hecho un gran negocio¡±, describe Arsene Wenger, el t¨¦cnico del Arsenal, que pese a sus millonarios ingresos todav¨ªa se aprieta el cintur¨®n tras la demolici¨®n de Highbury y la apertura hace diez a?os de su nueva casa patrocinada por la aerol¨ªnea dubait¨ª Emirates.
En Inglaterra no sucede como en Espa?a, donde todav¨ªa proliferan los estadios municipales que albergan a los equipos por un alquiler simb¨®lico, en muchos caso apenas un euro anual. El Arsenal, por ejemplo, afront¨® un gasto de 580 millones de euros para levantar su coliseo. Se adelant¨® a la oportunidad que ofreci¨® la llama ol¨ªmpica y un estadio al que hab¨ªa que buscarle un inquilino. La primera idea que manej¨® el ayuntamiento de Londres fue desmantelar gran parte de la obra y llevarla a un aforo de 25.000 espectadores. Parec¨ªa un magro futuro para un estadio que hab¨ªa disparado sus costes, que al final se han ido a los 700 millones de euros (el West Ham aport¨® al final 15) salidos de fondos p¨²blicos y del dinero recaudado en loter¨ªa.
Se busc¨® un inquilino futbolero y opositaron West Ham, Tottenham y el modesto Leyton Orient, cuya sede est¨¢ vecina a Stratford. No sin pol¨¦mica, la corporaci¨®n encargada del desarrollo de las instalaciones ol¨ªmpicas, que rinde cuentas a la alcald¨ªa londinense, se decant¨® por los hammers. Los Spurs recurrieron, pero se han abocado a la construcci¨®n de una nueva sede en la que dejar¨¢n no menos de 550 millones de euros. Por su parte el presidente del Leyton Orient asegur¨® que hasta su perro hubiera logrado un mejor acuerdo por el arrendamiento. Las condiciones, en efecto, semejan muy favorables para el West Ham, que pagar¨¢ 2,5 millones de libras (unos 3,1 millones de euros) por disputar 25 partidos por temporada y los que juegue a mayores se valoran en 100.000 libras m¨¢s. M¨¢s o menos cada cita le costar¨¢ al club por unos 125.000 euros, calderilla si se considera que dispone de 60.000 asientos y a un precio medio de 30 euros ingresar¨ªa 1,8 millones por encuentro.
El acuerdo exime adem¨¢s al West Ham de abonar cuestiones relativas al mantenimiento y seguridad de la instalaci¨®n que se valoran en no menos de 2 millones de euros por campa?a. De aqu¨ª al a?o 2115, y ponderando la subida del IPC, se calcula que el club del este de Londres dispondr¨¢ de un hogar por algo menos de 300 millones de euros con la opci¨®n adem¨¢s de negociar un nombre comercial gracias al que podr¨ªa repartir beneficios con la corporaci¨®n propietaria del estadio, abonar el coste del alquiler e incluso guardarse una parte. El West Ham estima que puede recaudar por ese concepto unos 12 milones de euros al a?o y la mitad se ir¨ªa para sus caseros. ¡°?Es justo? No es justo, pero es legal¡±, resuelve el pragm¨¢tico Wenger. ¡°El estadio no ten¨ªa futuro. Se ha tomado la mejor decisi¨®n sobre ¨¦l¡±, defiende David Gold, uno de los due?os del West Ham, un club que factura 150 millones de euros cada a?o y que ya ha doblado su n¨²mero de abonados porque llega desde un escenario en el que apenas albergaba a 35.000 seguidores.
Con 52.000 abonados, a d¨ªa de hoy s¨®lo el Manchester United supera en Inglaterra, y por poco, la masa social del West Ham. Hay un precedente de club que emergi¨® a partir de una situaci¨®n similar. El estadio donde juega el Manchester City fue el que alberg¨® los Juegos de la Commonwealth en 2003. La tarifa que paga por su alquiler es similar a la que abonar¨¢ ahora el West Ham. La aerol¨ªnea Etihad le paga al City 17 millones por temporada por ponerle nombre a su casa. En ese caso la concesi¨®n es por 250 a?os. El contrato de los hammers con los inquilinos del estadio ol¨ªmpico contempla una serie de pagos escalados dependiendo de si llega y cuando lo haga un nuevo due?o al club.
En Manchester el estadio de atletismo se reconvirti¨® en un estadio de f¨²tbol. En Londres se ha barnizado para que si es preciso mantenga su uso primitivo. En la versi¨®n futbol¨ªstica que hoy se estrena, los fondos se han acercado hacia el c¨¦sped y todo el entorno se ha customizado con la simbolog¨ªa y colores del West Ham. A¨²n as¨ª no deja de destilar una asepsia que est¨¢ en las ant¨ªpodas del sabor del f¨²tbol ingl¨¦s. ¡°No nos sentimos todav¨ªa en casa¡±, reconoci¨® el t¨¦cnico Slaven Bilic tras entrenar este mi¨¦rcoles en su nuevo hogar. ¡°Pero estamos en casa, cuando estemos ante nuestra gente nos sentiremos en ella y si conseguimos jugar bien cuanto antes sentiremos este nuevo estadio como un gran escenario¡±, a?adi¨®.
Este jueves se citar¨¢n en Stratford 54.000 espectadores porque las especificaciones de seguridad no est¨¢n resueltas para llegar al aforo total previsto. Para muchos de ellos ser¨¢ complicado no estar casi tocando la hierba. Les han dicho que es el precio a pagar para crecer como club, una soluci¨®n tambi¨¦n para mantener viva la llama de aquel verano londinense de 2012.
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