¡°El cr¨¦dito te lo ganas en el campo¡±
Los dos centrocampistas han regresado a su equipo del alma para intentar devolverle a Primera
![Jordi Quixano](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F15947109-0adc-4953-b242-58c820cdd3e6.png?auth=46faa5da37d765018853ea3bacc01b9da4cf07983b79d689fdda160adfdb5e2e&width=100&height=100&smart=true)
![Zapater y Cani, en la presentación de las camisetas de la temporada.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QF2Z446FSSWETDHAV45CDTQ5TQ.jpg?auth=e3f2d2e6b1d7cf01463c5526bc75dde53b65831d9b71b64c445fad3083bf8e1a&width=414)
La can¨ªcula golpea con fuerza sobre la ciudad deportiva del Real Zaragoza desde buena ma?ana. Tras un calentamiento ligero, empieza una serie de ejercicios f¨ªsicos y Alberto Zapater (Ejea de los Caballeros; 31 a?os) se coloca el primero de su fila para marcar el ritmo. Rub¨¦n Gracia Calmache, Cani, (Zaragoza; 35 a?os) dirige la otra fila y ordena a un compa?ero que empiece. Son los capitanes del equipo, futbolistas grapados al escudo que vuelven a defender tras varios a?os fuera de casa, vendidos en su d¨ªa para cuadrar unos n¨²meros que acabaron por descoser al club, ahora metido en la pelea de la Segunda Divisi¨®n.
Jugar bien con el ¡®modelo Milla¡¯
Desde el ¨¢rea deportiva del Zaragoza no dudaron en traer al t¨¦cnico Luis Milla despu¨¦s de que se les escapara la opci¨®n del ascenso a ¨²ltima hora el a?o anterior ante el Llagostera. ¡°Debemos jugar bien¡±, dice Zapater. ¡°?Pero qu¨¦ es jugar bien?¡±, se cuestiona Cani; ¡°con Milla no es solo: ¡®Venga chicos, vamos a jugar¡¯. Con ¨¦l sabemos que al robar el bal¨®n se dan tres pases, pero son r¨¢pidos y con intenci¨®n¡±. Zapater se suma: ¡°Es que eso de dar cientos de pases para llegar a la porter¨ªa rival solo lo puede hacer el Bar?a¡±.
"No podemos renunciar a nuestra idea", se?ala Cani; "y la ambici¨®n pasa por estar ah¨ª arriba al final". Otra cosa es que por el momento no toca pensar en ello. "Lo primero es hacer equipo", dice el mediapunta. "A Cani s¨¦ c¨®mo d¨¢rsela y s¨¦ qu¨¦ har¨¢ con el bal¨®n, aunque en ocasiones saca la varita y te desmonta. Pero al resto debo conocerlos; no s¨¦ si la quieren al pie, c¨®mo se van a mover¡", apunta Zapater. Aunque en eso, dicen, les ayudar¨¢ el modelo Milla.
Zapater. Estoy feliz por estar aqu¨ª haciendo la pretemporada. ?Te acuerdas de nuestro primer a?o juntos, en 2005? Yo s¨ª, m¨¢s que nada porque me present¨¦ en el stage con una maleta enorme para que no me faltara de nada. ?Y todos vinisteis con una mochila peque?ita! Qu¨¦ verg¨¹enza.
Cani. Eras un chaval de 19 a?os y esas cosas pasan. Recuerdo que viniste porque Savio fue baja de ¨²ltima hora.
Z. ?Por eso fue? ?T¨² crees? ?Qu¨¦ va!
C. Que s¨ª, que s¨ª. Le pas¨® algo al padre de Savio y te llamaron. Y seguro que te vieron correr, as¨ª con los pies hacia dentro, y les gust¨® tu estilo¡ Aunque quiz¨¢ fue eso de que celebraras los goles en los entrenamientos.
Z. ?Me acuerdo! Fue en el primer partidillo y todos se me quedaron mirando y pregunt¨¢ndose: ¡®?Pero este qu¨¦ hace?¡¯. No s¨¦ c¨®mo se me ocurri¨® hacerlo. Bueno, me lo tomaba en serio y ya est¨¢.
C. Y porque en esos primeros d¨ªas uno va con dudas. Aunque siempre las tienes. Cuando empiezas, te preguntas si podr¨¢s rendir a ese nivel; durante la carrera, tienes la duda de si podr¨¢s seguir; y ahora te cuestionas si lo podr¨¢s volver a hacer. Hay que tener ese miedo, es bueno. Aunque al principio te marca m¨¢s porque no has jugado con profesionales y no sabes si ser¨¢s capaz.
Z. Bueno, yo recuerdo el primer entrenamiento y al final se me subieron los gemelos por los nervios y la intensidad. No aguant¨¦ ni el primer d¨ªa. Pero como quer¨ªa entrenarme al d¨ªa siguiente, me fui al fisio. Entonces, entraron cinco veteranos y me dijeron: ¡®Vaya chaval¡¯. No me volv¨ª a subir a una camilla en cinco a?os. Pero si lo pienso, no creo que yo ahora se lo hiciera a un joven.
C. Los tiempos han cambiado. Ahora, viene un chaval¨ªn y el primer d¨ªa te suelta una colleja. Es bueno porque a los que suben hay que tratarlos bien. Pero uno mismo tiene que tener humildad y algunos de los que alcanzan el primer equipo deber¨ªan revisar ese aspecto.
Z. Por un lado, quieres tratarles como te hubiera gustado que te tratasen. Pero por el otro, hay que marcar territorio si hay alguno va desviado. Eso se ve enseguida. Y como somos los veteranos, tenemos esa responsabilidad.
C. S¨ª, porque conocemos la casa y porque somos los capitanes. T¨² el primero y yo el segundo.
Tras su presentaci¨®n con el Zaragoza, Zapater le escribi¨® a Cani: ¡°Hazme feliz¡±
Z. Eso da igual.
C. Pero es as¨ª, hombre.
Z. Vale, pero tambi¨¦n debemos ser importantes jugando, ?eh? No puedes dar ejemplo si no predicas con ¨¦l. Si yo llego tarde a entrenar, ?c¨®mo le voy a coger del cuello a otro que llegue tarde? Tenemos que estar al pie del ca?¨®n. Y sobre todo jugar bien.
C. Eso es lo importante; el cr¨¦dito nos lo ganamos en el campo.
Z. Normal. Yo no tengo cinco Balones de Oro como para decir que ya llegara el domingo.
C. Est¨¢ claro. No es como en ese 2005, cuando ten¨ªamos jugadores de nivel mundial. Ahora tenemos futbolistas m¨¢s normales.
Z. Pero en 2007, con un equipazo [el m¨¢s caro de la historia del Zaragoza], bajamos. Nos metimos en el pozo, hubo tres entrenadores y cuando nos dimos cuenta ya no pudimos salir. Esa plantilla no estaba hecha para sufrir.
C. Yo ya estaba fuera y lo viv¨ª con sorpresa porque ten¨ªais que estar arriba. A m¨ª me pas¨® lo mismo en el Villarreal, que empezamos jugando la Champions y bajamos. Es lo que m¨¢s me ha dolido en el f¨²tbol. Pero es verdad que se sufre m¨¢s aqu¨ª porque si pierdes un partido el domingo, el jueves sigues d¨¢ndole vueltas. En otros lados no es as¨ª porque se puede desconectar. No te llega tanto.
Z. Eso se siente. Aqu¨ª tenemos la responsabilidad y el compromiso con nuestro club. Y creo que es necesario que haya jugadores as¨ª en cada vestuario porque deben ver que matas por la camiseta.
¡°En casa, las derrotas duelen m¨¢s y los triunfos saben mejor¡±, dicen
C. Por eso cuando ganas, tambi¨¦n sabe mejor. En casa tienes a tu familia, tus amigos¡ y siempre te hablan de f¨²tbol.
Z. ?Si hasta en los amistosos me env¨ªan mensajes para preguntarme qu¨¦ tal ha ido! Hacemos un examen a cada encuentro. Aunque estos ex¨¢menes nos apetecen de verdad, ?no?
C. S¨ª, s¨ª. Pero, de momento, lo sufren m¨¢s nuestras familias porque no queremos ver qu¨¦ pasar¨¢ si las cosas van mal. Si creas expectaci¨®n y no cumples, sabemos que la leche ser¨¢ doble. Pero estamos felices y no queremos verlo.
Z. Ahora todo es muy bonito y pensamos que va a ir bien, por m¨¢s que la Segunda es larga y complicada. Aunque si lo haces todo de coraz¨®n¡
C. Vamos a dar el 200 por ciento. Y si va mal, nos quedaremos con la conciencia tranquila por intentarlo todo.
Z. Tenemos que devolver el cari?o de la gente.
C. Es que han venido 5.000 aficionados en nuestras presentaciones. Recuerdo que tras la tuya, que fue primero, me enviaste un mensaje. Yo estaba en Ibiza, me levant¨¦ de la cama y vi un whats tuyo. ¡®Hazme feliz¡¯, pon¨ªas¡
Z. A lo que respondiste: ¡®T¨² d¨¢melas todas a m¨ª¡¯.
C. ¡®Esto est¨¢ hecho¡¯, me dijiste despu¨¦s, que lo le¨ª con tu acento ma?o y no pod¨ªa parar de re¨ªr. ?Si es que casi me fichas de lo pesado que eras con el m¨®vil!
¡°Los dos queremos retirarnos en el Real Zaragoza¡±, exponen los mediocampistas
Z. No fueron tantos mensajes. Bueno, ten¨ªa controlado a tu hermano, mi mujer a la tuya¡ Pero fuiste t¨² el que me dijiste que quer¨ªas venir. Y como sab¨ªa que el club te quer¨ªa, pues insist¨ª por l¨®gica. Y aqu¨ª estamos los dos.
C. Esto nos da la vida. Si estuviera uno solo estar¨ªa bien, pero as¨ª es mucho mejor. Y como mi intenci¨®n es retirarme aqu¨ª, pues mejor contigo cerca.
Z. Yo tambi¨¦n quiero retirarme aqu¨ª, ?eh?
C. T¨² por ganas; yo por edad. Es que no pienso en irme a otro lado. Llevo muchos a?os jugando y en estos ¨²ltimos me costaba m¨¢s. Por eso firmaba a?o a a?o donde fuera. Te duelen las piernas, la cabeza tambi¨¦n te da vueltas al ir a entrenarse cada d¨ªa. Pero estar en el Zaragoza me ha devuelto la ilusi¨®n y por eso firm¨¦ por dos temporadas. Aunque tambi¨¦n me convenci¨® saber qu¨¦ quer¨ªa el entrenador y c¨®mo ¨ªbamos a jugar.
Z. A m¨ª me daba igual. Quer¨ªa jugar aqu¨ª y punto.
C. La diferencia est¨¢ en que t¨² te puedes amoldar a todos los entrenadores y yo necesito uno espec¨ªfico. Yo no quiero uno que pida correr arriba y abajo sin parar, con patadones. Pero t¨² eres muy fuerte y puedes jugar con cualquiera.
Z. Nada, nada. Tira. T¨² piensas eso, pero eres much¨ªsimo m¨¢s jugador del que yo conoc¨ª con 19 a?os. Hablas de ese futbolista que llevas dentro, pero defiendes, corres, piensas en restar l¨ªneas de pase¡
C. Bueno, t¨² qu¨¦date detr¨¢s m¨ªo y corre un poquito por m¨ª.
Z. Pues t¨² ponte por delante para que te la pueda dar.
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