Un atletismo sin llama en un campo de f¨²tbol
Unos Juegos m¨¢s, Usain Bolt acude al rescate de un deporte abatido y meditabundo por las continuas crisis que atraviesa
Usain Bolt ser¨¢ consagrado probablemente como el mejor atleta ol¨ªmpico de la historia en un estadio sin llama. La competici¨®n del atletismo, el deporte que constituye, con la nataci¨®n y la gimnasia, el n¨²cleo duro de los Juegos, se celebrar¨¢ en un campo de f¨²tbol con pista denominado Joao Havelange, en honor al expresidente de la FIFA, o Nilton Santos, gran futbolista brasile?o, cuando juega el Botafogo, el equipo que lo alquila, o Engenhao, por el barrio en el que est¨¢ situado, lejos del ruido ol¨ªmpico. El pebetero con la llama arde en Maracan¨¢, a unos kil¨®metros. El Parque Ol¨ªmpico, el ruido de los Juegos, y la Villa Ol¨ªmpica, adyacente, est¨¢s a unos cuantos kil¨®metros m¨¢s.
Bruno Hortelano, un velocista espa?ol, en el duelo ol¨ªmpico
Espa?a acude a R¨ªo con las esperanzas de las ¨²ltimas veces y con algunas novedades. Estar¨¢n los marchadores, y no solo L¨®pez. El joven ?lvaro Mart¨ªn, que a los 22 a?os disputa ya sus segundos Juegos, y el viejo Chuso Garc¨ªa Bragado, rompiendo r¨¦cords: 46 a?os y siete Juegos por 50 kil¨®metros cada uno. A Mart¨ªn se le ver¨¢ hoy en los 20km y a Bragado el pr¨®ximo viernes.
Estar¨¢ Ruth Beitia, la saltadora de altura c¨¢ntabra que tiene medallas en todo tipo de competiciones ¡ªEuropeos, Mundiales, aire libre, pista cubierta¡ª, salvo en los Juegos, en los que, a los 37 plet¨®ricos a?os, participar¨¢ por cuarta vez. Despu¨¦s de Londres, Beitia anunci¨® su retirada hace cuatro a?os. No tard¨® en regresar. Le falta el podio ol¨ªmpico para poder retirarse tranquila. A las 15.00 del jueves 18, la calificaci¨®n; la final, a la 1.30 de la madrugada del domingo 21. Chaunt¨¦ Lowe y Vashti Cunningham, norteamericanas, y la polaca Kamila Licwinko, las rivales
Las novedades se llaman Orlando Ortega y Bruno Hortelano, dos hombres de mucha velocidad.
Orlando Ortega debutar¨¢ en los Juegos como espa?ol (ya fue finalista en Londres como cubano) y como favorito en los 110m vallas ante el jamaicano Omar McLeod y el debutante norteamericano Devon Allen, tambi¨¦n futbolista universitario. En las madrugadas del martes 16 y el mi¨¦rcoles 17, las series, semifinales y final.
Lo que nadie esperaba hace un a?o solo se producir¨¢ seguramente, la posibilidad de que un velocista espa?ol pueda participar en una final en la que Bolt y Gatlin seguir¨¢n pele¨¢ndose por la victoria. Se llama Bruno Hortelano. Es, como Bolt, un hombre del 200 antes que nada, y el martes 16 a la hora de la siesta comenzar¨¢ a pelear por una final que vale m¨¢s que una medalla.
La elecci¨®n, fruto de la raz¨®n pr¨¢ctica ¨Cpara qu¨¦ construir un nuevo estadio que acabe como los de Londres, Pek¨ªn, Atenas o Barcelona convertido en un lujo millonario en casi desuso¡ªno es lo mejor que le pod¨ªa pasar al atletismo mundial, que llega a R¨ªo abatido y triste por las varias crisis econ¨®mica, de dopaje, de identidad y de b¨²squeda de atractivo para los espectadores j¨®venes que le tienen meditabundo. S¨ªmbolo de los tiempos, los atletas, al menos la media docena de espa?oles interrogados, no le dan apenas valor a la p¨¦rdida simb¨®lica de la llama. ¡°Nos preocupa m¨¢s la incomodidad de los traslados desde la Villa al estadio, el tiempo que perderemos yendo y volviendo¡±, dice Kevin L¨®pez, mediofondista sevillano que resume el pensamiento de sus compa?eros; ¡°venimos a competir. Es lo ¨²nico que nos preocupa¡±. Sintom¨¢ticamente tambi¨¦n, solo el atleta espa?ol con m¨¢s ambiciones en R¨ªo, Miguel ?ngel L¨®pez, lamentaba la sumisi¨®n ol¨ªmpica del atletismo. ¡°?Y encima la pista es azul! Tendr¨ªa que ser obligatorio que fuera roja¡±, dice el marchador murciano, que acepta que quiz¨¢s ¨¦l sea demasiado rom¨¢ntico, como si el romanticismo tuviera algo que ver con la verdadera apreciaci¨®n del valor a?adido que el adjetivo ol¨ªmpico concede a una competici¨®n, la salsa que hace de la carne un plato ¨²nico. L¨®pez, adem¨¢s, tendr¨¢ que trabajarse su oro en una pista junto a la playa de Pontal, lejos de todo tambi¨¦n. ¡°Al menos, las medallas de la marcha se entregan en el estadio¡¡±
Ajeno a los s¨ªmbolos, comprometido con su deporte y preocupado por sus tribulaciones, Bolt se declara presto para el rescate. ¡°S¨¦ que el atletismo me necesita. Aqu¨ª estoy¡±, dice el jamaicano que el ¨²ltimo domingo de los Juegos cumplir¨¢ 30 a?os, dispuesto a compartir junto a Michael Phelps, como en 2008 y como en 2012, el p¨®ster final de R¨ªo, la imagen para el recuerdo.
Tres oros ol¨ªmpicos m¨¢s para Bolt (100m, 200m, 4x100m, el pack de la velocidad completo) para sumar nueve en tres Juegos, tendr¨ªan al menos tanto valor como los 21 de Phelps hasta ahora. Ning¨²n velocista hab¨ªa conseguido antes de ¨¦l siquiera conseguir el triple en dos Juegos; tras ¨¦l, ninguno, probablemente, conseguir¨¢ nunca lograrlo tres veces. Lo puede impedir en R¨ªo Justin Gatlin, el norteamericano cuya oposici¨®n casi indesmayable dio m¨¢s valor a¨²n al Bolt de Londres. Ser¨¢ el duelo de los Juegos. ¡°Cuando alguien piensa en atletismo piensa en Gatlin y en Bolt. Somos el Messi y el Cristiano del atletismo. En cualquier momento cualquiera de los dos puede llevarse el partido, o perderlo¡±, dice Gatlin, quien en ninguna gran final ha podido con Bolt, que se r¨ªe de su edad, 34 a?os, y de sus canas. ¡°No son canas, es sabidur¨ªa¡±, dice el norteamericano, ya campe¨®n ol¨ªmpico en Atenas antes de dar positivo y pasar varios a?os suspendido, los de la eclosi¨®n del jamaicano. ¡°Para ganarme en los 100m¡±, dice Bolt, ¡°Gatlin tendr¨ªa que bajar de 9,7 segundos, lo que nunca ha hecho. ¡°Del 200m no tiene sentido decir nada. Es mi carrera¡±.
La oposici¨®n de Gatlin
El Bolt-Gatlin salpimentar¨¢ el estadio del Botafogo los pr¨®ximos s¨¢bado, domingo, martes, mi¨¦rcoles, jueves y viernes. Entremedias intentar¨¢n escaparse de la sombra inmensa que proyectan los dem¨¢s atletas, que no se resignan al papel de figurantes en la gran superproducci¨®n. Habr¨¢ m¨¢s duelos, y tremendos: Dafne Schippers-Elaine Thompson (100m y 200m femeninos), una holandesa y una jamaicana; las vecinas Yulimar Rojas y Caterine Ibarg¨¹en, una venezolana entrenada por Iv¨¢n Pedrosa y la reina colombiana del triple; Chaunt¨¦ Lowe-Ruth Beitia en altura y Orlando Ortega-Devon Allen en los 110m vallas, por ejemplo.
Mo Farah querr¨¢, como Lasse Viren en M¨²nich y Montreal, repetir el doble de Londres en 5.000 y 10.000m, y compartir un trozo de la fama de Bolt; Christian Taylor batir el r¨¦cord de triple de Jonathan Edwards (18,29m en 1995) y Caster Semenya se acercar¨¢ al de los 800m de Jarmila Kratochvilova (1m 53,28s hace 33 a?os) y al protagonismo de la pol¨¦mica por su condici¨®n intersexual por culpa de su producci¨®n end¨®gena de testosterona: excesiva para ser mujer, insuficiente para ser hombre. Pero su g¨¦nero es femenino.
Aparte de Bolt, el recordman de los 100m y los 200m, hay varios plusmarquistas mundiales m¨¢s, los mejores de siempre en sus pruebas, que reclaman atenci¨®n: David Rudisha, el keniano que rompi¨® los 800m en Londres, y llega en peor forma pero con m¨¢s ganas a¨²n; el pertiguista franc¨¦s Renaud Lavillenie, el marchador tambi¨¦n franc¨¦s Yohan Diniz (50km), el decatleta norteamericano Ashton Eaton, las hermanas fondistas et¨ªopes Genzebe (1.500m) y Tirunesh (5.000m) Dibaba, la martillista polaca Anita Wlodarczyk, la jabalinista checa Barbora Spotakova y la marchadora china Liu Hong.
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