Vendaval del City tras la tormenta

El martes, sobre Manchester, llovi¨® el agua que de media suele caer por costumbre en un mes y medio, seg¨²n el servicio meteorol¨®gico ingl¨¦s y se suspendi¨® el partido que deb¨ªa abrir el fuego de la Champions para el City de Guardiola, con el Borussia M?nchengladbach como rival; ayer se jug¨®, porque sali¨® el sol, y en los primeros cuarenta y cinco minutos del partido el equipo de Guardiola fue un vendaval, pero de f¨²tbol: en media hora se llev¨® por delante al Borussia. Nunca antes le hab¨ªa ganado el t¨¦cnico catal¨¢n como entrenador del Bayern Munich a Andr¨¦ Schubert, t¨¦cnico de los potros de M?nchengladbach ¨Cdos empates y dos derrotas acumulaba- y se desquit¨® sentenciando en un santiam¨¦n el primer partido de la Champions vestido de azul. ¡°Es una final¡± dijo Pep antes del partido, porque tal era el respeto que ten¨ªa a los alemanes. A la hora de la verdad, tres goles del Kun Ag¨¹ero, lleva 11 en siete partidos el argentino, y uno de Iheanacho en el descuento, le dieron la ¡®copa¡¯.

El City gan¨® y Guardiola cumpli¨® con su costumbre, que se?ala que siempre gana sus estrenos en Europa. Lo hizo con el Bar?a ante el Sporting de Portugal (3-1) y repiti¨® con el Bayern ante el CSKA (3-0). As¨ª, sigue invicto el equipo de Pep, que cuenta por victorias todos sus partidos al frente de los azules, con un balance demoledor: suma 16 goles a favor y cuatro en contra en 7 partidos.

Cambio de un d¨ªa para otro la alineaci¨®n el t¨¦cnico del City, dando entrada a Gundogan por Silva. Debutaba el alem¨¢n por f¨ªn y dej¨® tantos detales de su calidad como s¨ªntomas de que sale de una lesi¨®n que se le ha hecho eterna. Pero est¨¢ de vuelta y lo agradeci¨® el equipo, que le encontr¨®. Mantuvo el tono el City, controlando el partido en campo ajeno, por mucho que el Borussia, un equipo valiente como presum¨ªa Pep ¨Cform¨® con l¨ªnea de tres en defensa, como suele- le discutiera el bal¨®n porque trat¨® de atacarle. Pero no pudo. El City, al pie de De Bruyne, mand¨® siempre.

Bravo, que se present¨® ante su gente, apenas si tuvo que intervenir una vez, una buena mano abajo, a la salida de un saque de esquina: el resto, el portero volvi¨® a ser el primero de los atacantes. A la hora de la verdad, lo que paso es que la partida cay¨® del lado azul tan pronto que el t¨¦cnico alem¨¢n movi¨® ficha antes del descanso, y sac¨® a otro defensa al campo. Ni as¨ª. El partido fue un vendaval azul tras la tormenta.