Neymar: patadas y regates
El brasile?o, que nunca renuncia a su estilo provocador, se estren¨® como goleador en el Bar?a ante el Atl¨¦tico y es el jugador de la Liga que m¨¢s faltas recibe por partido
Neymar es un cl¨¢sico en un partido enorme, tan grande como lo est¨¢n siendo de un tiempo a esta parte, por emoci¨®n y tensi¨®n, los duelos entre el Barcelona y el Atl¨¦tico, los equipos que copan los t¨ªtulos de Liga en los ¨²ltimos cuatro a?os. Entre pitos y flautas, entre Ligas y Copas de todos los colores, lleva el brasile?o 14 partidos contra los colchoneros, y afronta el que suma 15 despu¨¦s de haber marcado seis goles (incluido el primero que marc¨® con el Bar?a), tirado 46 regates, recibido 49 faltas, cometido 24 y sido amonestado tres veces. Se ha metido en trifulcas, le han dado muchos palos y, adem¨¢s, contra los madrile?os debut¨® en Espa?a con gol y se llev¨® una de sus mayores decepciones al caer de la Champions, as¨ª que tiene los duelos contra Juanfran marcados en el calendario antes de empezar el curso.
Encara Neymar al Atl¨¦tico metido en el ojo del hurac¨¢n, en una tormenta que enfila a su estilo, espectacular y provocador casi a partes iguales, para algunos excesivo, para otros imposible de erradicar de su ADN. Creci¨® Neymar con eso que los cariocas llaman moleque, esa travesura innata que para unos roza la falta de respeto y para otros, como Michael Laudrup, es evitable, pues suena a provocaci¨®n. ¡°Nunca me he re¨ªdo de un rival¡±, dijo en su d¨ªa el dan¨¦s, que pasaba la pelota al compa?ero mirando al tendido, para despistar, igual con 0-0 que con 5-1. Le acus¨® de hacer cosas innecesarias. Llueve sobre mojado con Neymar. Incluso en casa. Si el d¨ªa de la final de Copa en el Camp Nou encendi¨® a los jugadores del Athletic y hasta Luis Enrique dijo entenderles cuando le tir¨® una lambretta a Bustinza ¡ªel mismo que le marcaba en Butarque el pasado s¨¢bado a la hora del verm¨²¡ª; si en Legan¨¦s juguete¨® hasta exasperar a un compa?ero de profesi¨®n, hubo partidos en que otros le llamaron la atenci¨®n y no fueron pocas las veces que en el camerino sus propios compa?eros le dieron el toque.
¡°Se r¨ªe cuando le decimos que tenga cuidado, que no sea tan vacil¨®n. Pero no lo hace con mala intenci¨®n, es su respuesta a las patadas que le dan¡±, reconoc¨ªa ayer un compa?ero. ¡°Un d¨ªa le har¨¢n da?o, pero no lo podemos evitar, ¨¦l es as¨ª¡±, se escucha en la ciudad deportiva.
Luis Enrique le defendi¨® ayer, pero ¨¦l sabe, y se lo dijo, que hay actitudes con las que debe tener cuidado. Tras recordar que lo de Neymar atiende a una cuesti¨®n de ¡°estilo, cultural¡±, dej¨® caer aquello de ya sabemos en qu¨¦ mundo estamos; e invit¨® a Neymar ¡°a que siga haciendo disfrutar y siga disfrutando¡±.
¡°Canta, baila y la destroza¡±
?Ante la insistencia, al ser preguntado sobre d¨®nde estaban los l¨ªmites del estilo del paulista, ahond¨® en el discurso: ¡°Ney juega as¨ª, te guste o no. El reglamento lo permite, no dice nada de que no puedas hacer regates espectaculares ganando 4-0, y tambi¨¦n cuando vas 0-4. Va a seguir haci¨¦ndolo. Quiz¨¢s habr¨ªa que criticar las cosas que no permite el reglamento¡±, ret¨® el entrenador del Barcelona, sencillamente porque, seg¨²n dijo, ¡°Neymar juega as¨ª, de esta manera¡±.
A la defensa del delantero se sum¨® Kempes en Radio Marca: ¡°Juega igual que en la playa de Copacabana. No creo que quisiera provocar a nadie. Recibi¨® hasta en el carnet de identidad y no se quej¨®¡±. Tambi¨¦n lo hizo Simeone: ¡°Cada uno tiene su estilo. Lo han criticado, incluso en su vida privada. Se divierte, canta, baila¡ y la destroza. Pueden seguir critic¨¢ndole, que el chico responde¡±, le elogi¨® el t¨¦cnico. Tambi¨¦n le defendi¨® el del Madrid, Zinedine Zidane: ¡°Cada uno interpreta el f¨²tbol como cree, ¨¦l hace cosas que muchos no pueden hacer¡±.
A Neymar le se?ala la estad¨ªstica de la Liga como el jugador que m¨¢s faltas de media recibe, 10 en dos partidos. En los 95 partidos disputados con el Barcelona (7.549 minutos) ha visto 19 amarillas, ha cometido 110 faltas, ha recibido 315 y ha marcado 56 goles. Las patadas que le han dado no suman en las estad¨ªsticas. Su juego queda en la retina.
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