El Gran Canaria inaugura su vitrina tras arrollar al Barcelona en la final de la Supercopa

El Gran Canaria conquist¨® el primer t¨ªtulo en sus 53 a?os de historia despu¨¦s de apabullar al nuevo Barcelona de Bartzokas en la final de la Supercopa (79-59) con una exhibici¨®n de abnegaci¨®n e intrepidez de lado a lado de la pista. Con Kuric como MVP y McCalebb como ide¨®logo, los amarillos estrenaron su enciclopedia para redondear una evoluci¨®n que les ha llevado a disputar tres finales en apenas a?o y medio. Despu¨¦s de rondar la gloria en la Eurocup (2015) y la Copa del Rey (2016), el capit¨¢n Eulis B¨¢ez alz¨® el trofeo.

¡°Nos puede faltar experiencia, pero tenemos el trabajo suficiente para que lo que se preve¨ªa no suceda¡±, explicaba Luis Casimiro al descanso, con la mitad de la obra ya construida. Una pretemporada productiva y un acentuado esp¨ªritu gremial encumbraron al Granca ante un Bar?a extasiado e hipotenso tras el subid¨®n en el cl¨¢sico e incapaz de encontrar mecanismos de reacci¨®n en una pizarra aun por fraguar.

Todos esperaban a Rice, pero apereci¨® McCalebb. La puesta en escena del Gran Canaria fue demoledora. Aplicados en defensa y contundentes en ataque, los amarillos sacudieron la final al ritmo que impuso su experimentado l¨ªder. Once puntos del base de Luisiana con pasaporte macedonio desataron un parcial que, en apenas siete minutos, creci¨® hasta el 21-9, con un excelso 10 de 11 en tiros de campo para el conjunto de Luis Casimiro. A¨²n no lo sab¨ªan, pero hab¨ªan ganado la Supercopa. Su rival no compareci¨®.

Aprovechando el viaje de McCalebb al banquillo para recuperar resuello, el Bar?a cerr¨® las v¨ªas de agua en su defensa y recort¨® distancias a bocados con cuatro triples en el primer cuarto, dos de ellos de Claver (23-17, m. 10). Pero mientras los azulgrana formulaban su prop¨®sito de enmienda, una antideportiva a Dorsey por soltar el brazo a Planinic instaur¨® el nerviosismo en su equipo y restaur¨® el dominio del Granca. Con el propio Planinic como estilete y con el regreso de McCalebb a la pista, los amarillos volvieron a elevar la renta por encima de la frontera de los 10 puntos (45-34, m. 18).

Al descanso, los 50 puntos del Gran Canaria retrataban la voracidad de los de Casimiro y la endeblez defensiva del Bar?a. ¡°La clave es defender como perros¡±, analiz¨® Rabaseda en el entreacto certificando lo que reflejaban las estad¨ªsticas, con ocho p¨¦rdidas de bal¨®n del Bar?a. En el Buesa Arena se esperaba la reacci¨®n azulgrana tras el paso por la caseta y se demandaban noticias de Tyrese Rice. Pero el artificiero del cl¨¢sico de semifinales fue incapaz de encontrar el libro de instrucciones del partido (2 de 9 en tiros de campo y cinco p¨¦rdidas en su expediente) y su equipo sucumbi¨® inopinadamente enredado en la tela de ara?a amarilla. El Gran Canaria redobl¨® su abnegaci¨®n en defensa y descubri¨® todas las costuras del nuevo traje de Bartzokas.

El Bar?a se apag¨®. Dos tiros libres de Claver rompieron la sequ¨ªa despu¨¦s de casi cuatro minutos sin anotar y la primera canasta en juego de los azulgrana en el tercer cuarto fue un triple de Oleson pasado los cinco minutos. Para entonces el Gran Canaria hab¨ªa alcanzado su techo (60-39, m. 24). Unas veces el martillo de Planinic, otras la punter¨ªa de Kuric (elegido el mejor del torneo certificando su regreso a la ¨¦lite tras superar un tumor cerebral del que fue operado en noviembre) y muchas el temple de B¨¢ez y Oliver, manten¨ªan la obra cimentada por McCalebb mientras Bartzokas tocaba todos los interruptores.

La recta de meta se aventuraba c¨®moda para el Granca, con tiempo suficiente incluso para ajustarse el maillot para la foto, pero el miedo a la victoria atenaz¨® durante unos instantes a los de Casimiro y Navarro explor¨® las opciones de una remontada inabarcable. Cinco puntos del capit¨¢n azulgrana lideraron un parcial de 2-14 que ajust¨® el marcador (62-53, m. 33). Pero el Gran Canaria ten¨ªa la gloria en sus manos y, con dos triples muse¨ªsticos de Salin como colof¨®n, no la dej¨® escapar. 18 t¨ªtulos y seis a?os despu¨¦s, el baloncesto espa?ol tiene un campe¨®n que no sea Madrid y Bar?a que, desde 2010, se hab¨ªan repartido todos los trofeos en juego.