Piqu¨¦ est¨¢ en su punto

Dec¨ªa Tito Vilanova, ext¨¦cnico del Barcelona, que sin ¨¦l se caer¨ªa el invento. Y Luis Enrique parece constatarlo porque es el ¨²nico defensa seguro en una zaga que cambia de cara cada dos por tres porque alterna a Jordi Alba con Digne, y tanto pone a Umtiti como a Mascherano o a Mathieu, al tiempo que le da m¨¢s carrete a Sergi Roberto porque ha relegado al ostracismo a Aleix Vidal, que suma cinco partidos en la grada. Pero como central fijo est¨¢ Gerard Piqu¨¦ (Barcelona; 29 a?os), que cuenta con m¨¢s minutos que nadie en el equipo ¡ª720 por los 704 de Busquets y los 692 de Luis Su¨¢rez¡ª y que al contrario que en otros cursos ha empezado como un tiro, fiable como habit¨²a en la salida del bal¨®n. Pero tambi¨¦n act¨²a de corrector en una zaga que siente suya. Ya no es el pupilo de Puyol o Milito, sus dos referentes, sino que ordena la l¨ªnea y sostiene al equipo cuando se rompe. Y, aunque se esfuerza m¨¢s, le cuesta menos que nunca porque lo disfruta. El ejemplo fue el mi¨¦rcoles ante el Moenchengladbach, donde sufri¨® frente a las contras rivales pero solucion¨® el encuentro con su gol.

¡°Es un jugador vital¡±

No es raro ver a Piqu¨¦ en el ¨¢rea rival, siempre foco del equipo en el juego a¨¦reo para las jugadas de estrategia. Aunque tambi¨¦n se prodiga como un delantero cuando las cosas se tuercen o van demasiado bien. ¡°Es que es muy divertido atacar. Hay partidos en los que me siento muy bien y en los que me impongo otros desaf¨ªos. Pero la experiencia me ha dado el saber cu¨¢ndo y c¨®mo¡±, resuelve el futbolista como s¨ªntoma de madurez, jugador de estatus ganado como Sergio Ramos. Luis Enrique le da la raz¨®n: ¡°Es vital y clave para nosotros. No solo sabe sacar el bal¨®n desde atr¨¢s, sino que da seguridad y liderazgo¡±.

Su ascendencia se vio en el ¨²ltimo encuentro liguero, cuando a falta de un capit¨¢n sobre el c¨¦sped le entregaron el brazalete. ¡°Es bonito, pero sinceramente no me importa¡±, responde sobre su segunda experiencia con la cinta al brazo, toda vez que ya la luci¨® de inicio en un choque europeo contra el Rubin Kazan en 2011; ¡°a m¨ª lo que me gusta es jugar en este club¡±. Tanto, que ha pasado de querer retirarse a los 30 a?os a extender su carrera todo lo posible, y con el tiempo ya se ver¨¢ si tambi¨¦n acaba como presidente como dijo querer. ¡°No tiene otra idea que no sea acabar en el Bar?a¡±, explican desde su entorno; ¡°ni Estados Unidos ni nada, ¨¦l es feliz y quiere terminar de azulgrana¡±. Pero para conseguirlo, trabaja a destajo. ¡°S¨¦ que cada vez el nivel ser¨¢ m¨¢s alto. Por eso, he adquirido patrones como llegar pronto a la ciudad deportiva e irme tarde. Me gusta todo lo que es el f¨²tbol, lo disfruto¡±, dice.

Por m¨¢s que sea alto, Piqu¨¦ no es un jugador que haya vivido del f¨ªsico, pues por algo no encontr¨® el respaldo total de Sir Alex Ferguson en el Manchester United, entregado a la corpulencia e intensidad de dos grandes centrales como Vidic y Ferdinand. ¡°Pero se encontr¨® con Guardiola, que valoraba m¨¢s lo que ofrec¨ªa con la pelota¡±, se?alan desde su c¨ªrculo pr¨®ximo. Y, acompa?ado de Puyol, que le correg¨ªa con la velocidad, viv¨ªa de lo m¨¢s c¨®modo. Pero ya no es as¨ª porque la l¨ªnea depende de ¨¦l. Por eso se esfuerza cada vez m¨¢s en estar a tono y dicen sus amigos que jam¨¢s hab¨ªa estado tan fino, hasta el punto de que ahora se le marcan todos los abdominales cuando antes s¨®lo se intu¨ªan. ¡°Nunca he tenido problemas de peso, pero cuido la alimentaci¨®n y poco m¨¢s¡±, responde de pasada, como si le quitara valor. No es as¨ª. Algo muy normal, en cualquier caso, en ¨¦l porque seg¨²n cuentan en su casa ¡°trabaja mucho m¨¢s de lo que dice¡±. Y ponen un ejemplo: ¡°Cuando un ni?o escucha llegar a su madre por el pasillo, coge un libro para hacer ver que estudia; Geri es al rev¨¦s, estar¨ªa estudiando y al o¨ªr los pasos, se pondr¨ªa a jugar¡±.

Trabajo extra

Sin apenas lesiones musculares porque no es un futbolista explosivo, s¨ª que ha padecido traum¨¢ticas como ese topetazo con Diego Costa de hace dos cursos que le dej¨® la cadera a la virul¨¦ o ese encontronazo con Vald¨¦s que le vali¨® una conmoci¨®n cerebral. Ahora, el desgaste de los a?os de alta competici¨®n le ha salido en forma de pubalgia, lesi¨®n de que arrastra desde la temporada anterior. As¨ª, Piqu¨¦ se machac¨® este verano con el protocolo de ejercicios que le prepararon los preparadores f¨ªsicos del Barcelona. ¡°No s¨¦ si podr¨¦ empezar a jugar los amistosos de pretemporada¡±, reconoc¨ªa a sus amigos, con molestias fuertes pero asumibles porque, seg¨²n revelan desde el club, ¡°su umbral del dolor es muy alto¡±. Jug¨® y compiti¨® ¡ªes lo que m¨¢s le gusta¡ª y ahora asegura que ya no le incordia el pubis. Pero para ello ha seguido cumpliendo a rajatabla con los ejercicios diarios, que apenas son 15 minutos de trabajo espec¨ªfico. ¡°Ha entendido que si est¨¢ bien, compite mejor¡±, convienen desde su entorno. ¡°Est¨¢ a un nivel alt¨ªsimo, como siempre. Es uno de los mejores defensas del mundo y eso se ve en el campo¡±.

Su inicio de temporada lleva la contraria a esa teor¨ªa de que es un di¨¦sel. ¡°Tambi¨¦n es porque no ha empezado con ruido que no tuviera que ver con el f¨²tbol¡±, le reconocen sus allegados. Y quiz¨¢ por eso ya no le silban en los estadios como el a?o pasado, cuando le se?alaban por sus supuestas ideas pol¨ªticas aunque su ligaz¨®n con la selecci¨®n siempre ha sido absoluta. Desde el Bar?a no dudan. ¡°Tiene un compromiso total con la profesi¨®n y ha adquirido un nivel de comprensi¨®n del juego muy grande porque durante el partido suele tomar decisiones acertadas¡±, afirman; ¡°los grandes centrales se asientan a su edad, y tiene la suerte y el acierto de que lo ha ganado todo. Eso le da un plus de seguridad¡±. El trabajo y su salida de bal¨®n, hacen el resto.