Rafinha contra sus ra¨ªces

Carles Gil iba en carrera y recort¨® hacia dentro para driblar, para hacer vano el intento del rival de corregir la posici¨®n y as¨ª marcar un gol en los compases finales del encuentro. Era el tanto del triunfo del Elche y el de la derrota del Celta, y Rafinha Alc¨¢ntara (S?o Paulo, Brasil; 23 a?os) maldijo su error de marca durante unos minutos, grito en boca y pu?os cerrados. Despu¨¦s, ya en el vestuario, pidi¨® perd¨®n en p¨²blico. ¡°No es tu culpa, sino la de todos porque han sido errores en cadena¡±, le respondieron sus compa?eros, de nuevo conformes con la responsabilidad que hab¨ªa adquirido con el equipo un futbolista que estaba cedido por el Bar?a. ¡°Es un chico muy humilde que admite la cr¨ªtica y que con nosotros fue uno m¨¢s porque se notaban sus ra¨ªces en Vigo. Aqu¨ª tiene amigos y familia, y su compromiso con el club fue absoluto¡±, cuenta el centrocampista Borja Oubi?a, un punto de apoyo de Rafa ¡ªcomo le llamaban en el vestuario celeste¡ª junto a Charles. ¡°Fue un ejemplo a seguir. Poder decir que he jugado a su lado es un orgullo¡±, resuelve el medio azulgrana sobre el delantero. Hoy, tres a?os despu¨¦s, Rafinha volver¨¢ a Bala¨ªdos y podr¨ªa hacerlo de titular, toda vez que Messi sigue lesionado en la rebotica y Alc¨¢cer no pareci¨® aprovechar su oportunidad frente al Moenchengladbach.

En Vigo se desarroll¨® mucho, sobre todo en la segunda parte de la temporada, donde rindi¨® a un nivel alt¨ªsimo, era exagerado Borja Oubi?a, medio del Celta

En el Borussia Park, precisamente, Rafinha fue el que provoc¨® el empate de Arda tras un robo de bal¨®n en la presi¨®n. ¡°Ganamos porque en la segunda parte el rival se ech¨® hacia atr¨¢s y pudimos hacer nuestro juego¡±, cuenta con modestia. Aunque a?ade: ¡°F¨ªsicamente me encuentro perfecto¡±. Atr¨¢s queda la grave lesi¨®n del curso anterior, cuando se rompi¨® los ligamentos de la rodilla derecha tras un encontronazo con Nainggolan (Roma), tambi¨¦n las molestias que arrastraba desde finales de agosto en el tobillo, cuando se colg¨® la medalla de oro de los Juegos Ol¨ªmpicos junto a Neymar. Suma 251 minutos en el equipo y el mister no duda en utilizarlo de comod¨ªn para variar el sistema: le us¨® de carrilero derecho ante el Legan¨¦s, cuando utiliz¨® un 5-2-3; tambi¨¦n le situ¨® de delantero contra el Sporting en el 4-3-1-2 (en los dos casos hizo gol); y frente al Moenchengladbach fue extremo derecho. ¡°Es muy obediente, tiene una t¨¦cnica fant¨¢stica y siempre est¨¢¡±, le reconocen desde el cuerpo t¨¦cnico. ¡°Rafinha est¨¢ en la lista de jugadores que pueden jugar en distintas posiciones. Es indudable que todos est¨¢n involucrados¡±, dice el entrenador. Oubi?a interviene: ¡°Luis Enrique le conoce bien y si est¨¢ en el Bar?a es porque tiene el nivel. Si no, no estar¨ªa ah¨ª¡±. Y Mazinho, su padre, quien fuera campe¨®n del mundo con Brasil en 1994, a?ade: ¡°Puede jugar donde sea porque tiene condiciones fant¨¢sticas y es un grand¨ªsimo futbolista que ahora necesita jugar, necesita demostrar que tiene hueco en el Barcelona y pelea para eso¡±.

Eclosi¨®n en el Celta

¡°Es muy obediente, tiene una t¨¦cnica fant¨¢stica y siempre est¨¢¡±, le reconocen desde el cuerpo t¨¦cnico

No lo vio as¨ª el Tata Martino, que decidi¨® no darle cancha por m¨¢s que tuviera contrato con el primer equipo. Por lo que se fue al Celta. ¡°Cuando lleg¨®, futbol¨ªsticamente ya era un jugador de primer nivel. Pero en Vigo se desarroll¨® mucho, sobre todo en la segunda parte de la temporada, donde rindi¨® a un nivel alt¨ªsimo, era exagerado [hasta el punto de que le dieron el trofeo al mejor jugador de febrero en la Liga]¡±, explica Oubi?a; ¡°luego ya sab¨ªamos que se iba. Lo disfrutamos y nos hubiese gustado que continuase, pero su nivel era otro¡±. La direcci¨®n deportiva azulgrana encargada del trasvase lo aclara: ¡°Luis Enrique nos pidi¨® al jugador y estuvimos encantados porque quer¨ªamos que regresara al entender que ten¨ªa el perfil Bar?a¡±.

Esta noche (20.45, Partidazo) Rafinha pisar¨¢ de nuevo Bala¨ªdos, el estadio donde se curti¨® como jugador de Primera y donde pas¨® muchas horas con su hermano y con su padre. ¡°Despu¨¦s de los entrenamientos o partidos, jugaba con ellos porque quer¨ªa que se divirtieran e hicieran deporte. ?Pero tambi¨¦n los llevaba para cansarlos! Si no me ten¨ªa que poner a jugar en el garaje con ellos, donde ten¨ªa dos porter¨ªas peque?itas. ?Y estaba muerto al d¨ªa siguiente!¡±, recuerda Mazinho. Por all¨ª tambi¨¦n pas¨® su hermana, que jug¨® en el equipo femenino de baloncesto del club celeste, aunque ahora vive en Barcelona porque cursa la carrera. Son las ra¨ªces de Rafinha. ¡°De vez en cuando lo veo porque Vigo es muy peque?o. Antes del partido lo saludar¨¦ y le desear¨¦ suerte porque siempre fue una alegr¨ªa tenerlo en el vestuario, con sus bromas y sonrisas¡±, cuenta Oubi?a, que revela que alg¨²n que otro paso de baile se marcaba. Pero cuando ruede el bal¨®n, Rafinha querr¨¢ ganar por m¨¢s que el rival sea su querido Celta.