Guardiola no olvida

A los aficionados del City les parece de f¨¢bula que los sorteos les emparejen con el Bar?a, aunque ahora, tras la devaluaci¨®n de la libra por el resultado del Brexit, las cervezas les costar¨¢n m¨¢s caras que en sus dos ¨²ltimas visitas; a los futbolistas, es otro cantar: maldita la gracia que les hace cruzarse con Messi, por mucho que les ponga a prueba como profesionales. A su entrenador, Pep Guardiola, le amarg¨® durante varios d¨ªas el resultado del bombo, porque el grupo le pareci¨® extremadamente dif¨ªcil y la guinda, visitar el Camp Nou, le gener¨® ansiedad por la grandeza de rival y la carga emocional que conlleva volver a casa. ¡°El grupo es complicado y necesitamos puntos contra el mejor equipo del mundo, pero estar aqu¨ª me hace feliz. Aqu¨ª crec¨ª, aqu¨ª jugu¨¦, aqu¨ª entren¨¦ y adem¨¢s, cuando vuelvo veo a gente que quiero. Y los lugares los hacen las personas¡±, resumi¨®. Pep no olvida. ¡°Este estadio es mi casa, aqu¨ª he crecido¡±, record¨®.

Guardiola lider¨® la llegada a media tarde de los 50 expedicionarios del City, elegantemente vestido ¡ªDsquared2, por supuesto¡ª, al lujoso hotel de la Barceloneta donde vivir¨¢n hasta el jueves. A Guardiola se le vio sonre¨ªr, aunque hubiera preferido hospedarse en un hotel del Paseo de Gracia ¡ªun congreso de modelos lo impidi¨®¡ª. Vivir junto al mar, al lado del Club Nataci¨® Barcelona, donde su mano derecha, Manel Estiarte, se convirti¨® en mito en una pileta, pareci¨® ponerle de buen humor. ¡°Ayer estaba insoportable, hoy lleva todo el d¨ªa haciendo bromas¡±, matizaron los que le vieron llegar a The Academy por la ma?ana y viajaron con ¨¦l desde Manchester.

La posesi¨®n

Pep cogi¨® un coche y, junto a Zabaleta, se acerc¨® al Camp Nou, donde desgran¨® los pormenores de un partido que, dijo, debe poner a prueba a un equipo que est¨¢ por hacer. ¡°Nos coge muy pronto, a¨²n nos estamos conociendo, pero intentaremos ser nosotros mismos. Me gustar¨ªa defender bien y atacar bien. Cambiar la forma de hacer por un partido no es posible, no van a creerme. Eso s¨ª, nos adaptaremos¡±, admiti¨®, al pensar en la que le espera. A diferencia de lo que pas¨® hace dos a?os, en mayo de 2015, cuando regres¨® al estadio por vez primera con el Bayern y aguant¨® 70 minutos (0-0) para acabar 3-0, esta vez se presenta con un proyecto no tan cuajado. ¡°Entonces llegamos un poco justos. Pero al final, da igual: ellos siempre tienen su momento. Y son muy precisos¡±. As¨ª que Guardiola sabe que vuelve para sufrir, porque cuando se tiene a Messi por enemigo y coge la pelota, solo queda temblar. ¡°Me alegro de que juegue, me hace feliz de que haya superado la lesi¨®n. Siempre es una satisfacci¨®n verle jugar pero intentaremos que no tenga la pelota. Ni ¨¦l ni Neymar, ni Su¨¢rez cerca del ¨¢rea, ni Iniesta¡­¡±.

Guardiola, que mostr¨® su respeto por el conjunto de Luis Enrique ¡ª¡°lo est¨¢ haciendo muy bien, su equipo hace cosas mucho mejor de lo que hacia el m¨ªo¡±¡ª, genera un enorme respeto entre los que hoy ser¨¢n sus rivales. ¡°Es un est¨ªmulo enorme jugar contra Pep. No es un partido entre entrenadores; ser¨¢n los jugadores quienes lo decidan por mucho que haya decisiones que nos conciernen, solo faltar¨ªa. Pero he tenido la suerte de compartir muchas cosas y para m¨ª es un privilegio competir al m¨¢ximo nivel por estos retos¡±, dijo su amigo Luis Enrique. ¡°Pep tiene una implicaci¨®n clara y una incidencia bestial en su equipo desde la pretemporada. Le faltaban jugadores y ya le vi mecanismos caracter¨ªsticos con bal¨®n y sin bal¨®n, muy de Pep. Quieren el bal¨®n como nosotros y nos van a presionar. Es un poco la esencia que queremos nosotros. No veo un partido mejor para un aficionado al f¨²tbol que este¡±, a?adi¨® el asturiano. Y concluy¨®: ¡°El Bar?a de Pep fue espectacular¡±.

Y es que, a fin de cuentas, nadie puede escapar de su pasado. Puede que algunos no tengan memoria, pero Guardiola no olvida.