Mon¨®logo del Sevilla en Zagreb

Bajo la magn¨ªfica batuta de Nasri, cada vez m¨¢s integrado, y con la sensaci¨®n de que debi¨® hacer m¨¢s goles a un inferior Dinamo, el Sevilla cumpli¨® con su objetivo en Zagreb para avanzar a los octavos de final de la Liga de Campeones. En esta estupenda carrera, los andaluces van a la par con la Juventus, que tambi¨¦n gan¨® y alcanza los siete puntos, como los andaluces. El encuentro fue un m¨®nologo del Sevilla, superior en todas las facetas del juego, con capacidad para tocar y superar a un rival acomplejado y defensivo, pero sin la mordiente necesaria para hacer m¨¢s goles.

Solo se le puede poner ese pero al Sevilla, que debi¨® evitarse alg¨²n sustillo en la segunda parte haciendo un segundo gol que certificara mucho antes la victoria. El f¨²tbol, caprichoso, a veces guarda sorpresas desagradables. No se produjo la desgracia y el Sevilla, amo y se?or del partido, culmin¨® su mon¨®logo en Zagreb con un estupendo triunfo. Le acompa?¨®, adem¨¢s, un juego de lo m¨¢s aceptable, con dominio absoluto del bal¨®n y entradas continuas por la banda gracias al buen momento de Mariano y Escudero. En el centro, el tri¨¢ngulo formado por Nzonzi, Nasri y V¨¢zquez fue una aut¨¦ntica delicia.

No par¨® de llover en Zagreb. Como no par¨® Sampaoli de esforzarse en buscar un once que diera entrada al recuperado Rami sin que ello supusiera la salida del equipo de Pareja, uno de los jugadores imprescindibles para el t¨¦cnico argentino. Sampaoli encontr¨® la soluci¨®n alineando a tres centrales, Mercado, Rami y el propio Pareja, un esquema de moda, como demuestra el hecho de que lo emplee tambi¨¦n en los ¨²ltimos partidos el Barcelona.

La utilizaci¨®n de tres elementos defensivos tan evidentes no deber¨ªa implicar un Sevilla reserv¨®n, por m¨¢s que prescindiera de jugar con dos delanteros. Lejos de ser una caldera, la lluvia y el des¨¢nimo de su afici¨®n con el Dinamo provocaron que el viejo Maksimir registrara un ambiente impropio de la Liga de Campeones, fr¨ªo y bastante desangelado. Un escenario, en definitiva, de lo m¨¢s propicio para lograr una victoria que abriera a los andaluces el camino hacia los octavos de final.

Tambi¨¦n fue propicio el descarado repliegue del Dinamo, que asumi¨® su papel de equipo inferior sin ning¨²n tipo de tapujos. La superioridad del Sevilla fue abrumadora ante un rival que acumul¨® jugadores en defensa casi a la desesperada para evitar la derrota. Se gust¨® el Sevilla en un primer tiempo mod¨¦lico, donde se comport¨® c¨®mo manda cualquier reglamento elemental de f¨²tbol. Con paciencia y toque ante un rival metido atr¨¢s, asustado, con futbolistas como V¨¢zquez y Nasri asumiendo galones. Fue un bien Sevilla, sin apenas despistes, dominando el bal¨®n, acumulando llegadas a la porter¨ªa del Dinamo. El carrusel de acercamientos se transform¨® en ocasiones a los 14 minutos, cuando un gran disparo de Mariano desde el borde del ¨¢rea lo sac¨® con muchos apuros el meta Livakovic. Curioso lo de Mariano. Sin hacer demasiado ruido, se ha convertido en un elemento b¨¢sico para Sampaoli por sus prestaciones tanto en ataque como en defensa.

Poco despu¨¦s, Nasri, brillante e incisivo, estuvo a punto de llegar a un medido pase de Vitolo. En pleno dominio del Sevilla, V¨¢zquez acumul¨® una doble ocasi¨®n, errada en ambas ocasiones, que provoc¨® que Sampaoli, como siempre inquieto en la banda, se echara las manos a la cabeza. Sin desesperarse, el Sevilla sigui¨® tocando con mucho sentido, exhibiendo una superioridad abismal. El gol lleg¨® de manera inevitable. Nzonzi rob¨® un bal¨®n y el conjunto andaluz triangul¨® con mucha rapidez. V¨¢zquez le dej¨® el camino abierto a Mariano, que centr¨® para que Nasri marcara ante la inocente defensa de su meta de Livakovic, que le dej¨® franco su primer palo.

El tanto marc¨® la l¨®gica superioridad del Sevilla, que sali¨® a lo grande en la segunda mitad. Su primer cuarto de hora fue primoroso, pero un fallo de Vietto con todo a favor le congel¨® algo los ¨¢nimos al Sevilla. Un par de escarceos del Dinamo, muy inferior, no pusieron en peligro el justo triunfo del Sevilla, al que solo le falt¨® m¨¢s mordiente para rematar un encuentro en el que debi¨® conseguir m¨¢s goles.